El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, advirtió hoy que las circunstancias en torno al crimen del colectivero Daniel Barrientos en Virrey del Pino fueron “dudosas” pero pidió esperar el resultado de la investigación y la acción de la Justicia, a la vez que cuestionó a la oposición por “consentir” y “hasta incentivar” las agresiones sufridas por el ministro de Seguridad, Sergio Berni.
En sus primeras declaraciones públicas tras el crimen del lunes de Daniel Barrientos en el partido de La Matanza, Kicillof sostuvo que, “para ser un delito vinculado al robo, tiene elementos muy dudosos y muy sospechosos”, aunque resaltó la necesidad de ser “respetuosos de las víctimas”.
En declaraciones al canal C5N, el mandatario señaló que el caso es “tremendamente doloroso” y una “tragedia”, y resaltó que pese a que su administración está haciendo una “inversión histórica y una transformación muy profunda de la Policía Bonaerense”.
Aclaró que esos avances “no quitan que hay que redoblar esfuerzos” y que el hecho impacte “en todos personalmente y como Gobierno”.
Kicillof consideró además que “hay que repudiar” la utilización política del caso y recordó que el Frente de Todos (FdT) no tuvo esa conducta desde la oposición durante la gestión de Juntos por el Cambio.
Además, criticó a la oposición y a aquellos medios que en las últimas horas parecieron “consentir” y “hasta incentivar” las agresiones.
De todos modos, planteó que el crimen es “prácticamente inédito”, al referir que se trató de un robo en un colectivo que fue “cruzado” por un auto de apoyo y con “dos personas que suben con armas de calibre alto”.
“Parecía el robo de un blindado, y se llevaron un bolso, una mochila y a quemarropa asesinaron a un chofer”, describió.
Por eso marcó la necesidad de “investigar a fondo para entender qué pasó”, al advertir que “no parece un robo a un colectivo en un barrio popular”.
Kicillof recordó que unos días antes del hecho “había estado” en ese distrito la titular del PRO, Patricia Bullrich, “hablando de la seguridad en los colectivos”, por lo que aclaró que si bien “uno no tiene que pasarse con esas cuestiones”, sí hay que “prender las luces” de alarma.
El mandatario provincial ratificó que el Gobierno a su cargo presentó una denuncia por la agresión a Berni y advirtió que “no puede admitirse una violencia de ese tipo” contra un funcionario.
“Fue a dar la cara”, dijo sobre Berni, y prosiguió: “Lo hace habitualmente”.
También puntualizó que los vecinos del Virrey del Pino dijeron que “no conocían a la gente que agredió al ministro”, aunque de todos modos llamó a “tener cautela y esperar que lo diga la Justicia”.
DA