Disney gobierna en el fútbol y el Covid-19 en la política

16 de enero de 2021 22:50 h

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Alberto Fernández también se lo dijo a Marcelo Tinelli. No está dispuesto a aprobar la operación global que en Argentina derivó en la megafusión ESPN-FOX y quiere que The Walt Disney Company Latin America desinvierta. Tal como reveló esta semana elDiarioAR, el Presidente considera que la adquisición de Fox por parte de Disney es “un exceso enorme”. No le alcanza con que la compañía de origen norteamericano ceda una parte de sus derechos y sostiene que el Estado debe promover la competencia. Fernández y Tinelli hablaron en los últimos días y quedaron en verse la semana próxima para tratar el tema.  

El creador de Showmatch y presidente de la Liga de Fútbol no se expresó todavía en público, pero mastica bronca y mueve sus influencias. En los últimos 15 días de diciembre, fue apartado de un contrato que ahora aparece cuestionado por todos lados y no quedó conforme con lo que Claudio “Chiqui” Tapia acordó con los gerentes de Disney.

El profesor de Derecho Penal de la UBA advierte que el negocio del fútbol premium -que mueve millones de dólares en el país con altísimos niveles de pobreza y desempleo- le abre una oportunidad múltiple. Por un lado, sostener una política que inició con el DNU que declaró “servicio público en competencia” a las empresas de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y tender así un puente de reconciliación con las telcos que quedaron heridas tras el DNU 690/2020. Aunque el caso tiene escasa difusión en un mercado donde hay intereses cruzados y el lobby se traduce a la pantalla de manera más o menos explícita, toda la industria de las telecomunicaciones está pendiente del tema. No sólo Alberto Pierri, el expresidente de la Cámara de Diputados reciclado en cableoperador que hizo su propia oferta por 55 millones de dólares -U$S 10 millones más que lo que pagará Disney- para quedarse con el 50% de los derechos de televisación y fue apartado de manera hasta hoy inexplicable por Tapia. También Héctor Magnetto, dueño de Telecom, de Cablevisión y de la mitad de TyC Sports, el único competidor de peso que le quedó al gigante ESPN-FOX. A ellos se suman los españoles de Telefónica, DirectTV -propiedad de la poderosa AT & T- y el magnate mexicano Carlos Slim. Verdaderos monstruos que operan en varios continentes a la vez, todos se quejan desde hace meses de la posición dominante de Disney, que se apoderó del 64% del mercado de señales deportivas por operador de televisión paga. La última semana, todo parece haber cambiado. Gerentes de multinacionales que tienen presencia en Argentina, hicieron presentaciones contra la fusión en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y esperan hace meses una definición se enteraron del criterio del Presidente por la nota de elDiarioAR. En el reino de la concentración, lo de la firma que capitanea en Argentina el habitual anfitrión de Mauricio Macri, Diego Lerner, les parece demasiado. 

El tema Disney tiene escasa difusión en un mercado donde hay intereses cruzados y el lobby se traduce a la pantalla de manera más o menos explícita. Pero toda la industria de las telecomunicaciones está pendiente de lo que decida Fernández.

Fox Sports, Fox Sports 2, Fox Sports 3, ESPN, ESPN 2, ESPN 3, ESPN+ y ESPN Extra pasaron a tener un sólo dueño y a concentrar la exclusividad de la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, la Champion League, la Europa League, la Fórmula 1 y los Grand Slams. Además, lograron extender el contrato con la AFA hasta 2030 y ganarle la batalla a TNT Sports, propiedad de Turner Internacional. Desde ese poderío inigualable, Disney puede imponer condiciones en la negociación con los cableoperadores y presionar por el aumento de los abonos.  

La fusión se convirtió en los últimos días en un tema que penetró en El Calafate, el lugar en el mundo de Cristina Fernández de Kirchner. Según pudo saber elDiarioAR, el Presidente y su vice no tienen diferencias en este punto: desoyen a los ministros y funcionarios que quieren santificar la operación y acordar rápido con Disney y consideran que la megafusión no puede pasar. De ser así, será una derrota de un lote de funcionarios entre los que en el propio oficialismo ubican a Sergio Massa, Santiago Carreras y Francisco Meritello. Hay algo más: Alberto también quiere retomar a su manera una vieja discusión y demostrarle a Cristina que no hace falta una Ley de Medios para intervenir en el mercado.  

La fusión se convirtió en los últimos días en un tema que penetró en El Calafate, el lugar en el mundo de Cristina Fernández de Kirchner. Según pudo saber elDiarioAR, el Presidente y su vice no tienen diferencias en este punto.

Si la secretaría de Comercio, Paula Español, finalmente toma una decisión en base al dictamen que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia difundió en noviembre pasado, Fernández tendrá además la posibilidad de trazar una política en contra de la concentración y dificultar el incremento de precios en el sector. Además, podrá difundir cuatro partidos del campeonato local por la pantalla de la televisión pública, algo que Disney -como Turner- estaría dispuesta a ceder en busca de no desinvertir. En un año electoral que empieza otra vez con rebrote del COVID-19, recesión y alta inflación, el fútbol puede funcionar como placebo para millones de personas que están hastiadas de casi todo.  

El dictamen de la CNDC se basa en en el artículo 14 de la ley 27.442 de Defensa de la Competencia -sancionada durante el gobierno de Cambiemos- y muestra antecedentes de países donde la fusión Disney-Fox fue desautorizada. El más notable es el de Estados Unidos, donde el 23 de septiembre de 2019 el Departamento de Justicia de Estados Unidos acordó con las empresas la desinversión de todos los activos asociados a 22 señales deportivas regionales que pertenecían a Fox, 21 de las cuales fueron adquiridas por el grupo multimedios Sinclair Broadcast Group. La red regional correspondiente a Nueva York fue adquirida por un conjunto de inversores, entre los que se encontraba la propia Sinclair, los NY Yankees, Amazon y Redbird Capital.

2021 comenzó con problemas y la vuelta de página que pretendía dar el gobierno se enfrenta a un crecimiento de casos para los que no tiene remedio. Más de 45 mil muertos es una cifra que despabila por un día a parte de una sociedad anestesiada y vencida. Pero golpea de fondo sobre las proyecciones optimistas, obliga a revisar la erradicación del gasto COVID que decidió Martín Guzmán y complica el ajuste en el año electoral. Frenado el aumento en las prepagas hasta nuevo aviso, Santiago Cafiero negocia con los prestadores de salud para entregarles un ATP bajas calorías antes de febrero. Se estudia el pago de un REPRO recargado que pasaría de los 9 mil pesos actuales por empleado a unos 18 mil pesos, casi dos tercios de un ATP para el sector. 

Frenado el aumento en las prepagas hasta nuevo aviso, Santiago Cafiero negocia con los prestadores de salud para entregarles un ATP bajas calorías antes de febrero.

Si el Instituto Gamaleya libera a tiempo las vacunas que necesita Fernández con urgencia, Aerolíneas Argentinas deberá organizar por lo menos seis vuelos más a Rusia para traer las 4,4 millones de dosis de la Sputnik V. Según dicen en Casa Rosada, hay aviones que tienen capacidad para trasportar hasta 800 mil dosis, pero son los menos y un vuelo regular puede trasladar 500 mil. La negociación por la vacuna del laboratorio chino Sinopharm, que el Presidente esperaba para fin de mes, se mudó a la órbita de Ginés González García y el precio de cada dosis parece ser el impedimento. Argentina no quiere pagar más de 19 dólares por cada vacuna. Del total de 22,4 millones de dosis -11,2 millones de vacunas- que el gobierno le compró a AstraZeneca, en marzo podrían llegar entre 4 y 5 millones de dosis. Pero los especialistas dicen que, para que el efecto inmunológico se sienta, hacen falta 24 millones de personas vacunadas. 

La peste ilusiona a los gobernadores que promueven la suspensión de las PASO y en Casa Rosada no descartan que, si los números siguen siendo malos, el Presidente vuelva a darle curso al proyecto que Máximo Kirchner frenó en seco. Un escenario con desborde sanitario le impediría también a Juntos por el Cambio seguir aferrado a unas primarias que sus propios votantes rechazan. Por algo, dicen, el PRO empezó una campaña de afiliación. 

Con la inflación en alza, seis aumentos de la nafta autorizados para YPF desde agosto y la licuación de Precios Máximos, el poder adquisitivo vuelve a verse resentido y la consigna de Cristina -alinear salarios y jubilaciones con precios y tarifas- queda más prueba como nunca. El IPC de diciembre confirmó que el ajuste se impuso en 2020 y los jubilados perdieron en todas las comparaciones: no sólo con respecto a la fórmula inviable de Macri, que les hubiera permitido recuperar algo, después de perder de manera escandalosa durante los dos últimos años del egresado del Cardenal Newman. También en relación a la inflación anual, donde hasta los jubilados que ganan la mínima cayeron derrotados.

El IPC de diciembre confirmó que el ajuste se impuso en 2020 y los jubilados perdieron en todas las comparaciones. También los salarios cayeron en noviembre y marcaron el segundo peor registro de los últimos 11 años.

La Defensoría de la Tercera Edad remarca el contraste entre el optimismo de los funcionarios del gobierno durante 2020 y los datos que muestran ahora que los haberes mínimos perdieron 0,6% y los máximos un 8,7%. Para Eugenio Semino, el dato sólo sirve para ratificar la falta de credibilidad de los políticos argentinos y pone en evidencia el nivel de improvisación con el que se hacen declaraciones, como si la palabra oficial no tuviera valor. Aún si hubieran superado la inflación, afirma, no hubiera habido un cambio significativo porque el problema es que lo que cobran los pasivos no alcanza: en diciembre de 2020, el 70% de un total de 7 millones de personas percibió 19 mil pesos, la misma cifra que en el último año de Macri, cuando recibieron una suma extraordinario de 5 mil pesos. Semino reclama ahora en soledad un bono de 10 mil pesos para los jubilados. 

Mientras el Fondo y sus voceros locales piden por la reducción del déficit a cualquier precio, Guzmán se fija como objetivo reducir la inflación y los Fernández tienen el enorme desafío de impedir que los ingresos se sigan licuando, como viene sucediendo desde hace tres años. Desde el Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma, advierten con preocupación que el salario real volvió a caer en noviembre de acuerdo al índice Remuneración Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE ) -1,3% vs 3,2% de inflación- y marcó el segundo registro más bajo de los últimos 11 años. Sólo el último diciembre de Macri fue peor en ese sentido, pero la tendencia preocupa porque el RIPTE rige en parte la nueva fórmula previsional y anticipa que haberes y asignaciones sociales pueden volver a perder en 2021. La soja puede tocar el cielo y ayudar a paliar la falta de dólares, pero la demanda que impulsa el crecimiento no podrá despegar si no hay un impulso del gobierno.