Quince meses después de declarada la pandemia la Argentina se encuentra en una situación sanitaria compleja que podría agravarse si se instala en el país, como ya ocurrió en otros lugares de mundo, la denominada variante Delta del Covid-19, surgida en la India, más rápida en su forma de contagio y riesgosa en las personas sin vacunar y aun también para quienes recibieron una dosis. Hasta el momento el gobierno nacional detectó la variante Delta sólo en tres argentinos que arribaron desde el exterior en los últimos meses, pero tiene la certeza de que es casi imposible evitar su llegada. Por ese motivo, el presidente Alberto Fernández decretó este viernes reducir a 600 el cupo de pasajeros de vuelos internacionales que pueden ingresar país por día a la Argentina, entre otras medidas de control.
“Claramente hay que tomar las medidas necesarias para evitar o retrasar todo lo posible el ingreso de la variante Delta”, dijo a elDiarioAR el médico Daniel Pryluka, jefe de Infectología del Sanatorio Otamendi.
Pryluca aseguró que la Argentina enfrentará “una situación de riesgo” si finalmente se extienden los casos de contagios con la cepa surgida en la India, que podrían encontrar un escenario propicio en la población más joven, la que por el momento todavía no recibió ni siquiera una dosis de las vacunas disponibles en el país.
La aparición de la variante Delta agregó otro nivel de preocupación en la Argentina, no sólo por sus características de mayores contagiosidad y letalidad, sino porque “sería ineficaz el esquema de vacunación” implementado hasta el momento por las autoridades sanitarias nacionales, opinó en declaraciones a elDiarioAR el médico Amadeo Esposto, a cargo hasta hace pocas semanas del Servicio de Infectología del Hospital San Martín, de La Plata.
El Ministerio de Salud nacional estableció a fines de 2020 criterios epidemiológicos y estrategias para vacunar a la mayor cantidad de argentinos con una dosis de las vacunas disponibles, ampliando de 28 a 90 días el tiempo entre la primera y la segunda inoculación.
Según el Monitor Público de Vacunación, al 25 de junio algo más de 15.500.000 personas estaban vacunadas con una dosis, mientras que 3.800.000 recibieron la segunda.
“Para enfrentar a la variante Delta debemos tener vacunada a la mayor cantidad de argentinos con dos dosis”, advirtió Esposto, quien mencionó que el panorama puede ser todavía mayor si la temida cepa finalmente ingresa durante el invierno, un tiempo en el que, debido a las bajas temperaturas, la población pasará encerrada en sus casas una mayor cantidad de tiempo con el consiguiente riesgo de propagar el virus.
“Para enfrentar a la variante Delta debemos tener vacunada a la mayor cantidad de argentinos con dos dosis”
“Esta combinación abriría la posibilidad de que haya una tercera ola” de contagios, expresó a elDiarioAR Laura Barcan, jefa de la Sección Infectología en Hospital Italiano.
La médica se manifestó en un sentido similar al del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien aseguró que, si bien ahora se reporta una baja de casos en la Argentina, en el futuro vendrá una tercera ola. “No hay ninguna duda de que la tenemos por delante. Seguramente esté relacionada a las nuevas variantes, o tal vez no. El daño que provocará dependerá de la campaña de vacunación”, indicó el funcionario.
Barcan agregó a las palabras de Quirós que entre los factores que propiciarían una escalada de casos positivos de Covid-19 en la población se encuentra el relajamiento de las medidas de restricciones tomadas en algunos lugares del país, como la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
“En este momento los casos en la Ciudad cayeron por debajo de los 1.000 diarios, entonces parece lógico que se abran un ratito algunas actividades hasta que vuelvan a subir. Pero todo esto da miedo porque en los hospitales se ve una realidad diferente a la de las calles, con pacientes graves y profesionales de la salud agotados”, comentó Barcan, que integra la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
"En los hospitales se ve una realidad diferente a la de las calles, con pacientes graves y profesionales de la salud agotados”.
Tanto Barcan como Pryluka y Esposto coincidieron en la necesidad de endurecer los controles fronterizos para demorar el ingreso de la variante Delta, aunque también pidieron que se garantice que los viajeros que llegan al país cumplan con el aislamiento obligatorio dispuesto por protocolo. “Hay un alto número de turistas que no cumplen el aislamiento. Debería haber alguna forma más efectiva de que lo hagan, quizás alojándolos en hoteles que deben ser pagados de su bolsillo”, agregó.
“Frente a la posibilidad de enfrentar a la variante Delta del virus, entonces, es mejor tener dos dosis de vacuna que una sola. Esa es la situación ideal y perfecta”, analizó Pryluca a partir del ejemplo reciente visto en el Reino Unido.
Y ante la falta de segundas dosis, como ocurre con el componente 2 de la rusa Sputnik V, Esposto recomendó acelerar los estudios para determinar si pueden “mezclarse” dos vacunas elaboradas por distintos laboratorios, tal como evalúa la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
“Es algo que se está ensayando en el mundo, pero todavía no con la Sputnik V ni con Sinopharm, aunque sí con las vacunas de AstraZeneca y Pfizer”, indicó.
Barcan, en tanto, agregó que si bien es probable que en un futuro haga falta un refuerzo anual de la vacuna contra el Covid-19, por el momento no hay certeza de la necesidad de una tercera dosis. “Hasta ahora hay dos trabajos hechos en pacientes trasplantados que responden en un nivel menor a la vacuna porque, por su estado, reciben drogas que les bajan las defensas”, explicó.
Pero entre la urgencia y los estudios científicos, Esposto se mostró confiado en la posibilidad de que para septiembre Argentina “haya salido del pantano del invierno”, aunque sea necesario mantener las medidas de cuidado como el uso de barbijos y el distanciamiento.
“Cada país vive situaciones diferentes. Todos, salvo unas pocas excepciones, algunas de ellas muy cerca de la Argentina, intentaron manejar la pandemia lo mejor posible, pero se cometen errores. Israel volvió en pocos días a los barbijos después de anunciar que no hacían más falta por la gran cantidad de población vacunada. Lo mismo pasó en el Reino Unido, ahora afectado por la variante Delta. No se puede ir más rápido de lo que la evidencia nos permite”, sostuvo Pryluca.
"Israel volvió a los barbijos después de anunciar que no hacían más falta por la gran cantidad de población vacunada. Lo mismo pasó en el Reino Unido, ahora afectado por la variante Delta. No se puede ir más rápido de lo que la evidencia nos permite”.
Hasta que no se logre “el efecto rebaño, es decir, el 80% de la población vacunada, no se tienen que abandonar las medidas de cuidado. Recién cuando el virus no encuentre a quien infectar, porque todos tenemos anticuerpos, podremos festejar”, culminó Barcan.
Además del Covid-19, vacunarse contra la gripe y la neumonía
Durante 2020, a causa del férreo aislamiento dictado para evitar los contagios del Covid-19 y el cierre de las clases, bajaron significativamente los casos de gripe, neumonía y bronquiolitis, una infección pulmonar en niños, niñas y bebés. Las tres enfermedades se transmiten de forma similar al coronavirus: predominantemente a través del aire, por personas que hablan y exhalan gotas grandes y pequeñas partículas llamadas aerosoles.
Pero ante una mayor movilidad de la población es probable que estos virus “vuelvan a aparecer este invierno”, advirtió el infectólogo Amadeo Esposto. Frente a ese escenario, el médico recomendó vacunar contra la gripe y la neumonía a las personas incluidas en los estándares del país.
Las autoridades sanitarias nacionales recomiendan a la población establecida en los parámetros médicos vacunarse contra la gripe o la neumonía no antes de los 14 días posteriores a haber recibido la dosis contra el Covid-19.
GT