Bullrich lleva su “Guerra sin cuartel” a Córdoba y pasa revista a candidatos
La exministra de Seguridad llevó su evangelio a la provincia del macrismo permanente. El tour de Patricia Bullrich empezó este viernes en Villa Allende, ciudad gobernada por el PRO desde hace seis años. Estuvo acompañada por el intendente y exgolfista Eduardo “el Gato” Romero. Pegado a ambos estuvo el exministro de Turismo de Mauricio Macri, Gustavo Santos.
Actual presidente de la Fundación Pensar en Córdoba, Santos es uno de los precandidatos apadrinados por Macri y, por lo tanto, también por Patricia Bullrich. El expresidente pretende que Santos encabece la boleta de candidatos a senadores nacionales. Con sus preferencias por Santos y también por La Piba, preanotada para ir por una banca en la lista de diputados por la Capital, Macri empieza a develar una incógnita: ¿con qué intensidad planea tallar sobre las listas de Juntos por el Cambio? “Influir va a influir. Va a dar nombres y bochar algunos otros. Pero todavía no sabemos qué nivel concreto de involucramiento querrá tener”, afirmó uno de sus asesores en las oficinas de Olivos, ubicadas a tres cuadras de la quinta presidencial.
El dato que no encierra matices es que Bullrich trabaja como una suerte de vocera informal de Macri, con atribuciones temerarias que incluso exceden el discurso del expresidente. Por momentos, La Piba es más macrista que Macri.
“Creo que el PRO tiene muchos buenos candidatos. Gustavo (Santos), lo que tiene, es una capacidad muy interesante de juntar a 'la Docta' con el porteño. Una mezcla de dos elementos interesantes”, le dijo Bullrich al diario La Voz del Interior durante su recorrida por Villa Allende.
La presidenta del PRO agregó: “Pero hoy en día todos tenemos que entender que, si tenemos que pasar por un proceso interno, lo tenemos que hacer todos. Por lo menos, nosotros creemos que la etapa en la que se elegía por encuestas, a dedo, se terminó. Todos tenemos que entrar en un mecanismo lo más democrático posible. Por eso, veremos cuáles son los procesos para el armado de listas”.
La afirmación de Bullrich trafica dos confesiones. Por un lado, cierta debilidad relativa de Macri, quien ya no puede imponer candidaturas desde la Capital como cuando era presidente. En 2019 ese decisionismo causó el quiebre de Juntos por el Cambio en Córdoba. El otro punto es que la coalición opositora necesita desesperadamente la continuidad de las PASO. Con varias figuras de peso en la pole position de las candidaturas, una primaria abierta y obligatoria sería un mecanismo ideal para zanjar las diferencias sin sangre. Las PASO podrían ordenar las ambiciones de los cambiemitas que pretenden ocupar un lugar tanto en la Cámara de Diputados (JxC renueva cinco bancas), como en el Senado (se termina el mandato del juecista Ernesto Martínez y de la macrista Laura Rodríguez Machado).
La lista de aspirantes a ocupar bancas incluye a Santos; a los diputados Luis Juez, Héctor Baldassi, Soher El Sukaria (vice del bloque PRO) y Mario Negri (jefe del interbloque de JxC); la saliente senadora Laura Rodríguez Machado, el exintendente de Córdoba Ramón Mestre y el concejal Rodrigo de Loredo, entre otros.
Sin el destilado de las PASO, el choque de ambiciones sueltas resultaría caótico. Los radicales Mestre y De Loredo podrían ir por una banca en Diputados, y el otro pelotón apuesta por una senaduría. Pero JxC estaría obligado a ensayar un equilibrio de poder entre los partidos que integran la coalición (PRO, UCR y la Coalición Cívica), más la paridad de género que rige por ley.
Bullrich aprovechará su visita a Córdoba para desplegar su proselitismo personal: presentará el libro Guerra sin cuartel, tal como ya lo hizo en la Costa Atlántica. Con su discurso manodurista siempre a mano, la exministra ya recorrió la Universidad Siglo 21 y se reunió con empresarios. Después desembarcará en Carlos Paz. El sábado continuará su agenda cordobesa con eje en la reivindicación de las fuerzas de seguridad.
AF
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