“Mauricio va a volver a centralizar. El PRO va a volver a ser verticalista como era al comienzo”. El panorama que trazó un operador amarillo ayer cuando caída la tarde revela el sentido que tendrá la noticia que se confirmará este martes: Mauricio Macri vuelve a la conducción formal de su partido para tener con qué negociar mejor frente a un Javier Milei que le aspiró el capital electoral en las últimas elecciones y que está dispuesto a revalidar el año que viene.
En los hechos Macri no asume hoy nuevamente la presidencia del PRO sino que se confirma que quedará como único candidato –vence el plazo formal para la presentación de listas– para las elecciones internas que tienen fecha para el 2 de junio.
Macri vuelve a la cabeza de su fuerza política luego del corrimiento de Horacio Rodríguez Larreta tras su dura derrota en las PASO y a la decisión de Patricia Bullrich de sumarse al gabinete libertario como ministra de Seguridad. Sin rivales que le hagan sombra, el ascenso del exmandatario igualmente tiene una trama de negociaciones y disputas internas.
En ese sentido cobra interés quiénes terminarán acompañando a Macri en la lista de unidad amarilla como vicepresidentes o en el órgano de la Asamblea Nacional. También delatan cómo la escudería amarilla está transitando su crisis de identidad ante el fenómeno libertario. Si finalmente hay una fusión política LLA-PRO –que ya la hay en los hechos–, la estructura partidaria del macrismo puede ser una importante prenda de negociación con el oficialismo, que ganó las elecciones nacionales sin una base de sustentación territorial.
Milei no tiene ni gobernadores ni intendentes que se le respondan y su alianza electoral se compuso de un sinfín de sellos partidarios. Sí existe un canal de diálogo permanente Macri-Milei, que en las últimas semanas se corporizó en Olivos, confirmó este medio. Trascendió que en ese cónclave a principio de marzo tuvo más protagonismo Karina Milei, publicó este domingo el diario La Nación.
El exmandatario se presentó ante el entorno del jefe de Estado como parte de una hoja de ruta propia en la que aspira a tener protagonismo político. No es lo mismo para Macri salir a hablar del Gobierno y sus medidas solo como expresidente sino también como jefe –en los papeles– del principal aliado del oficialismo. En el Congreso los amarillos ya se mueven en tándem con los violetas. Las dos votaciones importantes que hubo –ley ómnibus en Diputados y DNU en el Senado– no sólo votaron como oficialistas sino que se defendieron a Milei con más virulencia que los propios legisladores de LLA.
“Vamos a votar todo con ellos”, anticipó a este medio un diputado que el viernes fue a la Casa Rosada en el marco de las conversaciones que ensaya Milei para que no vuelva a fracasar su ley Bases y abroquelar a los aliados para obturar cualquier intento de que la Cámara baja rechace el megadecreto desregulador de la economía. Al menos en esta primera etapa, el apoyo es incondicional.
Macri no tiene figuras de primera línea en el Gobierno que le respondan a él. Tanto Bullrich como Luis Caputo o Federico Sturzenegger, tres exfuncionarios de su gestión, son “líberos” en la estructura mileísta. Tampoco en LLA hay un enamoramiento con el expresidente por temor a un efecto “abrazo de oso” hacia Milei. Las conversaciones y discusiones entre ambos bandos tienen a las legislativas 2025 como mar de fondo.
Los “ravioles” del PRO
Macri estaría secundado en el PRO por la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, quien fue ungida en ese cargo por Jorge Macri cuando saltó a la ciudad de Buenos Aires. Su nombre echaría por tierra el ascenso de algún referente territorial de las provincias, en medio de un fuerte reclamo de sus bases para que el partido solo se conduzca desde Buenos Aires. “Aún no está cerrado pero viene bien”, dijo un operador macrista que está detrás de la rosca partidaria.
El partido está intervenido en cuatro jurisdicciones y hay curiosidades que demuestran la crisis que atraviesa a nivel político: por ejemplo el titular del partido en Córdoba, el diputado Oscar Agost Carreño, no forma parte del bloque de Cristian Ritondo, sino que es una de las espadas de Hacemos Coalición Federal, que comanda Miguel Pichetto y que ayer se reunieron con Nicolás Posse y Guillermo Francos en Balcarce 50. Atado a eso está que en el Senado el titular del bloque amarillo es el cordobés Luis Juez, que no es orgánico del PRO sino que tiene su propio sello local.
Detrás de la macrista Martínez aparecería el primer guiño de Macri a Bullrich: como vice segundo suena el diputado Damián Arabia, dirigente del círculo íntimo de la ministra de Seguridad. A su vez para la funcionaria nacional –que hasta las elecciones fue la titular del partido– quedaría la conducción de la Asamblea Nacional, órgano que abraza a las representaciones provinciales. Será el exmandatario el que defina cómo le paga a la ministra porque la relación entre ellos se tensó desde el final de la campaña.
“Mauricio habló con Patricia y se arreglaron para que ella quede dentro del partido. Nuestro problema está en que ella ahora forma parte del gobierno”, planteó una fuente muy al tanto de las conversaciones internas. Un reparo interno que circulaba es que no le convenía al partido, que supo ser poder hasta hace cuatro años, enfocarse en discusiones palaciegas en medio de la crisis socioeconómica. “Nosotros perdimos el año pasado, quedamos terceros. A la gente no le importamos”, agregó el vocero.
Si se concreta la lista Macri-Martínez es posible que hoy haya una foto entre ambos. Anoche se planteaba si convenía que el escenario sea en Capital Federal o en alguna provincia. “No está bueno que está todo concentrado en el AMBA”, planteó un operador amarillo.
Un detalle de color en la trama política con Milei es el marco de operación donde se mueve Martínez: Vicente López es el partido donde está la Quinta de Olivos. Aún la intendenta no tuvo contacto formal con el Presidente o su entorno. Sí hay relación directa con Casa Militar para organizar eventuales operativos de seguridad y tránsito en las inmediaciones de la residencia oficial, donde Milei pasa la mayor parte del tiempo.
MC/JJD