Alberto Fernández mantuvo este jueves una reunión con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, en el despacho del Presidente en la Residencia de Olivos. En una clara señal de mostrar habitualidad en su agenda tras la crisis política que puso en jaque en las últimas horas la unidad del Frente de Todos tras la puesta a disposición de sus renuncias por parte de ministros y funcionarios cercanos a Cristina Kirchner, el mandatario intenta aplacar las aguas hasta definir el destino de su Gabinete y los inminentes anuncios que haría el Gobierno con la intención de impactar positivamente en el bolsillo de la población.
San Juan es uno de los siete de 24 distritos en los que el Frente de Todos consiguió mejores números que Juntos por el Cambio en las PASO del último domingo. En la provincia cuyana, el oficialismo consiguió sumar el 42,89% de los votos (160.103), mientras que la oposición obtuvo el 38,25% (142.781).
En medio de la pulseada entre el núcleo duro del “cristinismo” y los leales al “albertismo”, en la tarde de este miércoles, Fernández recibió comunicaciones de gobernadores peronistas como muestra de apoyo en horas convulsionadas. Además del llamado del sanjuanino Uñac, el Presidente recibió manifestaciones de unidad por parte de Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis).
Por otra parte, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero también se sumó al regreso a la normalidad laboral y minutos antes de las 11 llegó a Casa de Gobierno, tras haber sido este miércoles el último en retirarse (23.40) después de una de las jornadas más intensas del Ejecutivo desde la asunción de Alberto Fernández el 10 de diciembre de 2019.
Pasado el mediodía, el mandatario se expresó a través de Twitter:
El mensaje completo:
La coalición de gobierno debe escuchar el mensaje de las urnas y actuar con toda responsabilidad. Debemos hacerlo, y lo haremos, para asegurar que se satisfagan las
Nosotros tenemos que dar respuestas honrando el compromiso asumido en diciembre de 2019, de cara a la sociedad. No es este el tiempo de plantear disputas que nos desvíen de ese camino.
Nuestro mayor desafío es continuar el proceso de reactivación ya iniciado, promover el empleo y garantizar la educación y la salud de nuestro pueblo. En cada acción que llevemos adelante, en cada decisión, ese debe ser nuestro norte.
Agradezco el apoyo de gobernadores, de intendentes, de dirigentes del movimiento obrero y de la ciudadanía en estas horas.
Valoro el gesto de las organizaciones sociales y de todos los que me manifestaron su afecto impulsando una movilización en mi apoyo.
Aun así, prefiero que toda esa fuerza que implica una movilización de esa magnitud se canalice para construir la épica militante que ayude a argentinos y argentinas a desentrañar el dilema que se nos plantea en noviembre.
Hay dos modelos de país en pugna que se debaten en estas elecciones: el que descree del trabajo y la producción y sólo promueve la especulación financiera y el que cree que con una producción pujante recuperaremos la dignidad del trabajo para todos y todas.
He oído a mi pueblo. La altisonancia y la prepotencia no anidan en mi. La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido. Lo haré llamando siempre al encuentro entre los argentinos.
Mientras lo haga seguiré garantizando la unidad del Frente de Todos a partir del respeto que nos debemos. Es tiempo de que nuestra única obsesión sea promover la prosperidad de los hombres y mujeres de nuestra Patria.
IG