Mario Abdo, el presidente de Paraguay, ofreció en más de una ocasión hacer un viaje relámpago a Buenos Aires para reunirse con Alberto Fernández para darle, en persona, un informe sobre la actuación de la policía y las fuerzas armadas paraguayas en el operativo del 2 de septiembre pasado donde fueron asesinadas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, dos niñas de 11 años, primas entre sí, de nacionalidad argentina.
Fernández se negó con un argumento específico: se trató de un hecho donde se arrasaron con los derechos humanos de dos ciudadanas argentinas, en una acción desplegada por la fuerza del Estado paraguayo. La síntesis, en boca de una fuente oficial, fue que no se trata de una cuestión diplomática ni de relación política, para Olivos se trata de un asunto de DDHH y, como tal, requiere una aclaración pública.
Para el gobierno argentino se trata de un “tema crítico” y la relación bilateral entre los presidentes, que hasta ese episodio fue fluida, “no se normalizará hasta que haya una respuesta”, dijo a elDiarioAR una fuente que trasmitió la postura presidencial.
“Es innegociable: así como tuvimos una postura crítica sobre lo que ocurre en Venezuela con los derechos humanos, la misma actitud tenemos con otros países”; precisó el mismo portavoz.
El conflicto escaló y suma malestar en el gobierno argentino. Se suman, además, reclamos de organizaciones de DDHH que este miércoles a las 17 horas harán una protesta.
En una contacto por Zoom con su par paraguayo, Federico González, el canciller argentino Felipe Solá reclamó explicaciones sobre el hecho en particular y una serie de declaraciones públicas de funcionarios de ese país sobre, entre otros puntos, la existencia de una “guardería” del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en la localidad de Puerto Rico, en la provincia de Misiones.
Desde Buenos Aires se elevó un pedido puntual para que se permita el ingreso de Equipo Argentino de Antropología Forense para hacer una autopsia de las niñas Villalba. El pedido se rechazó por la vía verbal y en los últimos días llegó un informe, de 20 páginas, para rechazar la solicitud que en el Gobierno argentino consideraron insuficiente.
“El gobierno de Paraguay no quiere permitir ningún tipo de involucramiento del gobierno argentino con el argumento de que las niñas son paraguayas. Y no es así: ambas están anotadas en 2008 y 2009 en Clorinda”, señaló a elDiarioAR una fuente oficial y precisó que desde la Justicia de Paraguay se solicitó información dactiloscópica, lo que permitió determinar que se trató de las niñas Villalba y, de ese modo, certificar que se trata de dos personas de nacionalidad argentina.
La relación entre Buenos Aires y Asunción sumó tensión a partir de la desaparición de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, una menor de 14 años, prima de las niñas asesinadas, que fue vista por última vez el 30 de noviembre pasado, como relató Santiago Rey este martes en elDiarioAR.
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PI