Nicolás Carrizo, el denominado “jefe de la banda de los copitos”, y la joven Agustina Díaz apelaron sus procesamientos en el marco de la causa que los tiene sindicados como partícipes del atentado a la vicepresidenta, Cristina Kirchner.
Ambos acusados, quienes incluso están con prisión preventiva, apelaron el procesamiento que la semana pasada impuso la jueza federal María Eugenia Capuchetti.
Ahora será la Cámara Federal la que determine si confirma o no esas acusaciones, donde se les imputa ser “cómplices” del tirador Fernando Sabag Montiel y su novia, Brenda Uliarte.
Para la jueza, quedó “demarcada la intención previa, preordenada y directa que han tenido los imputados de acabar con la vida de la víctima”.
Carrizo es el dueño de la máquina de hacer copos de azúcar con la cual trabajaban Sabag Montiel y su novia: de ahí deriva el apodo de “jefe de la banda de los copitos”. En tanto, Agustina Díaz, de 21 años, es amiga de Brenda Uliarte.
Tanto Carrizo como Díaz tuvieron justamente comunicaciones que quedaron registradas con Uliarte, después del fallido atentado, donde demostraban tener conocimiento del hecho.
Incluso Carrizo, en diálogo con otra persona, dijo que ofreció un arma calibre 22, pero la misma nunca apareció pues en el atentado se constató que se usó un revólver calibre 32.
El “suceso contó con la participación de Agustina Mariel Díaz y Nicolás Gabriel Carrizo, quienes deben responder como partícipes secundarios. Ambos conformaron junto a Sabag Montiel y Uliarte el acuerdo premeditado para darle muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner”, según el procesamiento de la jueza con prisión preventiva.
Con información de NA.
IG