Larreta levanta el perfil presidencial, con mimos al establishment y “pressing” amable a la Corte

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Horacio Rodríguez Larreta administra con regla sus palabras y su nivel de exposición. El alcalde alterna entre distintas actitudes: sobreactuar el perfil bajo, municipalizar su discurso o mostrar hambre presidencial. Percibe el peligro de desgastarse prematuramente. La historia argentina reciente, que Larreta se dedica a estudiar con clases particulares desde hace un año, encierra una regla no escrita. ¿Cuál? Los candidatos puestos de antemano nunca llegaron a coronar su ambición nacional. Ni Antonio Cafiero, ni Julio Cobos, ni Sergio Massa, ni Daniel Scioli alcanzaron un destino que parecía prescrito. 

En los últimos días, el alcalde porteño resolvió abrir el grifo de sus declaraciones públicas, blanqueando su indisimulable deseo presidencial. Su mensaje tuvo muchos destinatarios, como el establishment empresario y la Corte Suprema de Justicia. Para el círculo rojo hubo mimos. Para los supremos, una marcada de cancha sutil.  

Larreta se aferra a una fórmula ambiciosa. Planea aplicar reformas laborales, impositivas y jubilatorias en el arranque de su hipotética presidencia. Y a la vez espera obtener el consenso del 70% del sistema político, en un contexto de armonía social. ¿Es posible ese combo?

“Me comprometo públicamente: si la Corte nos devuelve la plata que nos sacó el Gobierno nacional, bajo los impuestos”, aseguró este martes. Lo planteó en una ronda mediática que incluyó las radios La Red, Futurock y Urbana Play. A diferencia de Mauricio Macri, Larreta busca saltar el cerco de los medios y los periodistas amigos. El alcalde se refería al impuesto al consumo con tarjeta de crédito que él instauró.

Tanto la Ciudad como la Nación esperan una definición de los cuatro jueces supremos, después de que el 11 de mayo fracasara una instancia de negociación entre fijada por la Corte. La puja es netamente dineraria. En el arranque de su presidencia, Mauricio Macri le subió generosamente los fondos de la coparticipación a la Capital. En 2020, el (ex) amigo Alberto Fernández se los bajó por decreto. Y unos meses más tarde el Congreso refrendó ese recorte. 

En el gobierno porteño confían en que la Corte saldará la pulseada en favor de la Ciudad. En la Rosada, intuyen un mismo resultado, contrario a los intereses del oficialismo nacional. “Primero la Corte se va a expedir sobre la cautelar. El juicio de fondo seguirá adelante. Pero mientras se tramite, queremos que se suspendan los efectos del decreto y la ley, para recibir los mismos fondos que antes”, revelan cerca de Larreta. 

El monto por el que se tironean es importante. En Hacienda de la Ciudad calculan que es el 11% del presupuesto porteño. Un hipotético aval de la Corte al larretismo sería un gesto político, además de un respaldo contante y sonante. 

El equipo jurídico del alcalde está integrado por el procurador Gabriel Astarloa; el secretario de Seguridad Marcelo D’Alessandro; y su vice, Jorge Djivaris. Pero la ronda de consultas y roscas va más allá. Incluye sondeos con constitucionalistas amigos de la casa amarilla y un operador judicial.

Astarloa es un abogado de perfil corporativo que se ganó la confianza del alcalde. Fue gerente de Legales del Banco Citi y socio en dos estudios influyentes durante más de dos décadas: los bufetes Bruchou, Fernández Madero & Lombardi y el de Allende & Brea. Hasta que en 2012 probó suerte en el gobierno porteño, ascendiendo a jefe de los fiscales en 2016. 

El raid de entrevistas larretistas tiene otra explicación. Rodríguez Larreta reafirma que él no se baja de la carrera presidencial. ¿Y si se lo pide Macri, su (ex) jefe? Tampoco. Iría a una PASO, sentenció en un encuentro reciente con un grupo de larretistas.

El alcalde cuenta con un plus de seducción para desalentar la hipótesis “Mauricio Macri 2023”. ¿Cuál? Contraofertar la postulación de otro Macri, el primo Jorge, ex intendente de Vicente López y actual ministro de gobierno de la Ciudad. Si bien todavía preside el PRO de la provincia de Buenos Aires, Jorge Macri pica en punta para ser el sucesor de Larreta en la Capital. Con el aval del alcalde, el primo de Mauricio se convirtió en el principal vocero de la gestión porteña. Y no cuenta con rivales amarillos de peso en ese pulseada. Por fuera del PRO, el anotado para ir por el gobierno de la ciudad es Martín Lousteau. 

AF