“Era 23 de noviembre, feriado. Yo estaba almorzando con mis padres. Vanesa Morla me llama y me dice 'Verónica, andá a Tigre, porque hoy nadie fue a ver a Diego'. Yo vivo en Ezeiza, estaba a unos 150 kilómetros. Llegué como a las 5 de la tarde. Llego, entro a la habitación y le digo 'Diego, ¿qué te pasó?' Estaba hinchado, desfigurado; la panza, las manos. Una enfermera estaba sentada en el living leyendo una revista. Y el custodio, Julio Coria. Quería hablar a solas con Diego, pero el custodio entró y me dijo que no podía dejarlo solo”: es parte del relato de Verónica Ojeda, expareja del Diego Maradona y madre de su hijo menor, Dieguito Fernando.
Su testimonio era uno de los más esperados en el juicio por la muerte de Maradona. Ojeda fue la última familiar directa que tuvo contacto con el exfutbolista antes de su fallecimiento. “El ultimo día que fui, Diego estaba solo, apenas con un custodio”, remarcó Ojeda. Según la madre de Dieguito Fernando, ese día –el 23 de noviembre– lo vio mal, no sólo en cuestiones de salud sino de higiene. Le pidió que se bañara y afeitara, que a Dieguito Fernando no le hacía bien verlo en ese estado. “Había 'olor a baño' en la habitación. Diego me dijo 'mañana traemelo, te prometo que me voy a afeitar y a bañar. Fue la ultima vez que lo vi con vida”, detalló Ojeda y rompió en llanto. Hubo que ir a un cuarto intermedio. Reclamó a Vanesa Morla: “Le dije que no puede ser que lo vea a Diego así, que los médicos tienen que estar atentos, todos ahí, todos turnándose. Nadie me dio bolilla”.
Era la tercera vez que Ojeda visitaba la casa del Tigre. La primera vez que la madre de Dieguito Fernando lo vio fue el día en que se instaló luego de ser operado en la Clínica de Olivos por el hematoma subdural. “Estaba contento, tomando su sopa; disfrutando a Dieguito”, detalló Ojeda. La segunda vez fue a la semana siguiente y ya no lo vio: “Estaba enojado, no quería sair de la habitación. Dieguito, que tenía siete años entonces, fue corriendo y se tiró encima de su papá. Era el único al que no echaba. Pero me dijo ”Vero, llevalo. No quiero ver a nadie. Ya no era el Diego que yo conocía. Lo saqué a mi hijo y nos fuimos“, siguió Ojeda.
Maradona y Ojeda tuvieron una relación entre 2005 y 2014. En 2013 nació Dieguito Fernando. El vínculo terminó cuando el exfutbolista arrancó una relación con Rocía Oliva. “En 2018 hablaba esporádicamente con él porque quería que el chiquito tuviera acercamiento con su padre, que era muy poco. El entorno de Diego no me dejaba”, dijo Ojeda. En 2019 hubo un acercamiento. Como Dieguito Fernando tiene un diagnóstico de autismo y transtorno específico del habla, Ojeda buscó tratamiento en Miami. Pero Maradona, que estaba a punto de desembarcar como técnico en Dorados, de México, le propuso que ella y su hijo se mudaran con él para recibir atención específica allí. Ojeda aceptó. No se supo si el tratamiento dio resultado pero la revinculación entre Maradona y Ojeda fue imposible. El contacto se interrumpió hasta que en 2019 Ojeda recibió un llamado. Era una masajista, la masajita personal de Diego, que le dijo: “No me conoces, vivo en Bella Vista. Sé que vos la única que podés salvar a Diego”. Cuando Ojeda llamó a su expareja, lo primero que escuchó fue un reproche: “¿Por qué no me traés a mi hijo?”
Ojeda confirmó que la psiquiatra Agustina Cosachov y Leopoldo Luque fueron los que recomendaron la internación domiciliaria, y que ella contrapropuso una internación en un neuropsiquiátrico, experiencia que habían tenido en 2007. También nombró a Vanesa Morla y Maximiliano Pomargo como la pareja –de hecho son matrimonio– que estaba al tanto del minuto a minuto de lo que sucedía en la casa de Tigre. Afirmó, con énfasis, que Leopoldo Luque llegó a ser el médico de confianza de Maradona por Matías Morla: “Luque llega a la vida de Diego por Morla”, afirmó Ojeda.
“Al mediodía. Al mediodía me llamó (Jorge) Rial. Me llamó me preguntó cuándo hacía que no hablaba con Diego. Era miércoles, le dije que el lunes, que lo había visto el lunes. Le pregunté si pasaba algo. Me dijo 'llamá o anda ya a Tigre'. Entré a llamar a todo el mundo, nadie me contestaba. Hasta que me atendió Vanesa (Morla) y me dijo que fuera a Tigre. Agarré a Dieguito y salí para allá. En el camino me enteré por la radio de que había fallecido”, dijo Verónica Ojeda, expareja de Diego Maradona y madre de su hijo menor, Dieguito Fernando, al Tribunal.
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