El juicio político contra los jueces de la Corte Suprema de Justicia puso en alerta a Juntos por el Cambio. El bloque opositor es el freno institucional que tiene en el Congreso la iniciativa del Gobierno: el Frente de Todos no cuenta con los dos tercios de los votos necesarios en los recintos de Diputados y Senadores. Pero la maniobra de desgaste a los magistrados que el oficialismo ensayará en la comisión de juicio político –el primer paso del debate– obliga a los opositores a preparar un contraataque.
Será la comisión, entonces, el campo de batalla. Allí el kirchnerismo tiene una mayoría ajustada para iniciar el expediente contra Horacio Rosatti y el resto de los cortesanos: del total de 31 miembros, 16 son del FdT, 14 de JxC y el restante del Interbloque Federal.
La mínima diferencia a favor le da aire al Gobierno para llevar las riendas del debate, que incluye la posibilidad de citar a declarar a los “imputados”, llamar a “testigos” o pedir distintas medidas de prueba. Pero la oposición no quiere dar el brazo a torcer tan fácil, según recogió elDiarioAR de fuentes parlamentarias.
En JxC ya comenzaron a delinear qué rol tendrán, asumiendo la “defensa” de la Corte. Caminos posibles serían aprovechar la apertura de la comisión para insistir con los pedidos de juicio político ya presentados contra funcionarios del FdT o –una jugada más drástica– directamente vaciar el debate en Diputados.
La semana pasada hubo diálogos directos entre los principales legisladores que integran la comisión. Con varios dirigentes de vacaciones en la costa atlántica o en sus provincias de origen, las conversaciones fueron vía chat y Zoom. Distintas fuentes coincidieron en que fueron “informales”. Esta semana profundizarán el debate al respecto.
En el intercambio virtual participaron –entre otros– el lilito Juan Manuel López, que es vicepresidente de la comisión, segundo detrás de la oficialista Carolina Gaillard; Mario Negri, jefe del bloque de la UCR y que hace las veces de secretario del cuerpo; y Omar de Marchi, diputado del PRO, también secretario de la comisión y vicepresidente primero de la Cámara baja.
Son tres figuras de peso en la trama opositora, lo que también revela el interés de la coalición cambiemita en el devenir del jury. Detrás de ellos está la mesa nacional de JxC, atenta a la jugada parlamentaria. “Tuvimos conversaciones informales entre los diputados que integramos la comisión, pronto vamos a definir un esquema de reuniones. Hay mucha tela para cortar sobre qué hacer, aunque obviamente no vamos a convalidar el juicio político a la Corte”, apuntó uno de los diputados protagonistas.
Una posibilidad que tenemos es pedir que se abran todos los pedidos de juicios políticos vigentes
Completan el mapa de opositores de la comisión los radicales Manuel Ignacio Aguirre, Ximena García y Francisco Monti, y los amarillos Pablo Tonelli, Graciela Ocaña, María Luján Rey, Alejandro Finocchiaro, Sabrina Ajmechet y Álvaro González –también secretario en la comisión–. Además están Paula Oliveto, de la Coalición Cívica, y Carla Carrizo, del radicalismo referenciado por Martín Lousteau. El único no cambiemita es el lavagnista Alejandro “Topo” Rodríguez (jefe del Interbloque Federal), que ya manifestó por su cuenta el rechazo al juicio político.
La estrategia opositora está en gateras y se acelerará desde este lunes. Más teniendo en cuenta que ya la semana próxima volvería a abrirse el Congreso por el llamado a extraordinarias del Presidente, que se prevé para la segunda quincena del mes. La Casa Rosada confirmó que el juicio político será uno de los puntos del temario parlamentario.
Desde ese momento, el oficialismo puede convocar a la primera reunión de la comisión para votar si es válido darle curso al proyecto de enjuiciamiento político. Recién entonces, se abre una ventana de 60 días máximos para hacer el “sumario” del expediente acusatorio.
Otro de los diputados opositores más encumbrados admitió a elDiarioAR que está “estudiando” al detalle el tema. Sin embargo, ya hay algunas líneas gruesas de trabajo por dónde podría ir su “defensa”.
El reclamo por otros juicios políticos
“Una posibilidad que tenemos es pedir que se abran todos los pedidos de juicios políticos vigentes”, manifestó una de las espadas de JxC. Ratificó una intención opositora que este diario ya adelantó días atrás, lo que podría derivar en una escalada de consecuencias inciertas: una “caja de Pandora” que impacte en todo el sistema político.
La oposición tiene con qué contraatacar. Solo en diciembre pasado ingresaron siete proyectos de jury, todos hacia funcionarios del Gobierno por supuesto mal desempeño: cuatro al jefe de Estado, uno a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, y dos al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. En todo el 2022 hubo 17 proyectos de resoluciones, 16 apuntando a miembros del FdT, incluyendo al ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el canciller, Santiago Cafiero.
Solo en diciembre 2022 ingresaron siete proyectos de jury, todos hacia funcionarios del Gobierno por supuesto mal desempeño: cuatro al jefe de Estado, uno a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y dos al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández
Esa estrategia tiene dos puntos débiles importantes, que los admiten en los propios despachos opositores. Uno es que el oficialismo tiene mayoría en la comisión para bloquear esas iniciativas; de hecho, la única reunión de la comisión fue en mayo pasado, para su constitución. El otro es que esos pedidos de jury no van a estar contemplados en el temario de sesiones extraordinarias, que siempre son cerrados, al menos hasta el 1 de marzo, que se inician las ordinarias.
La jugada de JxC sería solo para contrarrestar el fuego dialéctico que el oficialismo encenderá contra el grupo de magistrados. “Claramente es para hacer ruido. Porque si se abre el circo, y nosotros decidimos ir, no nos vamos a quedar callados”, aseguraron en una de las facciones cambiemitas más importantes.
Un apéndice en la trama de la “caja de Pandora” es la posibilidad de que el oficialismo también habilite un jury que en 2021 firmó Elisa Carrió y su bloque parlamentario contra Ricardo Lorenzetti. Lo acusaron de irregularidades administrativas y presupuestarias mientras era presidente de la Corte. ¿Buscarán abrir una cuña JxC? En la Coalición Cívica ya rechazaron la movida.
El camino alternativo de JxC sería directamente ausentarse a la comisión, rechazando la legitimidad del debate. “Los dejaríamos solos a ellos”, explicó un vocero. Pero el riesgo ahí es que el ataque a los jueces sea más que descarnado, y que no haya quién le ponga un coto. “El oficialismo no puede convertir esto en una Corte marcial”, había dicho, días atrás, otra voz de un bloque minoritario ante este medio.
Además, más allá de los integrantes de la comisión, cualquier diputado puede participar en el debate –tiene voz pero no voto–. Por lo que las presencias opositoras se multiplicarán una vez iniciada la discusión parlamentaria. Difícil que JxC decida “regalarle” esa vidriera al resto de la oposición.
La definición de cómo plantarse como “defensa” de la Corte está más que abierta en el universo de JxC. Una certeza que tienen es la necesidad de abroquelarse, sobre todo ante la movida en bloque que está demostrando el oficialismo, pese a la crisis de la gestión de gobierno y al inicio de un año electoral. En ese marco, crece la posibilidad de que los alcances del debate sean inciertos: “No se puede acordar nada con el FdT –se resignaron en un despacho radical–. Van a armar el circo”.
MC