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Con los dientes apretados y cambios a último momento: la oposición apuesta todo a tener 130 votos para sacar la Boleta Única de Papel

7 de junio de 2022 21:28 h

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“Tenemos el número. Vamos a sacar la ley”. La frase del diputado de Juntos por el Cambio no resonó del otro lado del teléfono de elDiarioAR con tono optimista, sino más bien con cierta cautela, como apretando los dientes. Sabe que la jugada apenas cuenta con los votos necesarios: solo uno más que los 129 requeridos para el quórum, por lo que cualquier imprevisto pondría todo en peligro. 

El acuerdo opositor por la Boleta Única de Papel (BUP) sellado entre los cambiemitas, el Interbloque Federal y los libertarios de José Luis Espert tendrá este miércoles su prueba de fuego, con la sesión especial convocada por el legislador radical Miguel Nanni para darle media sanción y girarla al Senado. 

Según recogió este medio, la oposición apuesta a lograr al menos 130 apoyos, dos menos de los que consiguió hace un mes cuando el pleno del recinto votó un emplazamiento para tratar la iniciativa de reforma electoral en un plenario de comisiones.

Los opositores jugaron contra reloj con un calendario autoimpuesto: lograron un ajustado dictamen la semana pasada en los cuerpos de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia –presididos por el oficialismo, apenas sumaron un voto más–, y ya en junio van por la media sanción. “No puedo decir que está todo abrochado, pero si bajamos al recinto es porque tenemos los números”, agregó el diputado confidente.

La cautela que prima en la oposición se debe a hechos que le agregaron tensión a un debate cuya foto parece acordada de antemano: con el FdT rechazando de plano la iniciativa, aunque imposibilitado a priori de bloquear el avance opositor.

Covid y neblina

El radical Mario Negri –uno de los artífices de la jugada por ser el modelo cordobés el adoptado para la BUP– dio positivo de Covid y no estará en el recinto. A eso se le agregó la densa neblina que cubre la ciudad de Buenos Aires, lo que le impidió a muchos legisladores de las provincias por fuera del AMBA viajar en avión. Se esperaba que el martes a la tarde ya todos estuvieran en la Capital –viajando por aire o por tierra–, pero por las dudas se atrasó el inicio de la sesión cuatro horas: prevista originalmente para las 10, ahora comenzará a las 14.

Por fuera de lo coyuntural, el propio texto de la ley tendrá modificaciones en unos 20 artículos, aunque nada que cambie sustancialmente la línea de la norma, que dispone que en una única papeleta estén todas las categorías en juego en una elección nacional. Habrá modificaciones semánticas y algunos detalles sobre los plazos para que se implemente el nuevo instrumento de votación, según la propia Cámara Electoral le exigió a la oposición. No cambiará la cuestión de fondo, y una de las quejas principales del Gobierno: que comience a regir para las próximas elecciones presidenciales de 2023.

Entre las disposiciones que establece el proyecto sobre la BUP, los electores podrán elegir una lista completa marcando en un solo casillero, solo se verá hasta cinco candidatos a legisladores nacionales –mientras en los cuatro distritos más populosos donde hay más candidatos, Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, habrá afiches en las escuelas con el listado completo– y se permite el proceso de simultaneidad y concurrencia en las provincias, para que cada jurisdicción tenga la libertad de adherirse o no al sistema nacional. 

Pese al consenso alcanzado, varios puntos generaron discusión dentro del acuerdo opositor. Hubo quienes alertaron sobre la posibilidad de las adhesiones y otros que cuestionaron el método de las ubicaciones de las candidaturas en la boleta: que para las PASO sea por sorteo y para las generales, de acuerdo al resultado obtenido en las primarias. Ese punto en particular, “aún está en el aire”, dijo una fuente al tanto de las negociaciones, que aún se sucedían al cierre de esta nota.

Según la calculadora opositora, los 130 apoyos opositores se sustentan en los 115 diputados de JxC –sin contar a Negri–, los ocho miembros del Interbloque Federal –que integran los peronistas cordobeses que responden a Juan Schiaretti, los socialistas santafecinos y los bonaerenses Graciela Camaño, Florencio Randazzo y Alejandro “Topo” Rodríguez–, 4 libertarios, el par de Juntos Somos Río Negro y el riojano Felipe Alvarez.

Llegarían a 131 si logran convencer a Rolando Figueroa, del Movimiento Popular Neuquino. Y podrían sumar uno más si los acompaña Romina del Plá, del Partido Obrero, que en su momento votó a favor de la discusión en comisiones, aunque esta vez sería una rareza. “130 es el piso, es muy justo”, admitió una voz con trayectoria en Congreso.

¿Y en el Senado?

Conseguida la media sanción, la pelota pasará a la Cámara alta, donde hay peronistas que están a favor de abrir el debate y podrían darle un duro revés a Cristina Kirchner. 

Para que en el Senado sancione la ley se necesitan 37 votos, de los cuales el bloque cambiemita ostenta 33 bancas propias. Llegaría a 35 con los apoyos peronistas disidentes de Alejandra Vigo –esposa del gobernador de Córdoba– y Alberto Weretilneck –de Juntos Somos Río Negro, habitual aliado del kirchnerismo pero que apoya la iniciativa, según supo elDiarioAR–. 

La clave estará en algunos legisladores oficialistas que ven con buenos ojos la BUP, como el jujeño Guillermo Snopek, que la avala, el correntino Carlos Espínola, que también se mostró a favor, y el entrerriano Edgardo Kueider, quien junto con el gobernador Gustavo Bordet impulsó una iniciativa de reforma electoral en 2018 en la provincia, que sorpresivamente fue rechazada por el macrismo local. 

Pero antes de llegar al recinto, todo dependerá de a qué comisiones la vicepresidente gire la iniciativa, donde la oposición no cuenta con mayoría en ninguna, a diferencia de en Diputados. El kirchnerismo podría entonces imponer una estrategia de bloqueo, una jugada que la oposición ya espera, como escuchó este medio, también con cautela, del mismo diputado de JxC: “Cuando esto pase al Senado, se vendrá el apriete”.

CC