Desde las 10 de la mañana, en el kilómetro 228 de la ruta 9, el activismo rural volverá a concentrarse para expresar su rechazo a la política del peronismo kirchnerista para el sector. En plena campaña electoral y con una asamblea en la localidad de San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires, las organizaciones que nuclean a la dirigencia rural se mezclarán con autoconvocados y políticos de la oposición en torno a una larga y heterogénea lista de reclamos contra el gobierno del Frente de Todos. Se anuncia la presencia de delegaciones de 100 localidades y 15 provincias. Tres datos de los últimos meses actuaron como detonante e incrementaron el fastidio en el campo: el rechazo al cierre de las exportaciones de carne, la decisión de que el Estado cobre el peaje en la Hidrovía tras el fin de una concesión que se extendió por 25 años y la nueva ley de biocombustibles de Máximo Kirchner que reduce a la mitad el corte de las naftas, en una guerra de lobbys que las petroleras le vienen ganan a las cerealeras.
En San Nicolás, donde gobierna el peronista de Cambiemos Ismael Passaglia, el universo que gira en torno al agronegocio buscará recuperar el protagonismo que perdió en los últimos años y darle mayor visibilidad a un malestar que hasta ahora solo se expresó en ceses de comercialización que no tuvieron mayor impacto en la agenda pública. Tras el gobierno fallido de Mauricio Macri, el triunfo del FDT, el salto a la política de parte de la dirigencia que enfrentó la resolución 125 y la creciente pérdida de peso de la Mesa de Enlace, fueron los autoconvocados los que expresaron en los últimos tiempos una línea dura similar a la que en 2008 unificó a la mayor parte del ruralismo contra el kirchnerismo. En esta oportunidad, la protesta surgió de 11 Sociedades Rurales que forman parte de Confederaciones Rurales Argentinas, la mayoría del norte bonaerense. San Pedro, Baradero, Pergamino, Arrecifes, Salto, San Antonio de Areco, Capitán Sarmiento, Rojas, General Rodriguez, General Guido y Colón. Después, se sumaron Carbap, la agrupación “Campo más Ciudad”, la conducción nacional de CRA a cargo de Jorge Cheme y, finalmente, la Mesa de Enlace.
En San Nicolás, se espera el epicentro de una protesta que convocará también a productores del Sur de Santa Fe, Entre Ríos y la ciudad de Córdoba
En San Nicolás, se espera el epicentro de una protesta que convocará también a productores del Sur de Santa Fe, Entre Ríos y la ciudad de Córdoba. Pero las manifestaciones se replicarán en otros puntos de la provincia de Buenos Aires, como la localidad de Las Armas, en el cruce de las rutas 74 y 2, o Azul, en la intersección de las rutas 3 y 226.
Impedidos de participar en el acto por el Bicentenario de la muerte de Martín Miguel de Güemes que encabezó Alberto Fernández en Salta, los Gauchos de Güemes recorrerán 1.000 kilómetros para abrir la asamblea del 9 de Julio. Los organizadores afirman que no habrá consignas partidarias en favor de ningún partido o expresión política y que entre los oradores no habrá nadie que tenga previsto participar como candidato en las elecciones legislativas. Sin embargo, el tenor de las diferentes convocatorias que circularon a través de las redes y las distintas cadenas de WhatsApp anticipa un acto con fuerte tono opositor. Desde el “2008-2021. Nada cambió” firmado por las 11 Sociedades Rurales que impulsan la movida hasta los institucionales de CRA y los anónimos que advierten “Basta de barbarie peronista. El campo se levanta”. Por lo pronto, el discurso que se escucha en los sectores que animan la protesta parece por momentos sintonizar mejor con las consignas de José Luis Espert y Javier Milei que con las de Juntos por el Cambio, un espacio que nació del conflicto de 2008 pero -bajo la presidencia de Macri- no pudo llevar a la práctica el ideal de retenciones cero que impulsaban los duros de la batalla por la resolución 125.
El mensaje de invitación de los Autoconvocados traza una línea divisoria que también apunta contra la oposición de Cambiemos. “Queremos reiterar nuestro pedido a todos los espacios políticos, tanto oficialistas como opositores, de que se mantengan al margen de la convocatoria. El protagonismo del encuentro pertenece a los ciudadanos de a pie. Si la política partidaria tiene un rol en esta movilización, es el de escuchar, con humildad y respeto, lo que quieren los millones de argentinos que hoy, por la razón que sea, no encuentran respuesta a sus necesidades y demandas en el quehacer de los partidos”, dice.
El comunicado de CRA, al pasar, desliza una frase que apunta directo al corazón del cristinismo: "La patria no termina en el conurbano".
El comunicado en el que CRA anuncia su participación en la jornada de protesta es amplio y por momentos contradictorio. Incluye desde la “defensa de la propiedad privada” y “la integración al mundo, por la comercialización y exportación de lo que producimos” hasta la “defensa de la libertad, de entrar, permanecer y salir del territorio nacional”, “el derecho a la salud y a la información real”. Sin embargo, llama a “cerrar la grieta” y busca no quedar emparentado con la oposición. “Participaremos para pedirle a la política, que madure y ofrezca soluciones reales, dejando de lado sus intereses de casta, participaremos porque queremos más mérito y menos acomodo, participaremos por recuperar la educación pública, como condición primaria para tener una sociedad no solo más igualitaria, sino para incorporar a quienes sufren la pobreza y la marginación”, dice. Al pasar, desliza una frase que apunta directo al corazón del cristinismo: “La patria no termina en el conurbano”.
Hasta hace unos meses, la relación entre el Gobierno y el agronegocio era contradictoria, entre las reuniones con el Consejo Agroindustrial, las escaramuzas con la Mesa de Enlace y el ida y vuelta permanente en las decisiones del Frente de Todos. Sin embargo, el año electoral y las últimas medidas de la administración Fernández afianzaron en el agronegocio la posición de los sectores más intransigentes. Desde el rubro en el que pesan fuerte las Bolsas de Comercio y las cerealeras, afirman que el Gobierno “está provocando” con las decisiones que toma y no advierte que se puede estar incubando un nuevo conflicto de envergadura comparable al de 2008. Desde el ministerio de Agricultura de Luis Basterra prefieren no responder.
Por un cúmulo de razones, las circunstancias hoy son muy distintas y parte de los actores que nacieron a la política en aquel 2008 después se convirtieron en concejales, intendentes y legisladores nacionales de Cambiemos. Sin embargo, en algunos pueblos rurales la dirigencia sigue siendo la misma o simplemente alternó en los puestos de conducción.
El nivel de adhesión que logre la manifestación y la temperatura al costado de las rutas marcará el nivel de confrontación y protagonismo que asumirá el activismo rural en la recta final de la campaña. Desde Buenos Aires, las voces del agronegocio anticipan una tensión creciente, motivada sobre todo por la ley de biocombustibles y el pase de la Hidrovía a la órbita de la Administración General de Puertos por un lapso de 12 meses. Habrá que ver si esas dos corrientes, la que emana del Círculo Rojo y la que vive del agronegocio en las provincias, se potencian contra el Gobierno.
DG/WC