El diputado nacional liberal Damián Arabia contó que, preocupado por el impacto que tuvieron los dichos del presidente Javier Milei en el Foro de Davos sobre la homosexualidad y la pedofilia, mantuvo una comunicación telefónica con él a través de la que le ratificó que “está de acuerdo con el matrimonio igualitariao” y “la libre sexualidad de las personas”.
“Ayer le escribí al presidente para pedirle si podía hablar con él. A los pocos minutos, me llamó y le conté que, con el recorte tergiversado del discurso de Davos, tenía amigos que me decían que estaban dolidos. Me respondió lo que yo ya sabía, porque lo había hablado con él y porque lo había dicho en decenas de entrevistas: que está de acuerdo con el matrimonio igualitario, ya que no es otra cosa que los mismos derechos y la igualdad ante la ley. Y que, para él, la libre sexualidad de las personas, siempre de manera consensuada, merece todo su respeto”, comenzó.
“Me dio algunos ejemplos, incluyendo el mío, y reafirmó su absoluta convicción de que el Estado no tiene nada que hacer ahí. Me recordó su guía de vida y de gobierno: el liberalismo como respeto irrestricto del proyecto de vida del otro, basado en el principio de no agresión y en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad”, agregó.
Arabia le pidió permiso a Milei para contar la conversación y argumentó su deseo de hacerlo: “¿Por qué la quiero contar? Porque me indigna que partidos políticos usen la sexualidad de las personas para tratar de sacar una tajada política, pero, sobre todo, porque me repugna ver políticos jugando con los miedos y los dolores de personas —muchos amigos míos— en un país donde no está en riesgo ni la libre expresión de la orientación sexual ni ninguna otra libertad individual”.
“Más me repugna aún ver que son los mismos que se callaron y no dijeron nada ni marcharon por Cecilia en el Chaco, ni por Lucio Dupuy, ni por la sobrina de Alperovich, ni por la secretaria de Espinoza y, por supuesto, mucho menos porque el ex presidente Alberto Fernández esté denunciado por golpizas a su mujer. Y más aún, son los mismos que marchan con banderas de países como Palestina, donde, por el simple hecho de ser gay, nos matarían. O con camisetas con la cara del Che Guevara, el único ser humano que fundó un campo de concentración específico para homosexuales”, agregó.
El diputado contó que él empezó su militancia política “por ser gay” y que se pasaba “todo el día en el Congreso golpeando los despachos de los legisladores, pidiéndoles que votaran a favor del matrimonio igualitario”. Detalló que también “por ser gay” se volvió liberal. “ Porque pensé que, si para mí había una libertad limitada tan importante como la libre expresión de mi sexualidad y de amar libremente, evidentemente tenía que defender no solo una libertad, sino todas las libertades. Desde entonces, tomé como eslogan de vida que yo no quiero que el Estado ni nadie se meta ni con mi plata ni con mi cama”, lanzó.
“Al clóset sexual no se vuelve más; al clóset ideológico, tampoco”, cerró.
MM