La media sanción de la ley Bases y el paquete fiscal en la Cámara de Diputados le dio un nuevo impulso al gobierno de Javier Milei en su camino hacia el Pacto de Mayo. Pese a que resta su tratamiento en el Senado, el primer triunfo legislativo en casi cinco meses de gestión contrastó con lo ocurrido apenas una semana antes, cuando la masiva Marcha Federal Universitaria abrió un interrogante en torno a los alcances y limitaciones de la estrategia oficialista de confrontación permanente. En el marco de un reclamo que trascendió cualquier tinte partidario, Milei no logró imponer su agenda y se vio obligado a salir a remarcar que la educación pública es “un derecho” y que está interesado en defenderla.
“Mi impresión es que ahora arranca verdaderamente el gobierno de Milei”, sostuvo el consultor Carlos De Angelis en diálogo con elDiarioAR. Para el sociólogo, en caso de que la Cámara Alta apruebe definitivamente ambos proyectos de ley, en las próximas semanas se comenzará a ver las consecuencias de las reformas, sobre todo en lo que refiere a las medidas incluidas en el paquete fiscal. Sin embargo, como contrapartida, De Angelis también consideró que la movilización del pasado 23 de abril a Plaza de Mayo dio ciertos indicios de que “la matrix parece estar empezando a mostrar algunas fallas”.
En ese sentido, mencionó como ejemplo la cadena nacional que realizó Milei la noche previa a la convocatoria, en la que, a su entender, el discurso libertario comenzó a mostrar cierto “desgaste” en su eficacia. “El problema que podría surgir para el Gobierno es que se corra el velo y lo que diga Milei empiece a dejar de producir efecto. Que la gente empiece a ver solo a Sturzenegger y a Caputo armando los negocios”, lanzó.
Por su parte, la directora de la consultora Trespuntozero, Shila Vilker, remarcó que Milei “se equivocó de adversario” al ponerse en contra a las universidades. “Desde que asumió, Milei se había dedicado a confrontar con actores de prestigio mellado, como el sindicalismo o el periodismo, y le había ido bien”, indicó. No obstante, para la analista, la movilización en contra del recorte presupuestario en la universidades constituyó un antes y un después en la relación de La Libertad Avanza con la opinión pública, marcada hoy por el clivaje “Milei sí/Milei no”.
Ante la consulta de elDiarioAR, Vilker consideró que “la universidad pública, gratuita y de calidad” es una de las pocas instituciones que goza de “prestigio social” y es reconocida como “una conquista” por gran parte de la sociedad. “Por eso también generó ruido en un segmento importante que es defensor de Milei, pero también de la educación pública”, precisó la especialista, quien hizo especial hincapié en la presencia del “universo joven” durante la marcha, al que definió como “el más sensible” ante el reclamo educativo. “Son juventudes con una voz alternativa, en un contexto en el que la idea de que 'no hay alternativa' se va instalando cada vez más”, añadió.
Terreno cedido
Por otro lado, al igual que De Angelis, Vilker se encargó de advertir acerca de cierta sensación de “recursividad” que denotaron las palabras de Milei al celebrar el superávit fiscal logrado en el primer trimestre del año. Y fue todavía más allá al considerar a la jornada de la marcha universitaria como la primera en la que Milei se vio “cediendo terreno” de agenda desde que asumió como al frente de la presidencia. “Ni siquiera el 24 de marzo había perdido la centralidad, día en que también hubo un fuerte componente callejero”, apuntó la analista, y recordó que en esa fecha el Gobierno intentó volver a poner sobre la mesa la discusión del número de desaparecidos y hasta lanzó un spot para esbozar su propia “historia oficial”.
Esta vez, el oficialismo cayó en la cuenta tarde del carácter extremadamente transversal de la manifestación en defensa de la educación pública. “El primer día leyó mal, y en el segundo reculó”, evaluó Vilker. Una apreciación con la que coincidió Juan Mayol, director de la consultora Opinaia. “Recién el día posterior a la marcha el oficialismo comenzó a dar muestras de una reacción ante un error”, señaló, para después ahondar en que Milei encaró la cuestión “sin una verdadera consciencia de que se estaba enfrentando a un sector realmente valorado por la ciudadanía”.
Para Mayol, la manifestación del 23 de abril desbordó tanto el intento oficialista por deslegitimar el reclamo como la “utilización política” insinuada por algunos sectores de la oposición. “Se trata de una de las pocas cuestiones del Estado que, desde la perspectiva de la ciudadanía, funciona bien y constituye un verdadero elemento de movilidad social ascendente, por más que si uno rasca un poquito podría funcionar mucho mejor”, aventuró el analista en diálogo con elDiarioAR. Y citó un ranking de las instituciones más valoradas por la ciudadanía confeccionado hace dos meses por su propia consultora, en el que la universidad pública se ubicó en el primer lugar al alcanzar el 75%, por delante de las Fuerzas Armadas, la universidad privada y las empresas Pyme.
En mayo del año pasado, a las puertas del inicio formal de la campaña electoral, fue Vilker la que había dado a conocer un informe en el que se analizaba la pregnancia de las expresiones públicas de Milei en la sociedad. Del estudio se desprendía un dato: la alta consideración que existía entre los consultados acerca de la obligatoriedad educativa, con niveles de adhesión equiparables al rechazo a la compra venta de órganos, tema para el libertario en su carrera hacia la Casa Rosada. El hallazgo llevó a la analista a trazar un paralelismo entre ambos ítems. “Para la sociedad argentina, la educación pública puede ser asimilada a un órgano más”, graficó.
PL/DTC