El Vaticano consideró que rechazar la vacuna contra el coronavirus “podría aumentar gravemente los riesgos para la salud pública” y “para otros”, al tiempo que pidió que las campañas de vacunación se hagan “dando prioridad a los que más lo necesitan”.
“Creemos que es importante considerar tomar una decisión responsable al respecto, dado que el rechazo de la vacuna también puede suponer un riesgo para otros”, plantearon de forma conjunta la Pontificia Academia para la Vida y la Comisión Especial para el Covid-19, en un comunicado conjunto sobre los procesos de vacunación que inician en varios países
“Por lo tanto, esa negativa podría aumentar gravemente los riesgos para la salud pública”, agregaron los organismos.
“Por otro lado, enfermarse provoca un aumento de las hospitalizaciones con el consiguiente sobrecarga de los sistemas de salud, hasta un posible colapso, como está ocurriendo en varios países durante esta pandemia, dificultando el acceso a la atención médica, una vez más a expensas de que tiene menos recursos”, agregó la nota.
En ese marco, la comisión creada por el Papa para afrontar las consecuencias de la pandemia y la oficina dedicada a estudiar los temas relacionados a la vida en la Santa Sede se mostraron a favor de que las campañas de vacunación tengan en cuenta a los servicios de salud en primer lugar.
“Existe un acuerdo sobre la prioridad que se reservará para las categorías profesionales dedicadas a servicios de interés común, en particular el personal de salud, pero también en otras actividades que requieran contacto con el público para servicios esenciales (como escuelas, seguridad pública), a grupos de sujetos más vulnerables (como los ancianos y los enfermos con patologías)”, destacaron.
Para los organismos del Vaticano, “las vacunas se desarrollaron como un bien público y deben proporcionarse a todos de manera justa y equitativa, dando prioridad a los que más lo necesitan”, según el sitio oficial de la Santa Sede. En ese marco, el sacerdote argentino Augusto Zampini, miembro de la Comisión Covid-19, planteó que “la forma en que se distribuyen las vacunas es el primer paso que deben dar los líderes mundiales en su compromiso con la equidad y la justicia como principios para construir un mejor mundo post-Covid”.
NB con información de la agencia Télam