Hay, al menos, un viaje confirmado: el que realizó un avión Hércules de la Fuerza Aérea para llevar a La Paz a trece efectivos del grupo Alacrán, un comando de Gendarmería enviado para custodiar la embajada argentina. El vuelo llegó a la capital boliviana la noche del martes 12 de noviembre de 2019, 48 horas después de que Evo Morales dejara el poder.
La novedad sobre el envío de un arsenal por parte del gobierno argentino durante los últimos días de la presidencia de Mauricio Macri, compuesto por 40.000 cartuchos antitumultos, gases lacrimógenos y más de 100 granadas de gas, desató en la Casa Rosada además de preocupación diplomática, la urgencia por reconstruir de donde salió ese material, cuándo y por qué vía fue enviado a Bolivia, y sobre todo quién dio la orden para hacerlo.
Importa el contexto: el domingo 10 de noviembre, Morales renunció a la presidencia luego de un ultimátum del jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas y emprendió un raid para salir del país en medio de una cacería de funcionarios y partidarios de Morales. El expresidente, luego de gestiones diplomáticas que encabezaron Alberto Fernández y Manuel Andrés López Obrador, partió a México el lunes 11 en un avión militar de ese país.
Pero la crisis siguió y fue en estos días, entre el 12 y el 13 de noviembre, que personal militar recibió el arsenal enviado por el gobierno de Mauricio Macri. Jorge Faurie, el entonces canciller, negó que la gestión la haya hecho la Cancillería. Felipe Solá, el actual ministro de Relaciones Exteriores, consideró “imposible” que si hubo una nota enviada al embajador argentino en La Paz, Cancillería no tuviera conocimiento.
Este jueves por la noche, Florencia Arietto, que en ese momento era asesora de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad, publicó un tuit irónico sobre el volumen del material enviado. “Tres empanadas”, escribió.
El gobierno activó, por indicación de Fernández, una investigación para determinar de dónde salió ese material. La presunción, según confiaron a elDiarioAR fuentes oficiales, es que pertenecía a Gendarmería nacional. Suena lógica porque en esos días viajaron los gendarmes. Sin embargo, no era material para su uso. La nota que mostró este jueves el canciller boliviano Rogelio Mayta está fechada el 13 de noviembre.
Sabina Frederic, la ministra de Seguridad, le ordenó a los jefes de las cuatro fuerzas de Seguridad Federales que informen, dentro de un plazo de 72 horas, sobre el incidente Bolivia. La sospecha de que el arsenal salió de Gendarmería, pondrá la lupa sobre la cartera que en aquel momento dependía de Patricia Bullrich.
“Tiene que estar registrado el saliente y el faltante de material. Y, además, del procedimiento dio la orden”, explicó la noche del jueves a este medio una fuente de Casa Rosada.
La noche del jueves, en Seguridad solo informaban sobre el pedido de Frederic a las fuerzas para que indiquen qué tipo de responsabilidad le cupo a cada una, si es que tuvieron participación. En tanto, la cartera de Defensa solo habría intervenido a través del Hércules que voló el martes 12 a La Paz para trasladar a los efectivos del grupo Alacrán.
Luego de la conferencia de prensa del canciller boliviano, Alberto Fernández le envió una carta a su par de Bolivia, Luis Arce, y luego mantuvieron una comunicación por Zoom. En público y en privado, el presidente se disculpó por la actuación del gobierno argentino de entonces.
En aquellos días, como presidente electo, Fernández tuvo una participación activa para garantizar un “corredor diplomático” para que Morales pudiera salir del Bolivia porque no estaban dadas las condiciones de seguridad. Habló con AMLO, también con el presidente de Paraguay Mario Abdo y tuvo, incluso, una conversación con Martín Vizcarra, por entonces presidente de Perú. México, Paraguay y Perú eran, en esas horas, opciones para la salida de Morales.
PI