En medio de una fuerte suba de casos de coronavirus en la Argentina, el presidente Alberto Fernández dijo este jueves que si la situación no mejora, evaluará cómo desplegar a las fuerzas de seguridad en las calles para evitar aglomeraciones y situaciones que generen una mayor expansión del virus.
“Si vemos que la situación no afloja y el relajamiento sigue, veremos de qué modo las fuerzas de seguridad empiezan a actuar en las calles para disipar a la gente, y para impedir que ocurran esas aglomeraciones”, señaló el mandatario en declaraciones a Radio 10.
Fernández contó que en la reunión que mantuvo el miércoles con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, coincidieron en que diciembre fue un mes “de mucho relajamiento”. Como ejemplos mencionó las marchas “de distinto tipo” que hubo en Buenos Aires o las fiestas clandestinas. “También plantee lo que vi el 24 a la noche: chicos jóvenes que se reúnen en las plazas sin barbijos, con música a todo lo que da porque tienen los boliches cerrados”, relató.
“Todo eso es caldo de cultivo para el virus. Es muy peligroso”, manifestó. Fernández dijo que se reunirá la próxima semana con Kicillof y Rodríguez Larreta para evaluar la situación y analizar qué medidas tomar. “Vamos a dejar pasar el fin de año y a partir de la semana que viene vamos a mirar con lupa a ver cómo resolvemos esto”. Por ahora, el mensaje a la población es extremar los cuidados y responsabilidad individual.
El Presidente destacó que ya se haya iniciado la vacunación contra el Covid-19 y destacó que en enero y febrero llegarán más dosis de la Sputnik V desde Rusia “para terminar de vacunar a 10 millones de argentinos”. A su vez, contó que llegó a un acuerdo con el Instituto Gamaleya para comprar 10 millones de dosis más, que llegarían en marzo, en caso de que AstraZeneca no pueda cumplir con los plazos establecidos. La ANMAT aprobó ayer la vacuna de este laboratorio, con el que el Gobierno firmó un acuerdo por más de 22 millones de dosis. Sobre Pfizer, dijo que continúan las negociaciones, pero insistió en que “exigen condiciones que ninguna empresa ha exigido” para limitar su responsabilidad.
“La pandemia seguirá siendo la prioridad”, aseguró Fernández, que habló sobre la situación en Europa, con una explosión de contagios en medio de la segunda ola y la aparición de una nueva cepa del virus. “Mi plan era que en otoño los 13 millones de argentinos en riesgo estén vacunados. Si logramos ese objetivo tenemos que llegar a marzo un poco más aliviados, que sería el momento real de la segunda ola”.
Fernández se refirió también a las dificultades de su primer año de gestión en el contexto de la crisis de coronavirus. “Gobernar en pandemia es lo más parecido a caminar en un pantano, uno nunca sabe dónde pisa firme”, apuntó. “Con el correr del tiempo fuimos tomando experiencia y pudimos sobrellevarlo. Pero la pandemia nos obligó a una doble pelea: contra el virus y por la economía”.
“Procuré desde el primer momento preservar la salud de los argentinos. Tuvimos que reinventarnos y así surgió la ATP; después nos dimos cuenta de que teníamos a 9 millones de argentinos fuera del sistema, y les dimos el IFE”, indicó.
Por otro lado, destacó el acuerdo por la renegociación de la deuda y el acuerdo alcanzado, “que le permite a Argentina ahorrar 38 mil millones de dólares”. “Todo ese dinero se volcará a la producción y trabajo”, aseguró.
CB