Más de 200 personalidades y organizaciones ligadas a la salud de todo el país, reclamaron al Ministerio de Salud de la Nación que ante los atrasos de México de enviar las partidas de las vacunas AstraZeneca –por faltante de envases-, directamente la droga que se produce en nuestro país, sea fraccionada y envasada aquí por otros laboratorios públicos y privados.
“Con un promedio de 3.000 muertos diarios en Brasil, crecientes casos en Uruguay, Paraguay y Chile; la segunda ola de infectados por Covid-19 con cepas viejas y nuevas es una amenaza para Argentina. Hay ocho millones de mayores de 60 años y otros ocho millones de pacientes con enfermedades de riesgo como obesidad, diabetes, hipertensión; que tenemos que vacunar a más tardar en abril, pero el porcentaje de vacunados que tenemos hoy es mínimo. Las remesas de vacunas llegan del exterior a cuentagotas; necesitamos distribuir ya las vacunas que se producen en el país y para ello contamos con laboratorios públicos y privados que podrían suplir la falta de envases de México”, dijo ante elDiarioAR, Medardo Avila Vázquez, un reconocido sanitarista cordobés que impulsó el comunicado elevado a la Casa Rosada y el Ministerio de Salud de la Nación, firmado por doscientos referentes de la ciencia y la salud, entre los que destacan el profesor de la Facultad de Medicina de la UBA, Donato Spaccavento –sonó varias veces como ministro de Salud de la Nación-; el ex ministro de Salud de la provincia de Santa Fe, Mario Drisun; Carlos Arques, ex director del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de Santa Fe; además de Jorge Yabkowski, presidente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), la asociación gremial médica más importante del país; y el ex viceintendente cordobés Carlos Vicente.
La producción argentino-mexicana de la vacuna de AstraZeneca estaba prevista comenzar a distribuirse en este mes de marzo, pero el faltante de envases en México pospuso los planes hasta abril; y la semana pasada, la subsecretaria de Asuntos Multilaterales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) de ese país, Martha Delgado, anunció que los embarques recién estarían disponibles en la primera semana de mayo.
Necesitamos distribuir ya las vacunas que se producen en el país y para ello contamos con laboratorios públicos y privados que podrían suplir la falta de envases de México.
En febrero de 2020, la farmacéutica mAbxience perteneciente al Grupo Insud del argentino Hugo Sigman inauguró en la localidad bonaerense de Garín una moderna planta llamada La Linda donde trabajan 150 científicos bajo las órdenes del biólogo Esteban Corley.
Sigman, Corley y mucho menos el presidente Alberto Fernández, quien estuvo en el corte de cintas, destacando la importancia de la ciencia argentina sabían que un mes después se decretaría la primera cuarentena preventiva por la llegada del Covid-19 a nuestro país. Y que precisamente, en esa planta bonaerense de 10 mil metros cuadrados, se produciría la droga para combatir el Coronavirus en América latina.
La Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, como muchos otros centros científicos comenzaron a trabajar contra reloj para producir la vacuna contra el Covid-19 y para la provisión en Latinoamérica decidieron asociarse con el Grupo Insud de Sigman y los mexicanos del laboratorio Liomont, patrocinados por el magnate Carlos Slim.
El proceso productivo es bastante simple: en la planta bonaerense de Garín, mAbxience produce 18 millones de dosis mensuales del producto básico de la droga contra el Covid-19; las que se envían a granel a México; donde los científicos de Liomont terminan de procesarlo, fraccionarlo y envasarlo. Pero se produjo un imponderable: el desabastecimiento mundial de frascos, jeringas y soluciones salinas, por lo que Pascal Soriot, director ejecutivo de AstraZeneca había admitido ya en julio de 2020 que “el problema que enfrentamos no es fabricar la vacuna en sí misma, sino llenar los viales”; o sea, aquellos envases o recipientes como frascos, frasquitos y botellas donde se fracciona y envasa la droga en dosis individuales. Eso es lo que ocurre actualmente en México.
El escrito de los sanitaristas y científicos argentinos revela que “frente a la escasez, sectores del poder concentrado hacen lobby para liberalizar la compra, distribución y administración de las vacunas. Quien tenga 100 dólares podrá aplicársela en su prepaga o en la farmacia, pertenezca o no a los grupos de riesgo prioritario” y que “pocos argentinos saben que en una planta del conurbano, mAbxience, propiedad del empresario Hugo Sigman, se producen semanalmente varios millones de dosis de vacunas AstraZeneca que son enviadas a México, donde el magnate Slim se comprometió a envasarlas y enviarnos 25 millones de dosis. Pero al día de hoy no ha enviado ni una y no se sabe cuándo lo hará. Arguye problemas de provisión logística”.
Y señalan que “Argentina cuenta con dos plantas públicas con capacidad de envasar productos biológicos. Son el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Instituto Biológico Tomás Perón de La Plata. También hay establecimientos privados con la misma potencialidad”.
Argentina cuenta con dos plantas públicas con capacidad de envasar productos biológicos. Son el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Instituto Biológico Tomás Perón de La Plata.
El médico y profesor de la UNC, Avila Vázquez detalló que “los laboratorios de la UNC y de La Plata están especializados en producir medicamentos a gran escala, entre los dos pueden producir 600 mil dosis cada 10 días; fueron creados para fabricar las vacunas Sabin, BCG, Triple. Además sabemos que en enero, tres laboratorios privados se ofrecieron a fraccionar en nuestro país, las vacunas producidas por Sigman en Garín. Estamos en emergencia sanitaria, con la amenaza de Brasil en nuestra puerta; lo que nosotros reclamamos a las autoridades de Salud es que se deben suspender las remesas de la vacuna AstraZeneca que se envían a México, hasta que no comience la entrega desde dicho país de manera regular y suficiente de las vacunas envasadas; y que también, bajo el régimen de emergencia, se autorice a los laboratorios públicos y privados a envasar la vacuna producida por mAbxience, proveyendo la asistencia técnica y financiera necesaria”.
Este sanitarista cordobés le dijo a elDiarioAR que “acá hay un lobby de Hugo Sigman y el Grupo Insud en el Ministerio de Salud. La ministra Vizzotti nombró como su jefa de gabinete a la economista Sonia Tarragona; que fue directora general de la Fundación Mundo Sano, que dirige Silvia Gold, la esposa de Sigman y cofundadora del Grupo Insud. Argentina está a las puertas de una tragedia nacional y no nos podemos dar el lujo de someternos al lobby de las farmacéuticas”.
Consultados sobre la posibilidad de fraccionar la producción del laboratorio mAbxience a través de laboratorios argentinos, desde el área de comunicación del Grupo Insud informaron que “no es nuestra vacuna. Eso debería consultárselo a AstraZeneca. Nosotros tenemos contrato para fabricar la vacuna de ellos y enviársela al laboratorio mexicano”.
WC