CRÓNICA

“Esto quiere decir que estamos podridos de los políticos”: voces que van de la sorpresa al miedo tras el batacazo de Milei

15 de agosto de 2023 08:44 h

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Javier Milei comió simpatizantes de todas partes. “Comió”, dicen los analistas políticos. Un empleado de correo de Villa Soldati que tiene 51 años dice que el resultado no le sorprendió. Siente esperanza de que todo cambie. Un compañero de trabajo, de 46, cuenta que la situación le genera mucha incertidumbre: “Han pasado sólo horas desde que ganó y se modificó bastante la economía del país”. El que está sentado a su lado y tiene 35 retruca que el resultado es lo esperaba, más con orgullo que con previsión: “Veo un buen futuro para la Argentina”. 

Cruzando el Riachuelo, en Avellaneda, una familia que va junta a todos los partidos de Independiente no acuerda. La hija de 41 pensaba que el peor escenario era que ganara JXC, que Milei no podía quedar primero a nivel nacional. “Ahora me da un poco de miedo, porque con todos los derechos que venimos ganando, creo que esto es terrible. No lo esperaba”.

El padre, ex empleado de la Caja de Valores que tenía una remera del Che Guevara en sus veintis, le responde que todo cambio siempre se resiste: “Nos incomoda y, seguramente nos da miedo, pero miedo es una palabra demasiado grande. También tengo miedo hoy de salir a la calle, de no llegar a fin de mes. Creo que en Argentina vivimos con miedo”. Dice que -a sus 63 años, y habiendo votado desde el año 83 tantas veces- entiende y acepta que haya una parte de la sociedad quiera un cambio radical. “Si es verdad o mentira lo que el candidato dice será cuestión de probarlo. La verdad es que siempre respeté las opiniones populares así que no veo por qué no respetarla en este momento”. Su otro hijo, de 22 años, no esperaba un resultado de alrededor del 30% de los votos para Milei, pero no le asusta. No está de acuerdo con las formas de “este personaje”, ni la manera de comunicar que tiene, pero miedo no. Miedo no le tiene. 

Agustín es de Ciudadela, tiene 25 años, estudia psicología en la UBA, habla en inclusivo. Tuvo una noche larga y una mañana desoladora. “Las propuestas de Milei implican retroceder décadas en la conquista de los derechos que costaron tantas vidas al pueblo argentino”. La tranquilidad la encuentra en su grupo de amigxs, “aunque con miedo por la vuelta de la violencia exacerbada, los discursos de odio y un negacionismo histórico anti popular”. Siente que “algunes votan con odio a costa de borrar la memoria colectiva, los derechos ganados y perder soberanía. Bancan a un hombre incoherente de cabellera divertida que dispara odio a mansalva”. Ayer ganó el rencor, dice Agustín, “el odio de clase, la supremacía blanca y patriarcal, el machito violento, la anti-política, la anti-ciencia y el anti-derechos, pero también el hartazgo por falta de representatividad a ciertos sectores y una economía profundamente deteriorada donde la inseguridad se incrementa, y los medios de comunicación hegemónicos bombardean”. 

Otro estudiante, de 20 años, votó a Milei en Bahía Blanca. Dice que este resultado sorprendió incluso a sus votantes. Que la gente está cansada de lo mismo. “Me parece correcto seguir los pasos de países prósperos, en lo que él basa su discurso y su actuar”. Lo llama Javier Gerardo Milei, como figura en el DNI. No cree que haya sido voto bronca, estima que “eso será un 5%”. A los 20 años espera que cumpla con lo que propone “por ejemplo la libertad de comercio”.   

Facundo tiene 16 años, es de San Martín, y votó por primera vez. Lo aplaudieron en la mesa y le dio vergüenza. Dice que le da miedo que gane Milei : “No quiero que le saquen la jubilación a mis abuelos”.

Al norte de la provincia de Buenos Aires, en Martínez, partido de San Isidro, dice una jubilada de 78 años que el resultado de las elecciones le pareció bueno, le gustan los liberales. Ella no votó a Milei, pero no está en desacuerdo: “Lo importante era no darle el voto a este gobierno, llámese Massa, porque nos hundió en la miseria”. Su marido se presenta como “profesional recibido universitario”. Dice que “el acto comicial” lo sorprendió muchísimo“. ”No estoy muy lejos del pensamiento de Milei, pero él me da miedo. A las ideas de Milei llevadas por alguien más cuerdo las apoyaría“. 

Prueba y error

Parece que el problema no son las ideas tampoco para dos docentes jubiladas de zona norte. “Yo no lo voté”, corean, “si la gente lo votó fue para darle una oportunidad, para decirle basta a todos los políticos viejos”. Un cambio tenemos que tener, dicen, “quizás lo que necesite el pueblo argentino es un poco de rigor, que tenga mano firme”. Hablan de que Argentina no tiene dólares, aunque no puedan comprar con lo que les queda de jubilación. “Me parece fantástico -dice una de ellas- que la gente se animó a dar el paso de poner a este tipo, con la incertidumbre que nos genera”. No lo votaron, pero están contentas. “Si llega a ser presidente será una vez, y si es malo, no lo será una segunda vez”. Prueba y error. “Esto para mí quiere decir que estamos podridos de los políticos, me dio una alegría que se hayan dado cuenta que no son los dueños de la Argentina. Yo lo que veo es que había más incertidumbre antes de votar a Milei”.

Ana también es jubilada, pero sigue trabajando como empleada doméstica para pagar el alquiler de un monoambiente en San Cristóbal. Se imaginaba que iba a ganar Milei. No le gusta nada él, “pero peor que los otros no va a ser”.

En la Argentina, el Código Nacional Electoral establece que los extranjeros residentes en el país no pueden participar de las elecciones nacionales, pero sí están habilitados para participar de las provinciales y legislativas. A. es mexicana, cientista social, trabaja en supervisión de obra pública en la provincia de Buenos Aires. Vive en San Telmo, tiene 31 años y milita en el feminismo comunitario antirracista. Ayer no pudo dormir, hoy le duele la cabeza. “Argentina ha sido mi amparo, mi refugio, mi hogar”, apunta. “Mi apuesta es el acceso a los derechos, la organización de los colectivos, el encuentro, este país siempre ha sido como un puntero ideológico con respecto a la justicia social, a la justicia ambiental, a las organizaciones, a la libertad de expresión, a poder encontrarnos en las calles, a poder entendernos como una ciudadanía activa, que se involucra, que participa”. Dice que todo eso hoy no está. Que viniendo de un lugar donde no podes salir a la calle, donde no podes hacer ocupación de los espacios público, tiene la sensación de que “vamos a tener que aguantar cuatro años de mucha lucha, de mucha sangre, de mucho hambre, de mucho cuerpo, que generalmente no lo ponemos quienes tenemos privilegios, lo ponen los compañeros y compañeras de las clases más trabajadoras”. Dice que hoy Argentina empieza a tener las mismas condiciones por las cuales tuvo que dejar su país, le preocupa la justicia ambiental, y las comunidades que pagarán las consecuencias. 

Agustina Grasso es periodista ambiental, directora del documental T.R.A.S.H y del portal de Escritura Crónica. Dice que el escenario actual de este giro es muy preocupante en materia ambiental porque el principal candidato es un negacionista climático. “En vez de avanzar hacia una agenda ambiental como Argentina estaba proponiendo de cara a ciertos objetivos internacionales a los cuales se comprometió, atrasa, no sólo en la situación a nivel país sino regional. Además, estamos en un momento en que se están buscando acuerdos internacionales de cooperación”. 

D. es una urbanista alemana, hace cuatro años que está en Argentina y no encuentra trabajo. Vive en Balvanera. Vino porque se enamoró. Cree que los votos para Milei son una expresión de descontento general, especialmente de los jóvenes, que lo perciben como una alternativa sólo porque propone algo diferente. Dice que son propuestas muy populistas y que eso es muy atractivo, en eso ve muchos paralelismos con la derecha en Europa: “Soluciones fáciles a problemas complejos”. D. cree que hay que tener mucho cuidado, “yo veo bastantes tendencias políticas antidemocráticas, hay que tener mucho cuidado, repite, en proteger la democracia. ”Sí, todas las perspectivas y opiniones son válidas, pero siempre y cuando ocurran dentro del marco democrático, de los DDHH, de la Constitución“. 

MR