El Gobierno salió al cruce de la multitudinaria manifestación encabezada por las organizaciones piqueteras, y que desde temprano generó este jueves tensión en el Puente Pueyrredón, principal vía de acceso a la ciudad de Buenos Aires desde el sur.
“Es una marcha política”, afirmó a elDiarioAR una encumbrada fuente del Ministerio de Desarrollo Social, cartera a cuya sede situada en la avenida 9 de Julio, en pleno microcentro porteño, se dirigió la columna de protesta. Otras dos columnas atravesaron la Capital Federal desde el norte –por avenida del Libertador–, y desde el oeste –por avenida Rivadavia– hacia el mismo punto de encuentro.
“Es parte de un plan de lucha que vienen desarrollando hace unos meses”, agregó el vocero cercano al ministro Juan Zabaleta, quien tenía agenda fuera del AMBA.
De hecho, según aseguró la fuente oficial, la protesta de hoy no tenía como fin un pedido de reunión con el ministerio, aunque sí hay una prevista para la semana próxima con Zabaleta. “Desde el ministerio tenemos diálogo permanente con todas las organizaciones sociales, iglesias y ONGs para resolver situaciones. En este caso establecimos una mesa de diálogo permanente”, apuntaron en la cartera que conduce el ex intendente de Hurlingham.
La jornada de reclamo la protagoniza la llamada Unidad Piquetera que nuclea al Polo Obrero, Barrios de Pie-Libres del Sur, MST Teresa Vive, entre otro sinfín de organizaciones sociales. Desde hace tres meses llevan adelante un plan de lucha que ya tuvo dos acampes extendidos y una movilización de corte federal, con miles de manifestantes que viajaron a Buenos Aires tanto desde La Quiaca como Ushuaia.
“Nos movilizamos contra el ajuste, que deja planteada la continuidad de nuestro plan de lucha ante la falta de respuestas y el agravamiento de la situación social”, apuntó la Unidad Piquetera en un comunicado. El sector afirma que “la caída de los ingresos fijos, de salarios, jubilaciones y programas sociales es innegable, (y que) la inflación en alimentos superó en el primer cuatrimestre el 30%, dejando a millones en la pobreza y la indigencia”.
La protesta de este jueves tendrá otro momento de tensión el próximo lunes 13 de junio, donde habrá un “plenario piquetero nacional” en la explanada del Obelisco para votar medidas a seguir.
En ese marco, los piqueteros también le reclaman a la CGT y a las dos CTA “medidas de fuerzas que unan a ocupados y desocupados en un plan de lucha contra el ajuste”. Ayer de hecho, fueron recibidos por el Consejo Directivo de la central obrera que encabeza el triunvirato de Pablo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña, que últimamente ha mostrado una sintonía cerrada con el gobierno de Alberto Fernández. De hecho, el hijo del camionero Hugo Moyano participó el lunes pasado de la presentación del proyecto de “renta inesperada” en el Museo del Bicentenario.
Uno de los reclamos históricos de las organizaciones piqueteras a la Casa Rosada tiene que ver con el aumento del programa Potenciar Trabajo, cuyos poco más de 1 millón de beneficiarios cobran la mitad del salario básico a cambio de jornadas de 4 horas de trabajo en cooperativas. Por los últimos aumentos dispuestos, en julio el monto va a ser de $ 22.770 y en septiembre de $ 23.925.
Las organizaciones consultadas por elDiarioAR cuestionan el manejo que hace del programa Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita y secretario de Economía Social dentro del ministerio y quien también ha participado de las innumerables reuniones de Zabaleta con los piqueteros. Y descreen de la intención oficial de “reemplazar planes por trabajo genuino”, bandera del Presidente.
“Llegamos a acuerdos parciales que tienen que ver con fortalecer emprendimientos productivos y también con el fortalecimiento de la política alimentaria, ya que duplicamos los montos del Sistema Alimentario Escolar, aumentamos la Prestación Alimentar y lo que se envía para comedores comunitarios”, se defendieron en Desarrollo Social.
Según detalló días atrás Infobae, el presupuesto 2021 de Desarrollo Social fue de los más abultados de todo el Gobierno y el año pasado tuvo una ejecución de $522.369 millones. Casi la totalidad de esa masa de dinero –el 90,2%– fue destinado a solo dos programas: Políticas Alimentarias, con una partida de $244.789 millones, y el Potenciar Trabajo, con una ejecución de $226.557 millones.