En medio del conflicto universitario, mañana se presentará en Diputados para defender el Presupuesto 2025 el secretario de Educación, Carlos Torrendell. Es una visita que genera alta expectativa porque los docentes de las casas de altos estudios llevan adelante un paro durante toda la semana, luego de varias jornadas de tomas y clases públicas desde que Javier Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario.
Ayer hubo un fuerte reclamo en Plaza de Mayo de los universitarios junto con trabajadores de la salud contra el ajuste mileísta. Docentes de la UBA dieron más de cien clases alrededor de la Pirámide de Mayo, y hasta se cruzaron con el mandatario cuando salió a saludar al balcón por su cumpleaños. “Universidad/ de los trabajadores/ y al que no le gusta/ se jode”, le gritaron profesores y alumnos al Presidente, que tuvo que entrar raudo a su despacho.
La exposición de Torrendell tendrá cruces con la oposición, tanto del peronismo como del radicalismo, por el recorte presupuestario que Milei le quiere imponer a las universidades para el año que viene. Esa situación es la que generó un inédito frente de lucha que comparten rectores, los gremios de los trabajadores docentes y no-docentes, y los estudiantes.
Uno de los focos del reclamo universitario está en el Presupuesto 2025, ya que mientras los rectores estimaron necesitar $7,2 billones para su funcionamiento –sobre todo salarios– el año que viene, el proyecto mileísta establece $3,8 billones, es decir casi la mitad. El Gobierno tampoco da señales de más aumento para los docentes y las becas estudiantiles.
Torrendell tiene en agenda asistir al anexo de Diputados de 10 a 13. No está anotado para la exposición el director de Política Universitaria, Alejandro Álvarez, el enlace directo del Gobierno con las casas de altos estudios, aunque por estos días el diálogo está congelado.
La semana pasada Torrendell viajaba junto con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, cuando fueron increpados en Aeroparque por el ajuste a las universidades. “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode...”, les cantaron a bordo de uno de los ómnibus internos del aeropuerto.
MC/DTC