“Alberto, querido, la Uocra está contigo”. El cántico provino de entre la multitud de afiliados del sindicato de la construcción que copó el predio ubicado sobre Camino de Cintura, en el partido de Esteban Echeverría. Frente a unos 20 mil afiliados, conducidos por Gerardo Martínez, el Presidente posó para la foto con un casco de seguridad y aseguró que la prioridad de su gobierno será combatir la inflación, que fue del 6% en abril, luego de alcanzar el pico de 6,7% en marzo.
El jefe de Estado habló en un escenario afín, con parte de su gabinete a su derecha, y con las espadas de la CGT, Pablo Moyano y Héctor Daer, a la izquierda. Pero las ausencias dijeron más que las presencias. En medio de la interna con el kirchnerismo, no fue Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro del Interior y referente de La Cámpora, y tampoco se lo vio a Julián Domínguez, de Agricultura, que negó que se vayan a subir las retenciones al campo, un pedido que el propio Fernández había hecho más temprano, en una entrevista radial.
“Nos está costando mucho que la distribución del ingreso sea equitativa”, admitió el Presidente al comienzo de su discurso, y les hizo una exigencia pública a sus funcionarios: “Cada ministro de mi gobierno tiene la misión de que el salario crezca y que le gane a la inflación”. Fue una demostración de albertismo puro: estaban Martín Guzmán, de Economía; Matías Kulfas, de Producción, y Claudio Moroni, de Trabajo, tres figuras apuntadas directamente por Cristina Kirchner y el camporismo. También dio el presente Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados y socio equidistante entre los dos polos del Frente de Todos.
Sin apuntar directamente contra la vicepresidenta, Fernández hizo referencia a la interna, pero intentó saldarla, en línea con la nueva estrategia de la Casa Rosada de comenzar a “mostrar gestión” de cara al 2023, aunque evitó en todo momento mencionar la posibilidad de su reelección. “Nos hacen discutir entre nosotros mucho, pero en verdad lo que estamos discutiendo es preservar los derechos que desde 1945 ganaron los que trabajan. Esa es la verdadera discusión. Nosotros somos los garantes de Perón y Evita, y venimos a preservar a los trabajadores”, dijo el mandatario, lo que despertó aplausos y gritos en el público.
“La prioridad es que los salarios le ganen a la inflación”, remarcó en su breve mensaje. Y en continuación a lo que había planteado temprano sobre las retenciones, apuntó: “No puede ser que nos jactemos de ser el supermercado del mundo y la gente no puede comprar sus alimentos. Yo sé que intereses represento. Nadie nos va a torcer el brazo, porque estamos convencidos de cual es la obligación que tenemos”, sentenció.
Apoyo con reclamos de la Uocra
Fernández habló menos tiempo que Martínez, el anfitrión y dueño de casa que había organizado el acto “en apoyo al Gobierno”. La Uocra quiso celebrar así la recuperación de 200 mil puestos de trabajo luego de la pandemia.
Convocado para el mediodía, los miles de afiliados de la Uocra comenzaron a llenar las inmediaciones del predio –ubicado al lado del de Pasteleros y al frente del de Camioneros– desde temprano. Cerca de las 10 de la mañana el Camino de Cintura ya estaba colapsado, con colectivos a ambas manos de la ruta.
“Alberto nos está dando laburo, es el único que nos acompaña”, aseguró a elDiarioAR Fabián, un trabajador de la construcción de zona norte, mientras sostenía una de las esquina de una gran bandera amarilla con letras negras que decía “Uocra Presente”. “Fuimos de los gremios más castigados, a nosotros no nos dieron el IFE”, agregó, caminando por un costado de la calle, antes de llegar al camping de su sindicato.
Cerca suyo, un grupo de afiliados de la seccional de San Martín hacían sonar las trompetas y los redoblantes. Más adelante, buscaba estacionar un colectivo de la seccional de Avellaneda-Lanús. Un puesto improvisado vendía choripanes a 300 pesos y hamburguesas completas con huevo a $500.
“Vamos la Uocra vamos, vamos de corazón, soy argentino, soy peronista, y quiero vivir mejor”, lanzó Martínez desde el micrófono, cuando subió al escenario junto con el Presidente, ya con los invitados sentados. Del Gobierno participaron el jefe de Gabinete, Juan Manzur –que en la reunión de ayer les había pedido a todos que asistieran–, y otros ministros como Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Martín Soria (Justicia), Matías Lammens (Turismo), Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Jorge Ferraresi (Vivienda). También estuvo el secretario de Planificación, Gustavo Beliz, y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, a quien se vió conversar animadamente con Kulfas.
Con la CGT representada por dos de sus tres líderes –también estuvo Jorge Sola, vocero y hombre del riñón de Hugo Moyano–, además sumaron su presencia los movimientos sociales: Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, del Movimiento Evita, y Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie. Apenas hubo un gobernador, el sanjuanino Sergio Uñac, que ayer había recibido al Presidente en su provincia. No estuvo Axel Kicillof, que fue parte del convite.
Wado faltó pese a que ayer había sido confirmado, según confiaron en la Uocra a este medio. También los habían invitado a Cristina y Máximo Kirchner, pero sin suerte. “Hasta anoche estuvimos llamando, pero nadie nos atendió. Es quilombo entre ellos”, explicaron en el gremio, desatendiéndose de la interna en el oficialismo. A las ausencias se sumó el intendente local, Fernando Gray, de viaje en Roma y quien ayer se mostró con el Papa Francisco.
Aunque juntó unas 20 mil personas en su apoyo, el líder de la Uocra también aprovechó para compartirle reclamos al Presidente. “Votamos una lista sábana que nos conmovía y pensaba en el desarrollo, donde había un presidente, vicepresidenta, gobernador, intendente y diputados. Estábamos convencidos de que íbamos a tener un cambio estructural estratégico de la visión que había gobernado antes”, comenzó diciendo Martínez en su discurso. “Nuestra Carta Magna determina los roles de cada uno. Y el sistema argentino es presidencialista. Por eso aquí frente al Presidente están los trabajadores constructores, para acompañarlo”, expresó, lo que despertó cánticos en el público, mientras el mandatario asentaba con la cabeza.
“Lo que no entendemos los trabajadores son los desacuerdos, porque a veces yo puedo estar no de acuerdo con usted, pero le puedo asegurar que no habrá ningún trabajador que va a viralizar la discusión que yo puedo tener con usted”, le dijo el sindicalista a Fernández. “No se detenga, porque nosotros creemos en la política. Y hoy observamos que la política no nos está dando respuestas a las necesidades del pueblo argentino. Humildemente planteamos que no alcanza el papel y el protagonismo que usted nos ha dado cuando se constituyó el Consejo Económico y Social”, le espetó en un pasaje que Fernández no respondió en su alocución.
El sindicalista también le pidió medidas contra la suba de precios: “No podemos dejar de hablar de la inflación, que es el impuesto a la pobreza, es el colesterol malo de nuestro sistema económico”, señaló.
“Transformemos este mal humor y falta de perspectiva diciendo que acá hay un gobierno que llegó en 2019 para poner la argentina de pie. Cuente con los trabajadores, estamos al pie junto a usted”, cerró su discurso Martínez. Y en un gesto que habló más que todas sus palabras sobre el rol presidencial, le obsequió a Fernández una lapicera.
CC