De la mano de “La Popular”, Rodríguez Larreta quiere hacer pie electoral en las villas y asentamientos
Dos ministras larretistas se sientan a la mesa con Elvis. Ellas son María Migliore, de Desarrollo Humano y Hábitat, y Clara Muzzio, de Espacio Público e Higiene Urbana. La mesa está ubicada en la vereda del local de comida peruana que Elvis abrió en 2018. Antes de convertirse en su propio jefe dentro del barrio Rodrigo Bueno, en la Costanera sur, Elvis trabajó nueve años para el local de sushi palermitano Osaka. Ahora, maneja su restaurante en el barrio humilde en el que vive. “Pese a la pandemia y el bajón económico, me está yendo bien. Arreglé con las app de delivery. Además viene mucha gente de afuera a comprar. Se vienen desde Núñez porque saben que en esta calle hay policías y no les van a robar”, les comenta Elvis a las dos ministras porteñas.
En breve, el local de sushi y ceviche se va a mudar al barrio nuevo, a unos 200 metros de distancia de su ubicación actual. En Rodrigo Bueno, en el extremo sur de la Reserva Ecológica, viven unas 3 mil personas, repartidas en 600 viviendas. El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta construyó un bloque de edificios, frente a la villa histórica del barrio. Con el acuerdo de los vecinos, demolió 225 casas, abrió tres calles y proyecta la creación de una plaza llamada Mercedes Sosa. Este jueves 13 de mayo se concretó y celebró la mudanza de la familia número 400 del barrio histórico al barrio nuevo. De ahí, la presencia de las ministras Migliore y Muzzio.
Los vecinos de Rodrigo Bueno acceden a sus nuevos departamentos a través de créditos blandos provistos por el Instituto de Vivienda de la Ciudad. Hay 172 viviendas ya terminadas que todavía no fueron ocupadas por los vecinos del barrio histórico. El restaurante de Elvis se relocalizará en los próximos meses: quedará instalado a golpe de vista del río, sobre una calle amplia que el larretismo quiere convertir en un corredor gastronómico.
El objetivo del alcalde porteño es que esa zona ubicada al lado de la Reserva se transforme en un polo turístico parecido a Caminito. El plan es que la obra esté terminada en 2023. Antes de las elecciones presidenciales, más específicamente. “Me dieron una mano enorme, acá el cambio que hubo fue muy positivo”, le agradece Elvis al larretismo.
La ministra Migliore niega que se trate de la “villa boutique”, como desdeñan desde la oposición. “Si bien este barrio tiene una escala baja, estamos con procesos similares en la Villa 20, el playón de Chacarita, la 31, la 21 y la 24”, se jacta mientras recorre las obras en marcha dentro de Rodrigo Bueno.
María Migliore a su vez es la ideóloga de “La Popular”, el partido con el que el larretismo busca hacer pie en las villas y los barrios pobres de la Capital. Con un pasado peronista y de trabajo junto a los curas villeros de la Capital y el conurbano, es la embajadora de Rodríguez Larreta en el mundo de las organizaciones sociales.
La agrupación que nació como un experimento político, impulsado por los (pocos) funcionarios porteños que tienen contactos con punteros y dirigentes sociales, ahora suma banca y recursos oficiales. El perfil del armado choca con el aire ideológico que se respira en el PRO. Y por eso mismo Rodríguez Larreta está interesado en que crezca: el alcalde busca ampliarse. Tanto Larreta como su vice, Diego Santilli, ya le dieron su bendición al nuevo espacio. Los militantes territoriales opositores, vinculados a Barrios de Pie y otras ramas del kirchnerismo, acusan al gobierno porteño de bajarle recursos discrecionalmente.
La Popular tiene su base principal en la Comuna 8, de Villa Lugano, Soldati y Riachuelo, donde busca ordenar la vieja tropa y engrosarla con militantes sub-30. En el borde más sur y pobre de la Ciudad, la 8 fue, junto con la 4, la única comuna donde Juntos por el Cambio perdió ante el Frente de Todos en 2019.
Desde sus redes, La Popular llama a “militar por la integración para transformar la realidad de los sectores populares”, recuerda a Eva Perón en el aniversario de su nacimiento y al cura villero Carlos Mugica, a 47 años de su asesinato.
El armado del espacio también incluyó a Juan Maquieyra, quien hasta hace dos meses presidió el Instituto de la Vivienda de la Ciudad. Del IVC, Maquieyra pasó a ser el jefe de asesores de Rodríguez Larreta. Y por estos días organiza un ámbito de capacitación para jóvenes militantes, con la venia del Papa Francisco. Otro de los responsables del espacio es el sucesor de Maquieyra en el IVC, Gabriel Mraida, quien profesa el evangelismo y es hijo de un pastor muy popular entre los cristianos. Y el joven Christian Werle, ex director de Desarrollo Habitacional del IVC, actualmente en el Ministerio de Migliore.
Una de las piezas clave del armado de La Popular en el sur de la Ciudad es Gabriel Salas, ex titular de la Unidad de Gestión e Intervención Social (UGIS), la gran caja de la obra pública porteña, cuyo padrino político es Carlos Grosso. En Soldati, Salas juega su interna con Gustavo Mola, radical y hombre de Daniel “Tano” Angelici.
Con la creación de La Popular, el gobierno porteño busca capitalizar la gestión realizada en villas y asentamientos, como en Rodrigo Bueno. Días atrás, una huerta comunitaria llamada La vivera orgánica firmó un acuerdo con el Hilton de Puerto Madero. El hotel se comprometió a comprarle plantas y verduras a la cooperativa. La vivera está administrada por 14 mujeres, con Elizabeth Cuenca a la cabeza. Todas viven en el barrio, a pocos metros del predio en el que plantan y tienen la huerta agroecológica. “Estamos charlando con varias empresas para venderles flores, plantas y encargarnos de la parte del paisajismo. Cuando vuelva el turismo, también podemos acordar visitas a nuestra cooperativa”, se entusiasma Elizabeth.
En la misma línea, el gobierno porteño sancionó la ley de Promoción a la Economía Social y Popular, en diciembre de 2020. Su meta es facilitar el acceso a créditos para la compra de tecnología y beneficios impositivos que sirvan para la formalización de los habitantes de villas y asentamientos.
El armado de La Popular no fue pensado para que tenga participación, aunque sea minoritaria, en las próximas legislativas. Su rumbo era más bien el 2023. Pero cerca de Migliore ahora dudan si no es momento de pelear por algún lugar expectantes en las listas porteñas para los militantes del nuevo espacio.
En las últimas semanas, se recargó su agenda de actividades. La tropa del partido realizó un taller de capacitación laboral en el Centro Cultural Sabina Olmos, en Villa Lugano. También, una recorrida para difundir prácticas de cuidados contra el Covid-19, nuevamente en Lugano, con la compañía de un funcionario cercano a Fernán Quirós, el subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria, Gabriel Battistella. El 1° de mayo, La Popular eligió hacer base en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, con un almuerzo al aire libre. Días después, tanto La Popular como Rodríguez Larreta evocaron la figura de Eva Perón.
AF
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