Masiva marcha en CABA

Los piqueteros duros le marcan la cancha a Zabaleta y amenazan con un acampe permanente

La última bandera de la marcha es una del Polo Obrero de Alejandro Korn. Está pasando Constitución tres cuadras hacia el sur, sobre la autopista. La cabeza de la movilización llegó hace rato al Ministerio de Desarrollo Social, 15 cuadras más adelante. Los organizadores repiten que hubo unas 80.000 personas, la Policía dice que hubo algo menos pero no arriesga. Más allá del acuerdo en el número, una multitud ocupó todo ese trayecto los dos carriles centrales de la 9 de Julio. Hasta ahí llegaron los grupos piqueteros que no acuerdan con el gobierno, que fueron a protestar por falta de pagos en los programas y para transmitirle al nuevo ministro Juan Zabaleta que la relación no será fácil. Por lo pronto, ya le avisaron que si en menos de 10 días no tienen depositado el dinero de los 90.000 salarios sociales que les adeudan harán un acampe permanente. 

Entre los canteros y las escaleras de mármol estaba sentado un grupo del MTR 12 de Abril. Con chaleco celeste y celular en la mano, Laura, una de las más jóvenes, intentaba saber si a los dirigentes los iban a atender en el Ministerio. Pero en otra conversación de Whatsapp preguntaba por una columna que no llegaba de la zona sur. “Es impresionante la gente que hay. Y todavía faltan un montón de compañeros. ¿Por qué hay tanta gente? Porque hay mucha pobreza. En la campaña los candidatos no cuentan lo que pasa en los barrios. Por eso es que nosotros venimos acá a visibilizar los que en la tele no sale. Algunos simpatizantes del Gobierno se sorprenden cuando les contamos la miseria que hay porque creen que todo se está reactivando, como dicen en el oficialismo”. La columna perdida aparece y Laura se pone su gorra con el Che Guevara y sale al encuentro de sus compañeros. 

Clotilde tiene a su hijo de cuatro años de la mano. Se le acaba de caer un diente y le sale sangre. El nene se mete pañuelos de papel en la boca y en pocos segundos todo es color de rojo. Ella es la responsable de esa última bandera de Alejandro Korn. Dice que llegaron tarde pero arrancaron temprano con la organización para la marcha. En los barrios de su localidad el Polo Obrero tiene 6 comedores y 6 merenderos. Antes de partir tuvieron que dar el desayuno y dejar organizadas las comidas. Según cuenta, en cada uno de los merenderos van todos los días unas 200 personas. “Venimos porque sino venís te bicicletean. En la última marcha, de hace un mes nos prometieron aumentos pero después no te pagan y te recortan. Lo que ellos nos dan es una pequeña parte de lo que  necesitamos para darle de comer a la gente. Si las organizaciones no estamos, la situación sería mucho más grave. Están tirando mucho de la soga. Hay ministro nuevo pero las mañas son las mismas”, señala Clotilde.

Esto que dice Clotilde se repite en todas las consultas a las distintas organizaciones que convocaron. Todas muestran desconfianza con el recién llegado Zabaleta y se remontan a los tratos distantes con los grupos piqueteros durante su gestión en Hurlingham. De la movilización participaron una treintena de organizaciones sociales, entre los que se destacan el Polo, el MST Teresa Vive, el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), el Movimiento Piquetero Nacional, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y una corriente del Frente Popular Darío Santillán. Fue una jornada nacional, en 20 provincias en la que reclamaron “por trabajo genuino, la apertura y el aumento en los montos de los programas sociales”, además de “medidas urgentes para combatir el crecimiento del hambre y la pobreza, como el abastecimiento de los comedores populares”. 

Los dirigentes dejaron un petitorio en la mesa de entradas del Ministerio,  no fueron atendidos por funcionarios y solo se llevaron una promesa para una futuro encuentro sin mucha precisión. Ese trato, según explicaron, contrasta con el que desde el mismo lugar le entregan a las organizaciones afines al Gobierno, como a la UTEP, que la semana que viene será recibida y del Movimiento Evita, al cual Zabaleta el sábado honró con su presencia en el Plenario Federal de la organización y cuyos miembros integran varios puestos en su cartera. 

“A los que nos dicen que tenemos razón pero no salen a luchar, les decimos que salgan, que estamos acá en la calle”, el que dice estas palabras es el histórico dirigente del Polo Obrero, Eduardo “Chiquito” Belliboni. Es quien cierra el acto y en esa frase le apunta a las organizaciones sociales que no están. Cuando elDiarioAR le preguntó por su relación con ellos dice sin rodeos: “Ellos hoy son funcionarios. Pero tampoco pueden resolver la situación de su gente porque el Gobierno tiene otras prioridades como pagar la deuda. Hoy nosotros somos el único canal de lucha para mucha gente que votó a Alberto y está decepcionada”. 

El pago de un plan hoy son 14.000 pesos. ¿Quién puede vivir con eso? Todos los que lo cobran tienen que tener una changa. En el mejor de los casos, con una Asignación Universal y la Tarjeta Alimentar podés acercarte a los 27.000. Siempre estamos hablando de ingresos en el rango de la indigencia. Ahora las organizaciones sociales representamos a sectores indigentes, hoy la línea de la pobreza son casi 70.000”. Ese crudo análisis lo hace Mónica Sulle, del MST Teresa Vive, que coincide con Belliboni en que el Gobierno no los tiene en la agenda. “Podrían implementar medidas pensadas para los sectores más lastimados por la crisis, como el no pago del IVA. Solo eso permitiría en muchos hogares poder comprar más alimentos. Pero no lo hacen”.

Apenas detrás de la primera de las banderas del FOL está Damaris Rolón, que milita en la zona norte del conurbano. Ella también explica que la masiva convocatoria se debe a la delicada situación de los barrios. “La expectativa se quebró, la situación sigue empeorando. Nosotros hoy luchamos para sobrevivir, no para lograr una situación de bonanza. Hoy somos nosotros los que visibilizamos lo que pasa también entre los trabajadores, porque las centrales sindicales no lo hacen. Pedimos trabajo genuino. Pedimos sueldos dignos para los que trabajan”. Damaris cuenta que esta semana tuvieron que poner ellos de su bolsillo para poder mantener los comedores funcionando. “Te dan fideos y harina y te tenés que arreglar vos para conseguir aceite, cebolla, tomates. Hacemos colectas y los vecinos que pueden aportan para que sigamos dando de comer”, agrega. Se calcula que luego del comienzo de la pandemia los comedores le dan de comer a cerca de 11 millones de personas.       

Desde Desarrollo Social respondieron que el Ministerio “está dispuesto a seguir trabajando” con las organizaciones, pero dijo que la marcha estaba “cruzada por la situación electoral” y por “los candidatos de los partidos políticos de izquierda”. “La movilización está encabezada por el PO, que lleva a (Néstor) Pitrola como tercer precandidato a diputado en provincia de Buenos Aires”. “Como ocurre habitualmente, el equipo de asistencia crítica está dispuesto a seguir dialogando y a seguir trabajando para abordar las necesidades de asistencia” a los movimientos sociales, dijeron a Télam voceros de Desarrollo Social. 

Laura, la chica del chaleco celeste, vuelve hacia el puente porque va hacia Lomas. Escucha como los que van en auto los insultan por el corte extendido. Un hombre en una camioneta Fiat Toro negra se les acerca y les grita que con piquetes no se arregla el país. Ella con cierta resignación se da vuelta y dice: “Esto es lo más amable que nos pueden decir. A veces nos dicen cosas peores. No queremos que nos odien por protestar, te imaginás. Pero si nosotros no protestamos hoy no protesta nadie”.

AM