El senador nacional y ex precandidato a jefe de gobierno, Martín Lousteau, se impuso ante el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y es el nuevo presidente de la Unión Cívica Radical (UCR). El partido llevó a cabo este viernes las elecciones internas para definir al nuevo líder del Comité Nacional, que reemplazará al exgobernador de Jujuy Gerardo Morales.
“Tenemos que hacer que la identidad de la UCR sea cada vez más potente. Debemos lograr que nuestro partido tenga el peso para tomar decisiones en el futuro, tal como lo hacen los gobernadores radicales y los de Juntos por el Cambio (JxC)”, indicó Lousteau en su discurso tras ser electo por el plenario de delegados.
El nuevo dirigente partidario celebró este “acto de democracia” y apuntó duramente contra la gestión de Alberto Fernández. “Hay mucha preocupación por una herencia desastrosa que deja el peor gobierno al que hemos asistido desde la recuperación de la democracia”, sentenció Lousteau, encabezando la mesa de conducción radical.
Sin embargo, también planteó reparos hacia las recientes medidas anunciadas por el equipo económico de Javier Milei. “Además de preocupación por la herencia, también hay preocupación por cómo se va a lidiar con esa herencia porque la sociedad argentina viene muy golpeada y recién estamos viendo las primeras medidas y eso genera zozobras adicionales”, dijo.
Y agregó: “Todos sabemos que hay que eliminar el déficit, hace mucho tiempo que Argentina convive con el déficit y la consecuencia es tener más inflación o más endeudamiento y ya sabemos hacia dónde conducen las dos cosas: a crisis recurrentes que hemos vivido todos en este bendito país. Pero también sabemos cómo se resuelve el déficit de manera virtuosa. Nuestros gobernadores e intendentes heredan deuda y ordenan el estado que reciben de manera tal que los vecinos, los coprovincianos no vean mermadas las prestaciones del Estado para con ellos”.
Lousteau reconoció que la herencia económica es “muy difícil”, pero no ocultó su disconformidad con las políticas adoptadas por Luis Caputo como la reducción de subsidios energéticos y al transporte o la devaluación de la moneda que llevó el tipo de cambio oficial a $800. “Nunca hay una sola alternativa para hacer las cosas. Estamos viendo que estas medidas tienen un costo enorme sobre la gente. El esfuerzo que se le pide a la gente debe redundar en un plan de estabilidad. Argentina así no da para más. El estado tampoco y la política tampoco”, remarcó.
En este marco, descartó la posibilidad de un cogobierno con La Libertad Avanza, luego de debate que atravesó a Juntos por el Cambio respecto del rol a adoptar frente al triunfo libertario y que llevó a que dirigentes como Patricia Bullrich y Luis Petri integraran el gabinete de Milei. “Vamos a continuar con la renovación y modernización del radicalismo y no vamos a cogobernar con Milei. La potencia de nuestros gobernadores, intendentes, legisladores y militantes va a contribuir a buscar solucionas a los problemas que la Argentina tiene hace mucho tiempo y que se agravaron últimamente”, publicó en su cuenta de X (ex Twitter).
Sin embargo, aseguró que la UCR acompañará aquellos cambios “que le parezcan bien para los argentinos” y subrayó que la baja gobernabilidad con la que cuenta Milei al calificarlo como un “presidente institucionalmente débil”. Sobre este punto volvió para advertir sobre los riesgos que suponen este tipo de mandatarios: “Hemos visto cómo presidentes débiles han usado esa situación para después abusar del poder y este es un partido que no va a permitir eso, no va a delegar cuestiones que tienen que pasar por sus carriles institucionales”, senaló.
El plenario radical estuvo integrado por 106 delegados y, según pudo saber la agencia Noticias Argentinas antes de la elección, 75 de ellos estaban a favor del ascenso de Lousteau como nuevo presidente. Por tal motivo, el círculo del senador se mostraba confiado respecto del triunfo que se terminó concretando esta tarde en el Comité Nacional de la calle Alsina. Finalmente, fueron 68 los delegados que lo respaldaron.
Pese a que Lousteau en 2021 decidió fundar la corriente interna Evolución Radical, la mayoría de los delegados provinciales, la Juventud Radical, Franja Morada, entre otro sectores de la UCR, decidieron acompañar su candidatura. En particular, además del respaldo de Morales, Lousteau cuenta con el apoyo del sector que juega con el mandatario de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el presidente del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados, Rodrigo De Loredo.
De hecho, el ascenso del legislador cordobés en la Cámara Baja también constituye otro triunfo de Evolución al interior del radicalismo. De Loredo logró consagrarse como presidente del bloque a pesar de la resistencia inicial del neurocientífico Facundo Manes, quien también buscaba hacerse con la conducción parlamentaria.
En la vereda de enfrente de Lousteau estaba Valdés, que contaba con la aprobación de los gobernadores de Mendoza, Alfredo Cornejo, y de Chaco, Leandro Zdero, quienes, junto al mandatario correntino, integran el denominado “grupo Malbec” de la UCR. Desde este sector, habían cuestionado las “ambiciones personales” de su adversario y se mostraban optimistas respecto de un resultado que finalmente no terminó ocurriendo. “Estamos mejor de lo que creen. Tenemos el acompañamiento de muchos dirigentes del Interior”, habían indicado antes de las elecciones a NA.
Desde el entorno del gobernador correntino creían que el historial del senador como ministro de Economía del kirchnerismo y su reciente acercamiento al excandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, rumbo al balotaje le jugarían en contra. “Estuvo más cerca del kirchnerismo que otra cosa y algunos en el Interior todavía le facturan eso. En la última elección, Martín (Lousteau) y Gerardo (Morales) terminaron jugando con (Sergio) Massa”, aseguraron en la antesala de los comicios partidarios.
Desde la creación de Cambiemos —con la Coalición Cívica y el PRO, una alianza decidida en una peleada convención nacional de la UCR realizada en 2015 en Gualeguaychú— el radicalismo experimentó diversas etapas bajo la dirección de Alfredo Cornejo y, más recientemente, la de Gerardo Morales. Ahora, el partido inicia una nueva fase en el marco de la unificación que logró el bloque radical en Diputados a principios de este mes bajo la conducción de De Loredo y la nueva presidencia del porteño Lousteau.
Más allá de las diferencias planteadas por los candidatos que participaron de esta interna partidaria, ambos bandos coinciden en que de cara al futuro debe mantenerse la unidad del partido, al tiempo que sostienen la consigna de que la UCR debe renovarse y buscar nuevos alineamientos.
Con información de agencias.
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