En un discurso largo, que duró una hora y 25 minutos, Cristina Kirchner puso el foco en el rumbo económico del gobierno de Alberto Fernández y, sobre temas puntuales, hizo una serie “infidencias” para dar detalles, a veces que tienen que ver con los mecanismos y las relaciones políticas, sobre distintos procesos.
Hizo, en particular, tres y las mencionó como “infidencias” para explicar distintas cuestiones políticas, de vínculos dentro del gobierno y sobre mecanismos de relaciones.
El sugerido por Cristina
Una, que usó para cuestionar el modo en que Matías Kulfas conduce el área de Desarrollo Productivo, fue sobre las políticas para desarrollar en materia de control de precios. La vice contó que cuando ya sabía que Kulfas iría a ese cargo, sobre quien recordó que escribió “un libro contra nosotros”, le advirtió a Fernández sobre la necesidad de tener un manejo detallado del comercio.
Que le observó que en Comercio Interior, durante la gestión de Mauricio Macri, se había desactivado el dispositivo de control -citó a Miguel Braun, cuya familia es propietaria de la cadena La Anómina, dato que recordó para decir “a quien iban a controlar”- y que propuso a un “joven economista”, que consideró “bueno” y con experiencia en el tema de precios, para que vaya a ese cargo. Pero que Kulfas le dijo que no porque era un tiempo de “diálogo”.
¿Quién era ese joven economista que sugirió la vice? Hernán Letcher, actual director de la consultora económica CEPA, que presenta informes sobre evolución de precios y cadenas de valor. En su lugar fue la camporista Paula Español, luego reemplazada por Roberto Feletti. A ninguno de los dos los mencionó: a Español la citó como “una compañera” y a Feletti, que fue a ese cargo propuesto por ella, solo lo invocó diciendo que “no es el actual”, una referncia que generó alguna inquietud porque al funcionario, que no es un K puro, tiene empatías explícitas con la vice.
Fuentes oficiales dijeron a elDIarioAR que Kulfas nunca dijo “no iban a confrotar, que solo iban a dialogar”. “Ese diálogo nunca existió”, indicaron desde gobierno y explicaron que en noviembre del 2019; Letcher se reunió con Kulfas y se “ofreció” como secretario de Comercio Interior. Kulfas le dijo que ya tenía decidido que ese lugar lo ocuparía Español y le planteó a Letcher que “hable con ella para sumarse al equipo”. El economista habría dicho que no.
En el camporismo cuentan que hubo, antes de eso, una cena entre Fernández, Cristina y Máximo Kirchner donde se habló de Letcher como secretario de Comercio Interior, que al economista le dijeron que prepare un “plan” y cuando se lo llevó a Kulfas, ya estaba designada Español.
Lo que rechazó Máximo
Otra infidencia de la vice fue sobre una oferta que Alberto Fernández le hizo a Máximo Kirchner cuando Daniel Arroyo dejó el ministerio de Desarrollo Social para ser candidato bonaerense en las elecciones del año pasado. Cristina contó que Alberto le dijo al entonces jefe del bloque que proponía a Andrés “Cuervo” Larroque para reemplazar a Arroyo, pero que Máximo le dijo que no, que mejor se quedaba en el ministerio de Axel Kicillof en la provincia, y que para ese cargo vaya “Juanchi” Zabaleta.
La vice lo mencionó como argumento para refutar las críticas de que dirigentes de La Cámpora ocupan cargos de peso con “caja”. Habló de sectores que repiten ese planteo, muy presente en la política sobre los lugares estratégicos y con grandes presupuestos que ocupan dirigentes camporistas, y la vice contó el rechazo a que Larroque vaya a Desarrollo como un motivo de desinterés por “las cajas”.
Ese proceso fue más largo. Fernández lo habló con Máximo, éste lo charló con Larroque y con Kicillof, que unos meses antes se había quedado sin su ministra de Desarrollo, Fernanda Raverta, que dejó el gabinete bonaerense para asumir en la ANSeS luego del desplazamiento de Alejandro Vanoli. Cristina acortó el relato porque antes de la negativa de Máximo a que Larroque ocupara Desarrollo Social, hubo conversaciones al interior del dispositivo K y, luego de ese rechazo, apareció la opción de que Zabaleta, intendente de Hurlingham, que tuvo varios enfrentamientos con La Cámpora en su distrito. Hubo un efecto colateral: al asumir como ministro, Zabaleta pidió licencia como intendente, y su reemplazo fue el dirigente de La Cámpora Damián Selci.
La experiencia Wado
Cristina contó que elegir a Fernández como candidato fue una decisión “inteligente” y que su generosidad estuvo en permitir que este defina, según su criterio, con quienes integrar el gabinete. Ahí contó otra infidencia y estuvo vinculado a los vaivenes que hubo para el lugar que ocuparía Eduardo “Wado” De Pedro.
La vice contó algo que circuló en otro momento pero ella confirmó en el Chaco: que la opción inicial de Fernández fue que De Pedro sea su jefe de Gabinete, pero la Cristina le dijo que mejor no “porque le falta”. Entonces ella le propuso que vaya al Ministerio del Interior donde “pueda ayudar más”. “A la luz de los acontecimientos no me equivoqué”, afirmó la vice en Chaco.
Según relatan en el FdT, cuando el dato se conoció semanas después de la charla entre los Fernández sobre el destino de “Wado”, llamó la atención porque en todo momento, el presidente había planteado que De Pedro sería ministro del Interior, al punto que se hizo acompañar a varias provincias durante la campaña para estrechar relaciones con los gobernadores. Uno de esos encuentros fue en Córdoba, donde Fernández se reunió con Juan Schiaretti, encuentro a solas al que luego sumó a De Pedro.
PI