“Sí, a cuidar el planeta, urgente la ley de humedales”. El Frente de Todos ya había perdido las PASO el año pasado cuando lanzó una serie de spots con varias promesas buscando recuperar los votos perdidos. Entonces apeló a una joven que habló frente a la cámara levantando la bandera del ambientalismo. Un año exacto después, la deuda sigue pendiente y la situación parece inamovible: el lobby de los gobernadores del norte del país contra la ley de Humedales hizo estallar la interna en el Frente de Todos y hay incertidumbre sobre el futuro parlamentario de la iniciativa.
Son los coletazos de la sorpresiva suspensión del plenario del jueves pasado de las comisiones de Recursos Naturales, Presupuesto y Agricultura. En la Cámara de Diputados aún no hay una posible agenda de cómo continuar con el debate, según recogió elDiarioAR de distintas fuentes parlamentarias oficialistas y opositores. A su vez, algunos de los mandatarios provinciales aumentaron su presión en las últimas horas.
En la discusión no parece haber puntos de acuerdo: los gobernadores rechazan de plano que tenga que realizarse un inventario a nivel nacional, así como su conceptualización, si se tiene en cuenta que los humedales son áreas donde la principal característica es el agua. Esas son las claves del proyecto que estaba a punto de firmarse la semana pasada, del oficialista Leonardo Grosso –titular de la comisión de Recursos Naturales–. Tiene el apoyo de más de 500 organizaciones ambientales y sociales, además de diputados en la oposición. Es el de mayor consenso entre los diez en discusión.
De viaje con Wado de Pedro
“Paramos el tratamiento de la ley, que venía muy rápido en el Congreso”, se mostró ayer desafiante Gerardo Morales, el gobernador de Jujuy, en una conferencia de prensa matutina luego de su viaje por Estados Unidos. Desde Washington, donde participaban de una gira buscando inversiones junto al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, el radical fue uno de los artífices del documento que firmaron todos los mandatarios.
Morales aseguró que “los recursos naturales pertenecen a las provincias” y se despachó contra el inventario nacional: “Así como está escrita la ley, viene alguno de Buenos Aires, que no sabe nada, que no tienen idea de nada, que además vive otra vida, a pararte un proyecto de explotación de litio, cuando nosotros cumplimos con los parámetros de cuidado del ambiente, tenemos un buen sistema de control de cómo va el acuífero y un muy buen sistema de obligaciones para las empresas”.
El proyecto que los gobernadores norteños apoyan es el del Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema), redactado el año pasado por el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, que no tuvo el apoyo de los propios legisladores del FdT. Cambia el concepto de humedal y es más laxo sobre el inventario, porque no impone límites para su confección. “Prácticamente es la nada misma”, opinó un diputado conocedor del tema.
En tándem con Morales se mostró el otro radical del Norte Grande, el correntino Gustavo Valdés, quien ayer sumó su cuota de presión: presentó oficialmente el Inventario Provincial de Humedales, con el que busca –según trascendió– “poner un coto a cualquier iniciativa nacional que lesione la autonomía sobre el recurso natural” en la provincia. “La ley de Humedales tiene que ser razonable”, dijo en la presentación del informe.
“Los primeros interesados en que no haya problemas ambientales somos nosotros. El tema con la ley que se quiere aprobar es que se mete en competencias provinciales”, manifestaron a elDiarioAR desde otra provincia con ricos recursos minerales que serían afectados por la norma. “Pararía automáticamente la producción”, denuncian. “Genera inseguridad jurídica”, planteó el gobierno del salteño Gustavo Sáenz en un comunicado.
Morales pidió que los gobernadores sean invitados al plenario de comisión, pero todavía no tuvo eco. En Juntos por el Cambio –cuyo diputado Ricardo Buryaile encabeza la comisión de Agricultura– dicen que la responsabilidad es de Grosso como cabeza del plenario.
La interna oficialista
“Nosotros no vamos a movernos un ápice”, se escuchó ayer en un despacho oficialista, luego del desplante que sufrió la estrategia parlamentaria que Grosso había sellado con propios y ajenos. Al diputado del Movimiento Evita aún le dura el enojo, reflejo también de que la ley de Humedales volvió a poner en jaque al FdT puertas adentro.
El momento más tenso en el bloque de la primera minoría fue la misma noche del miércoles pasado, apenas después que Sergio Massa presentó su Presupuesto, cuando se conoció que se suspendía el plenario del día siguiente tras un pedido formal de los jefes de las principales bancadas, empezando por el oficialista, Germán Martínez. Entonces hubo una reunión en la que legisladores de provincias mineras revelaron haber sido “presionados para rever algunas cosas”.
Como ya había publicado este medio, al menos seis diputados kirchneristas –Graciela Parola, Anahí Costa, Walberto Allende, Carlos Ponce, Dante López y Ana Aubone– y otros tantos opositores, habían aceptado acompañar el proyecto si había cambios en detalles en distintos artículos: extender el plazo de la moratoria que impone la ley y ajustar mínimamente la definición de humedales.
En su carta pública, los gobernadores daban otro argumento: que “el dominio originario de los recursos naturales les corresponde a las provincias”, algo que los autores del proyecto aseguran que la ley respeta, además porque lo dice la Constitución Nacional –artículos 41 y 124–. El texto de los mandatarios fue el desenlace de una serie de contactos directos que habían comenzado el día anterior, es decir el martes. De los diez gobernadores, ocho son peronistas.
Consumada la suspensión del plenario, el mayor costo político se lo llevó el oficialismo. “Vamos a exigir que se ponga un día y una hora, creo que dentro del oficialismo hay muchas dudas”, dijo ayer un legislador opositor que jugaba en alianza con Grosso, y que ahora desconoce por completo cuál será el derrotero del proyecto. El emplazamiento que voto el recinto a pedido de Enrique Estévez no tenía fecha límite de tratamiento. En la comisión de Recursos Naturales dicen que intentarán una nueva estrategia pronto, aunque no dieron detalles: “Vamos a insistir, hay que esperar a que baje la espuma”.
Una consecuencia inesperada para el FdT es la conexión que podría haber entre Humedales y las PASO. Enfrentados ahora con los gobernadores, al menos cinco legisladores de los movimientos sociales ya adelantaron que rechazarán acompañar cualquier iniciativa para quitar las primarias. La interna oficialista, otra vez, es total. “Son los síntomas de un Gobierno que no gobierna –admitió sin pudor una voz en el oficialismo–. No ordena nada. Son todas guerras de guerrillas”.
MC/MG