—Si te llama Cristina para que te bajes, decile que vas hasta el final...
—Cristina no me va a llamar. La conozco hace 30 años y sé que no me va a llamar para que me baje...
Daniel Scioli, en su quincho museo de La Ñata, encabeza la mesa larga y responde sin dudar. Está un poco ronco por el acto que tuvo un rato antes, en el ND Ateneo donde reconfirmó que será precandidato a presidente en las PASO del Unión por la Patria (UP). La moneda está echada y aunque está molesto por el reglamento que le complicó los cierres en los distritos, defiende su derecho a competir. Repite el primario mandamiento peronista: el que gana conduce, el que pierde acompaña. Acompañará, lo sabe.
Horas después, como se contó en elDiarioAR, empezó un operativo contra reloj para conformar una lista de unidad que excluía a Scioli. Intervino Juan Manuel Olmos que, pasado el mediodía, le avisó a Santiago Cafiero -que a las 11.00 había estado reunido con Alberto Fernández en Olivos- que el acuerdo estaba casi cerrado. El canciller recibió el dato en la sobremesa del almuerzo que compartió con Scioli, Victoria Tolosa Paz y Aníbal Fernández, entre otros, para ajustar detalles del cierre.
Desde temprano, la preocupación era puntual: los gobernadores avisaban a Scioli y Tolosa Paz que no podrían llevar su boleta porque Cristina, en persona, les pedía que no. En ese momento, la variable que exploraban era armar una fórmula presidencial Scioli-Tolosa Paz y negociar la Y, para que no hubiera boleta contra Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Pero, al rato, llegó la confirmación del acuerdo y, a las 17:45, Alberto Pérez avisó por teléfono que la aventura Scioli 2023 estaba terminada. Si estaban todos de un lado, Scioli se corría. Pidió buen trato y no reclamó lugares.
Una voz al telefono
El domingo, el embajador voló a Brasil y, al atardecer, recibió un llamado de Cristina Kirchner. Hablaron durante 20 minutos. Fue una charla política, pero, además, un poco confesional. “Nunca, en 30 años, sentí una traición personal así”, le dijo el embajador a la vice, según relató Cristina a su entorno. “Tu llamado es una caricia al alma”, se descargó. Y, dolido, trasmitió la desazón por la bajada, el destrato de los compañeros con los que encaró la aventura de ir a una interna que lo ponía enfrente de Cristina, de todo el sistema K y, además, de gran parte del peronismo territorial. Cristina le propuso que se reúnan cuando el embajador regrese a Buenos Aires. Lo hará en los próximos días.
A pesar de eso, el jueves tuvo su acto de lanzamiento y, aunque dimensionó la complejidad del armado, dio por hecho que la PASO era inevitable. Sus principales socios así se lo trasmitían. El jueves a la noche, en La Ñata, confirmó esa voluntad. Ese fue el tono de la cena y la sobremesa que compartieron Scioli, Alberto Fernández, Victoria Tolosa Paz y Enrique “Pepe” Albistur, el canciller Santiago Cafiero, Alberto Pérez, Fabiola Yañez y Lorena Scioli, la hija del embajador, que se volvió una figura clave, en los últimos meses, en los movimientos políticos del exgobernador.
Fue Lorena la que, a través de su cuenta de Instagram, dio la misma pista y usó la palabra que luego, en la charla por teléfono, Scioli le mencionó a Cristina. “La traición”, dice el posteo de la hija del embajador.
Fernández, con su pareja, se retiraron de La Ñata a las 2 AM. Unas horas más tarde, a media mañana del viernes, se pactó la fórmula de unidad con Sergio Massa como candidato a presidente que, con las horas, sumó a Agustín Rossi de vice. “Se fue de acá a las 2 de la madrugada y doce horas después lo traicionó”, apuntó un colaborador del embajador.
En medio ocurrieron otras cosas, según relatan fuentes del entorno de Cristina y confirman cerca de Scioli. La propuesta inicial del cristinismo habría sido que Scioli encabece la lista de diputados nacionales por Buenos Aires, con Tolosa Paz entre los primeros cinco lugares y el canciller Santiago Cafiero como cabeza de lista nacional para el Parlasur. Antes de eso, Fernández ya había pedido que los lugares que él quería, sin vetos, sean para Tolosa Paz y Cafiero. Le ofrecieron, a Scioli, encabezar la lista de Parlasur y el embajador dijo que no. Al final, ese lugar lo ocupó Teresa Parodi. “Cristina pidió que sea primer candidato a diputado nacional. Olmos le dijo a Cafiero y la respuesta, Alberto mediante, fue que quería a Tolosa y Cafiero de diputados. Que Daniel vaya al Parlasur”.
Una versión bis, con usina sciolista, indica que Máximo Kirchner propuso que Scioli sea el quinto diputado, escalón en el que finalmente firmó Cafiero. El canciller, exfuncionario de Scioli en la provincia, fue el encargado de trasmitirle el acuerdo que lo dejaba fuera de la carrera presidencial. Pero una fuente íntimamente ligada a la negociación aseguró que no existió ninguna oferta por parte del kirchnerismo para que el exgobernador vaya como diputado nacional.
Este lunes, Scioli recibió en Brasil a Alberto Fernández que viajó para participar de la ceremonia por los 200 años de la relación diplomática entre ambos países. En su discurso en Aeroparque, Cristina contó que había hablado con Scioli y lo elogió.
PI