La interna en Juntos por el Cambio

Acusaciones cruzadas y peleas por cartel: Larreta y Bullrich aumentan la disputa discursiva y por sus armados

No hay puentes de diálogo entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. La disputa interna solo irá in crescendo hacia las PASO del 13 de agosto, ahora que comenzó formalmente la campaña, con las estructuras formalizadas en ambas orillas de Juntos por el Cambio.

Una muestra de esa polarización endógena fueron las últimas 48 horas. El jefe de Gobierno marcó un nuevo tono en su narrativa electoral al calificar el mandato de Mauricio Macri como “un fracaso”, y la ex ministra de Seguridad hizo lo que mejor le sale: contestar con dureza. Lo trató de “ventajero” y “oportunista”.

Ese cruce verbal que supone dos maneras de encarar los próximos 40 días de campaña serán escenificados este jueves. Buscando despegarse lo más posible del legado amarillo, Larreta compartirá un acto con su vice, Gerardo Morales, pero sobre todo con otro radical de peso en las provincias: el correntino Gustavo Valdés, hasta ahora un equidistante entre los dos presidenciables cambiemitas. Bullrich, por su lado, encabezará una jornada de presentación de sus precandidatos legislativos en todo el país, donde abundan dirigentes de fuerte perfil “halcón” o outsiders de la política.

Tensión en la interna

La flamante disputa Larreta-Bullrich estalló cuando el alcalde porteño afirmó que la ex ministra propone el mismo “modelo” que ya “fracasó” durante la administración de Macri entre 2015 y 2019. “Es la historia de la Argentina, llevamos 100 años de antinomias, peleas que el que no piensa como yo es el enemigo, que hay que matarlo, que el adversario político todo lo que diga está mal, que el Gobierno tiene que empezar de cero. Ese modelo fracasó, mirá cómo estamos hoy”, había encendido la mecha Larreta en una entrevista que dio el martes en La Red.

Hay límites en una campaña, es un ventajero total, no puede decir algo así de quien fue su jefe político durante tanto tiempo. Me parece muy deleznable

Consultado sobre si ese modelo es el que representa Macri, afirmó: “Es lo que intentó, yo propongo algo diferente. Que construyamos una nueva mayoría sólida y firme para impulsar algo en la Argentina que tenga gobernabilidad, pero para que el cambio se mantenga en el tiempo”. Luego tuvo que dar un paso atrás: “Yo no dije que el modelo Macri fracasó. Lo que dije fue que los cambios que no se mantienen en el tiempo y muchas de las cosas que él dispuso volvieron para atrás”, intentó desdecirse en radio Continental. Pero ya había metido el dedo en la llaga.

Bullrich, que hace de la verborragia incendiaria un atributo, eligió el diario Clarín para su descarga. “Hay límites en una campaña, es un ventajero total, no puede decir algo así de quien fue su jefe político durante tanto tiempo. Me parece muy deleznable”, lo acusó. “Es un oportunista que hace cualquier cosa por un voto”, completó.

Números y actos

La pelea discursiva que abrió Larreta parece cobrar sentido a la luz de las primeras encuestas que se conocieron tras el cierre de listas del sábado pasado. En dos sondeos distintos, Bullrich aparece encabezando la primaria opositora. 

Según la consultora CB, el binomio que armó Bullrich con el mendocino Luis Petri supera –aunque por muy poco– a la fórmula Larreta-Morales: 17,3% sobre 16,5%. La ex titular del PRO incluso aventaja al jefe de Gobierno en el ranking sobre “pisos y techos”: tiene un capital propio de 22,7 puntos y un techo de 48,3% Su rechazo es del 43,3%. Larreta está en desventaja en las tres categorías: 11 puntos de piso, un techo de 42% y un rechazo en 47,1%.

Larreta también arranca desde atrás según Proyección consultores, que se difundió ayer. El binomio de Bullrich alcanza en la foto actual 20,6 por ciento de los votos. El alcalde, 14,1%

“Hace dos meses venimos arriba”, expresó ayer a elDiarioAR un entornista de Bullrich, confiado en que los números de las encuestas son certeros. “Con una candidata que salió desde abajo estamos siendo muy competitivos”, explicó el operador. En la vereda de enfrente aseguran que la postal de los sondeos es exactamente al revés, y achacan que hay “una mayoría silenciosa” que apoyaría a Larreta, que no está reflejada en las encuestas. 

Los dos recientes informes estadísticos registraron que hay casi 7% de indecisos. Pero es un universo incógnito que podría agrupar no solo a opositores, sino también a potenciales votantes del oficialismo. Como sea, lo cierto es que la definición cambiemita está abierta y lo que sobresale es el cambio de narrativa Larreta, adoptando casi un ropaje halcón con el cierre de listas, dándole lugar preponderante a duros como José Luis Espert o Cynthia Hotton. “No hay desesperación. Hace dos meses que Horacio marca la agenda”, dijo a este medio un confidente del alcalde. 

Tenemos más estructura”, completó la voz larretista, en vistas a la agenda de campaña de esta semana. El martes dio su puntapié inicial en el conurbano, con un acto de presentación de su armado bonaerense desde Tres de Febrero. Este jueves intentará darle cierto toque “federal” para aprovechar la alianza que pactó con el radicalismo. 

Se mostrará en la ciudad de Corriente no solo con Morales –titular del centenario partido–, sino con el dueño de casa: el gobernador Valdés, que hace su propio juego equilibrista en la interna de JxC –. varias veces recibió a Bullrich en su provincia–, pero parece ya estar decidido para quién va a jugar.

Para contrarrestar las presentaciones de su rival, Bullrich juntará en Del Viso a sus precandidatos legislativos de todas las provincias. Principalmente se rodeará de los cabeza de lista para diputados y senadores nacionales, pero será una puesta en escena con los 300 postulantes que ficharon con ella. En solo cinco provincias habrá boleta de unidad entre la ex ministra y el jefe de Gobierno para el Congreso: Mendoza, Chubut, Entre Ríos, Corrientes y Chaco. Una muestra de que la pelea hacia las PASO será descarnada.

MC