Guerra por la agenda

Caso $LIBRA: la oposición presiona para llevar a Karina al recinto de Diputados pero el oficialismo frena el avance

Una de cal y otra de arena. La oposición logró este martes, en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, cerrar filas para interpelar a Karina Milei, Manuel Adorni y Guillermo Francos por el escándalo cripto. Es decir que la hermana del presidente de la Nación, Javier Milei, la mandamás del Gobierno, vaya personalmente a dar explicaciones a los legisladores, además de dos de los funcionarios de la primera línea del Poder Ejecutivo. Se trata de un acuerdo interno (lo que no es poco con la oposición fragmentada en mil pedazos). Sin embargo, no logró cumplir con el objetivo final: dictaminar ese mismo día los proyectos de resolución para poder llevarlos al recinto la semana próxima. El oficialismo, con Martín Menem a la cabeza, dilató el despacho echando mano a un tecnicismo: una traba formal que tenía como objetivo evitar que la oposición pudiera conseguir un triunfo en la previa de la sesión por el acuerdo con el FMI.

Desde un principio, la guerra del Gobierno con la oposición por el escándalo $LIBRA fue una guerra de agendas. Mientras la Casa Rosada buscaba encapsular el tema, diluirlo en un mar de anuncios, la oposición insistía —por lo general sin mucho éxito— en volver a llevar el criptogate a la tapa de los diarios. Hasta que una alianza del peronismo con un sector del radicalismo y el pichettismo logró emplazar las comisiones de la Cámara de Diputados para exigir explicaciones. Frente a esto, el Gobierno decidió redoblar la apuesta y convocó una sesión para ratificar el DNU del acuerdo con el FMI en el mismo día que iban a dictaminarse los proyectos.

El objetivo de LLA era copar la agenda del miércoles, que también estará atravesada por una nueva movilización en defensa de los jubilados, con una demostración de fuerza: la aprobación de un nuevo endeudamiento con el FMI. Se abrió, entonces, una discusión técnica. El oficialismo le proponía a la oposición patear el momento del dictamen para después de la sesión, de modo de cumplir así con la formalidad del emplazamiento. 

“La reunión de hoy está citada para que sea informativa por lo cual de ninguna manera se puede emitir dictamen. Si no no existe más ninguna regla”, argumentó el jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, apenas comenzó el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Finanzas y Justicia. Desde las filas de Unión por la Patria le respondieron con risas: la oposición aún masticaba bronca por la forma en la que Menem había levantado la sesión la semana anterior, luego del escándalo que terminó con las piñas entre Lisandro Almirón y Oscar Zago

Buscan evitar un pronunciamiento. Y además nos invitan a sesionar en comisiones a las 18 horas y no sabemos cual va a ser el escenario de la Argentina a las 18. Solo escuchamos a los helicópteros sobrevolando como si estuviéramos en una guerra”, advirtió Leopoldo Moreau (UxP). Desde LLA, en cambio, solo se atinó a hacer una defensa técnica de su presidente: el argumento central era que la oposición no podía dictaminar. 

La oposición tenía otros planes, sin embargo. Temprano esa mañana, un grupo de diputados del pichettismo de Encuentro Federal, la Coalición Cívica, Unión por la Patria y el radicalismo de Democracia Para Siempre se reunieron en la oficina de Oscar Agost Carreño (EF) para definir una estrategia. Se definió insistir en dictaminar el martes, aunque el presidente del plenario, Nicolás Mayoraz, lo rechazase. “Ellos quieren tapar el tema con la sesión, no los vamos a dejar”, insistía una diputada opositora.

Se acordó en insistir, pero no en el contenido. Finalmente, hubo cinco dictámenes distintos. Uno común entre todos los bloques opositores que presentaba un pedido de informes al Poder Ejecutivo pidiendo explicaciones sobre los pormenores detrás del escándalo Libra. Exigían detalles sobre las visitas de Mauricio Novelli y Hayden Davis a Casa Rosada, habilitados por Karina Milei. También sobre los supuestos pagos que Davis, el empresario cripto detrás de la cripto Libra, se jactaba de haberle hecho a Karina para tener acceso al presidente. Entre otras preguntas.

Para los pedidos de interpelación a los funcionarios, sin embargo, hubo diferencias. Cada bloque tenía sus preferencias y hubo cuatro dictámenes diferentes. UxP, por ejemplo, quería citarlos a todos: Karina, Manuel Adorni, Guillermo Francos, Mariano Cúneo Libarona, Luis Caputo y el titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva. Juntó todas las firmas del bloque, aunque tuvo que reemplazar antes al santiagueño Ricardo Daives por otros diputados más alineados con el kirchnerismo: Matías Molle y Luciana Potenza.

La CC, mientras tanto, solo quería interpelar a Francos y firmó un dictamen separado junto a Agost Carreño. El resto de EF, Nicolás Massot y Margarita Stolbizer, pidió por Karina, Francos, Adorni y Cúneo Libarona. Y otro del radicalismo díscolo de DPS que pedía por la presencia de Francos, Adorni y Cúneo Libarona. 

Este elige-tu-propio-funcionario daba cuenta que la oposición no había cerrado una postura común sobre a quién citar. Será una discusión más adelante, que se resolverá en el recinto en base a cuántos votos junte cada dictamen. La discusión de fondo, sin embargo, es si estará Karina o no. “El objetivo es que paguen algún costo político. Y para eso tiene que salir algo, cualquier cosa”, explicaba uno de los armadores opositores. 

El objetivo será sesionar la semana próxima y hay consenso que, de mínima, se logrará aprobar la interpelación de Guillermo Francos. Ningún diputado opositor se animaba a dar mayores precisiones. Los ojos estaban todos puestos en lo que ocurriría en la Bicameral de Trámite Legislativo más tarde y, luego, en la sesión del miércoles. Un Congreso que aprobaba el acuerdo con el FMI no sería el mismo Congreso que uno que no había logrado ratificarlo. 

MC/JJD