La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, se reunieron con representantes de Astrazeneca Argentina para solicitarles formalmente que informen a la brevedad sobre los avances en la producción y control de calidad de la vacuna producida en el país y formulada en México y Estados Unidos, como así también el cronograma de entrega estimado.
“Mantuvimos un nuevo encuentro con el presidente de Astrazeneca Argentina y representantes de la firma para pedirles que a la brevedad informen sobre las eventuales dificultades que atraviesa el proceso de producción de la vacuna y los tiempos en que podrá iniciar la recepción de las dosis que Argentina ha adquirido según el contrato firmado en noviembre del año pasado ya que está información es vital para la organización de la campaña de vacunación”, indicó Vizzotti al término del encuentro.
En ese sentido, las funcionarias nacionales coincidieron en que en el contexto del impacto de la segunda ola en nuestro país y las dificultades para acceder a las vacunas en todo el mundo, el Estado argentino seguirá buscando más y mejores opciones para acelerar el acceso de la población a las vacunas.
De la reunión, que se llevó a cabo en la sede del ministerio de Salud nacional, participaron el presidente de Astrazeneca, Agustín Lamas, junto a Germán de la Llave y Verónica Aguilar.
En agosto de 2020 Alberto Fernández aseguraba que el laboratorio mAbxience que tiene sus instalaciones en Garín, en la provincia de Buenos Aires, iba a fabricar el principio activo de la vacuna de AstraZeneca y que se iba a envasar en México. Para fines de febrero habían prometido la entrega de las primeras partidas pero eso nunca se cumplió. Se hizo el envío a los mexicanos pero tuvieron problemas con el fraccionamiento, el envasado y el etiquetamiento.
El sábado pasado en declaraciones a Radio 10 el presidente dijo que esperaba que AstraZeneca “empiece a cumplir sus compromisos con América Latina”, y luego contó que tuvo “una comunicación con el CEO de esa empresa” y que le expresó su “malestar” por el retraso en la llegada de esas vacunas contra el coronavirus. “Argentina produjo 30 millones de principios activos y no ha vuelto la cantidad de vacunas que se comprometieron a traer”, aclaró.
Hugo Sigman, el empresario argentino que fundó el grupo Insud, dueño del laboratorio mAbxience, empezó a recibir cuestionamientos por esta demora en las entregas. Los mexicanos del laboratorio Liomont, ubicado en el municipio de Ocoyoacac, a unos 70 kilómetros de la capital azteca, argumentan que se les complicó el acceso al filtro de vidrio microparticulado que se usa para filtrar, fraccionar y envasar el principio activo que le envían desde Argentina. Debían importar ese filtro desde Estados Unidos pero el expresidente Donald Trump bloqueó en los peores momentos de la pandemia en ese país la exportación de productos médicos amparándose en la emergencia sanitaria. Todo se complicó. A tal punto que pese al anuncio del canciller mexicano Marcelo Ebrard sobre la regularización de los suministros de AstraZeneca hacia América Latina esa pretensión no se pudo cumplir.
NB