El Gobierno de San Pablo anunció hoy dos nuevos posibles contagios de la nueva cepa de coronavirus, detectada inicialmente en Inglaterra, lo que suma un total de cuatro casos sospechosos en ese estado, uno de los más golpeados por la pandemia y uno de los que desafiaron la gestión nacional del presidente Jair Bolsonaro y su negativa a imponer restricciones y medidas preventivas.
El secretario de Salud de San Pablo, Jean Gorynchtein, anunció que las muestras extraídas a los dos nuevos pacientes sospechados de haberse contagiado de la nueva cepa serán analizados por el Instituto Adolfo Lutz, un laboratorio estatal de referencia.
La cepa B.1.1.7, detectada a mediados del mes pasado en el Reino Unido y luego en otros países, entre ellos Chile, es resultado de la mutación del virus y su capacidad de contagio es superior a la variante que primero afectó al mundo entero.
Gorynchtein destacó que el estado está en “alerta” por la posibilidad de que la nueva cepa exista en esa región brasileña e, incluso, se haya extendido, informó la agencia de noticias ANSA.
Los primeros dos casos paulistas sospechados de haberse contagiado de la nueva cepa fueron anunciados ayer por el laboratorio privado DASA, que notificó al Instituto Adolfo Lutz y a la Agencia Nacional de Vigilancia Santiaria. Uno de ellos había regresado del exterior recientemente.
A nivel nacional, Brasil es el país con más casos y el segundo con más fallecidos: los muertes se acercan a 195.000 y la tendencia en alta de los contagios se mantiene.
Pese a que el presidente Bolsonaro sigue rechazando la idea de restringir la movilidad y las concentraciones, en los estados y ciudades más afectados, las autoridades locales han decidido tomar medidas, en algunos casos, extremas.
Por ejemplo, en la ciudad de Río de Janeiro, la Policía se mantuvo en la entrada de las playas más populares para evitar el ingreso de personas y fiestas espontáneas.
Las imágenes mostraron playas casi desiertas y hoy el servicio municipal de saneamiento Comlurb anunció que hoy recogió 87% menos de basura en la popular playa de Copacabana que en los años nuevos anteriores.
“No hubo muchas reuniones grandes. La gente respetó la orden de quedarse en casa”, dijo el jefe de Comlurb, Flavio Lopes, al portal de noticias G1.