La historia de YPF está marcada por decisiones políticas que definieron su perfil como compañía.
La primera decisión política se tomó hace 100 años, un 3 de junio de 1922, cuando el presidente Hipólito Yrigoyen creó la Dirección General de YPF, convirtiéndola en la primera petrolera integrada verticalmente en el mundo. Con la mirada pionera de Enrique Mosconi YPF dio sus primeros pasos para contribuir al desarrollo de los recursos energéticos del país y comenzaron a constituirse las comunidades petroleras.
Más cerca en nuestro tiempo, en la década del 90 del siglo pasado, se privatizó nuestra compañía de bandera y terminó en manos de Repsol. En esos años, más allá de la crisis que se generó en los pueblos del interior, la compañía perdió su rumbo, la producción de petróleo y gas cayó, las reservas bajaron casi un 50%. Sin embargo, YPF generó utilidades que fueron enviadas a la Casa Matriz en concepto de dividendos. El impacto para el país no fue menor. En el año 2011, por primera vez, el país se convirtió en un importador neto de energía.
Fue ante ese escenario que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner resolvió recuperar YPF y ponerla al servicio de la soberanía energética del país. De esa decisión se cumplieron 10 años el pasado 16 de abril. En esa fecha, este gobierno anunció la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que sienta las bases para el desarrollo futuro del país como productor regional y mundial de gas.
Los años de la recuperación, entre 2013 y 2016, fueron de crecimiento para la compañía. Las bases de la YPF del futuro comenzaron a sentarse durante este período con el desarrollo de Vaca Muerta; la creación de YTEC como base para la investigación aplicada a la industria y las energías limpias; y la generación de energía eléctrica que fueron el antecedente de la actual YPF Luz, entre otras tantas cosas como el lanzamiento de Infinia o Serviclub.
Con esa visión y una mirada de largo plazo, YPF llega al 2016. La concepción ideológica del gobierno de Mauricio Macri afectó el proceso que se había iniciado. Como ejemplo basta mencionar la Resolución 46, que benefició a otras compañías en desmedro de YPF en la producción de gas. Cuatro años de gestión dejaron una compañía con caída de la producción, caída de reservas, menos actividad y un nivel de endeudamiento muy alto.
A comienzos del 2020, con los precios de los combustibles congelados y sin nuevas inversiones en Vaca Muerta, llegamos a YPF con la convicción de que había que retomar una agenda de crecimiento.
No fue fácil salir de la situación en la que estábamos y atravesar una pandemia que nos obligó a ponernos al servicio de la Argentina a pesar de que el escenario para las empresas de energía era muy desalentador.
Pero lo hicimos. Con mucho esfuerzo, logramos el crecimiento que nos propusimos como guía.
Tenemos un plan muy ambicioso para este año con inversiones por 3700 millones de dólares que nos permiten proyectar un crecimiento de la producción del 8%, lo que significará el mayor crecimiento orgánico de los últimos 25 años.
Pero, más allá de esos datos que son muy relevantes, YPF tiene un futuro enorme por delante como productor de petróleo y gas, acelerando el desarrollo de Vaca Muerta e impulsando la producción offshore en el Mar Argentino que sin dudas reconfigurará la economía del país.
Pero también, pensando en el futuro, estamos convencidos que tenemos que trabajar en la transición energética. YPF Luz es clave en esa estrategia. Hoy ya es la segunda generadora de renovables del país con tres parques eólicos en operación y la construcción de un parque solar en San Juan. Creamos YPF Litio para tener un rol relevante en el desarrollo de la cadena de valor de este mineral clave para la movilidad eléctrica; y estamos liderando la investigación en hidrógeno. Nuestra sociedad con el CONICET en Y-TEC es clave para pensar las energías del futuro.
YPF cumple 100 años y estamos dando los pasos para comenzar a diseñar la compañía del futuro. Una empresa ambientalmente más sustentable en la producción de gas y petróleo; que lidera la transición energética y piensa en ese cliente del mañana que demanda nuevas formas de consumir y relacionarse con su compañía de bandera.
100 años donde debemos sentirnos orgullos como argentinos y argentinas de YPF y del lugar de liderazgo que ocupa. Por 100 años más de esta compañía tan ligada al país y su desarrollo.
PG