Mientras las organizaciones piqueteras de izquierda realizan esta mañana una segunda manifestación por las calles del microcentro porteño en siete días, en el Gobierno aseguraron que habrá una nueva convocatoria de reunión para la semana próxima.
El encuentro con las agrupaciones que integran la llamada Unidad Piquetera –donde el Polo Obrero es de las más representativas– se prevé para el miércoles 22 por la tarde, según adelantaron a elDiarioAR desde el Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Juan Zabaleta.
Se concretaría así la reunión que estaba prevista para ayer, y que se suspendió porque el ex intendente de Hurlingham viajó a Paraguay para una cumbre con sus pares del Mercosur. En el ministerio aseguran que se les dio aviso a las organizaciones sociales de la agenda del funcionario ya el fin de semana y los invitaron a reunirse hoy, cosa que las organizaciones piqueteras no habrían aceptado. Denunciaron que Zabaleta los plantó y por eso decidieron salir a marchar este jueves con dos columnas: desde el Obelisco y desde el cruce de Independencia y 9 de Julio hacia la sede de la cartera.
El jueves pasado habían realizado una enorme movilización desde tres puntos distintos de la ciudad que también finalizó en la avenida principal del microcentro, pero que tuvo momentos de tensión sobre el Puente Pueyrredón.
“El martes por la noche nos anunciaron que el ministro no iba a estar. Evidentemente más allá de sus apariciones mediáticas acusando a las organizaciones de 'hacer política' y diciendo que no hay necesidades insatisfechas por el Ministerio que él dirige, el ministro ha faltado a su palabra mintiéndole a todo el país”, dijeron en un comunicado desde la Unidad Piquetera.
En Desarrollo Social entienden que las protestas tienen “carácter político” y justifican su argumento en que las organizaciones “ya tienen un plan de lucha votado de antemano”. Desde el Polo Obrero, Eduardo Belliboni adelantó que el plan de lucha piquetero que se votó en un plenario, y que comienza este jueves, continuará el próximo 25 y 26 de junio en el Puente Pueyrredón, “con acciones contra los gobernadores de las 24 provincias”, y concluirá en la semana del 11 de julio, con una fuerte medida “que puede ser un acampe nacional”.
Ya entre marzo y mayo pasados las organizaciones piqueteras llevaron adelante dos acampes sobre la 9 de Julio y una marcha federal que conectó Ushuaia y La Quiaca con Buenos Aires. Entre el rosario de reclamo de las agrupaciones sociales está la apertura de los programas sociales, el aumento del programa Potenciar Trabajo (hoy en 16.500 pesos, pero que llegará en julio a $ 22.770 y en septiembre a $ 23.925), la asistencia integral de los comedores populares, un salario mínimo de 100 mil pesos y la libertad de acción para los beneficiarios de los planes, para que puedan elegir la unidad ejecutora en la que prestan sus servicios.
Las organizaciones consultadas por elDiarioAR cuestionan el manejo que hace del programa Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita y secretario de Economía Social dentro del ministerio y quien también ha participado de las innumerables reuniones de Zabaleta con los piqueteros. Y descreen de la intención oficial de “reemplazar planes por trabajo genuino”, bandera del Presidente.
Ayer en Paraguay el propio Zabaleta volvió a insistir con esa idea. En la XXXVIII Reunión de Ministros y Autoridades de Desarrollo Social del Mercosur (RMADS) que se realizó en Asunción, planteó los lineamientos generales de las políticas llevadas adelante por su gestión, hizo hincapié en la necesidad de transformar planes sociales en empleo genuino e invitó a los ministros de los países participantes a que se sumen a la iniciativa, a través de las empresas de sus banderas que tengan actividad en Argentina, según consignó la agencia Télam.
“Después de la pandemia, donde nuestra política estuvo muy enfocada en garantizar la alimentación, estamos poniendo el eje en el trabajo y la redistribución del ingreso”, dijo Zabaleta, hombre cercano a Alberto Fernández y de apertura dialoguista en medio de la interna oficialista. De hecho, hace unas tres semanas se reunió a solas con Cristina Kirchner. “Fortalecimos programas de inversión social en maquinarias y herramientas, el traspaso se planes al empleo genuino, y la urbanización de barrios populares que recibió fondos del Aporte Solidario y Extraordinario a las Grandes Fortunas”, explicó a sus pares de la región.
Esta mañana, la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, en su habitual conferencia de prensa dijo sobre la protesta que “el Gobierno no hace promesas, sino que gobierna y gestiona” y respaldó a Zabaleta. Dijo que “el ministro está a cargo de la situación y tomando las medidas que correspondan, dialogando, pero también exigiendo que se cumplan algunos requerimientos que tienen que ver con las contraprestaciones con respecto a los planes sociales”. Y aseguró que el 3,5% del PBI se destina a políticas sociales, “con lo cual se sostiene y se incrementa la preocupación del gobierno en políticas sociales”, señaló.
Según el presupuesto 2021, el de Desarrollo Social fue de los más abultados de todo el Gobierno y el año pasado tuvo una ejecución de $522.369 millones. Casi la totalidad de esa masa de dinero –el 90,2%– fue destinado a solo dos programas: Políticas Alimentarias, con una partida de $244.789 millones, y el Potenciar Trabajo, con una ejecución de $226.557 millones.