Saltan de escuela en escuela. Ocupan turnos aquí allá para poder llegar fin de mes. Son los “maestros taxi” y representan al 30,5% de los docentes de nivel primario que enseñan en dos o más colegios. Esta cifra coloca a los maestros argentinos entre los que tienen una alta dispersión laboral en comparación con sus colegas de la región.
En Argentina, el 41,8% de los docentes están contratados por media jornada, lo que explicaría por qué la proporción nacional es muy superior al promedio de América Latina, que ronda el 11,4%. Brasil es el único país que exhibe cifras más elevadas: allí un 38,6% de los docentes se desempeña en más de una institución educativa.
Así lo indica el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación “Características y condiciones de trabajo de las y los docentes de primaria”, elaborado a partir de los últimos datos disponibles de los cuestionarios complementarios del Cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) realizado por la UNESCO en 2019.
De allí surge que en el 88,6% de los docentes de los 16 países latinoamericanos que integran las evaluaciones concentra su carga laboral en una única escuela, En Argentina ese porcentaje desciende al 69,5%.
El documento, con autoría de Mariano Alu, Samanta Bonelli y Martín Nistal, también revela que, a nivel nacional, los docentes trabajan un promedio de 28,9 horas semanales a comparación de las 33,1 horas promedio de la región. Sin embargo, dicha cifra se reduce a 22,5 si se consideran únicamente las horas trabajadas en el establecimiento educativo desde el cual respondieron el cuestionario, lo que comprueba la tendencia a la dispersión laboral de los maestros en el país.
“Es evidente que trabajar en más de una escuela implica duplicar o triplicar la cantidad de alumnos, familias y equipos docentes con los cuales interactúa, intensificando las demandas profesionales y emocionales de su tarea. Probablemente, aún el docente mejor formado verá afectado su desempeño en escenarios de dispersión laboral”, destaca Claudia Romero, profesora e investigadora de la Universidad Torcuato Di Tella.
La contratación de docentes en una misma escuela por sólo media jornada no sólo motiva la dispersión laboral en distintos establecimientos educativos, sino que también obliga a los docentes a contar con otra actividad remunerada por fuera de la docencia. Argentina âcon un 14,1%â es el país de América Latina con mayor porcentaje de docentes que reportan otra tarea laboral no vinculada a la enseñanza. Le siguen Guatemala y Uruguay con 14% y 13,5% respectivamente, mientras que Cuba (1,9%), Nicaragua (3,2%) y Panamá (3,9%) destacan como los países con menor proporción de docentes en esta condición.
Este trabajo adicional, que necesitan tomar como consecuencia de las condiciones salariales, les exige a los docentes locales una media de 15,3 horas semanales, casi 5 horas más que el promedio regional de 10,8. “Los datos expuestos en el informe dejan a la vista varios interrogantes, siendo significativos aquellos en relación a la carga horaria de trabajo y/o posibilidad de desempeñarse en otra actividad remunerada: ¿puede un docente dar una educación de calidad si tiene varios cargos al mismo tiempo?”, plantea Marina Bertone, docente de primaria.
Además de la dispersión laboral y la realización de otros trabajos aparte de la docencia, la formación de los maestros también condiciona la calidad de la enseñanza impartida a nivel nacional. Pese a que, en 2008, el Consejo Federal de Educación extendió un año más la carrera docente mediante su Resolución N° 74, los cuatro años de formación mínima actuales continúan siendo insuficientes. “El tiempo de formación es poco, dejando una gran demanda de capacitación y formación continua que, ante la cantidad de horas de trabajo diario, es imposible de llevar a cabo”, asegura Bertone.
Con la mencionada resolución del Consejo Federal de Educación, las nuevas camadas de docentes, especialmente de aquellos con entre 22 y 30 años de edad, cuentan con un año más de formación a comparación de aquellos con edades de entre 51 y 60 años. Así, quienes cursaron una carrera más extensa son también quienes cuentan con menor antigüedad en la docencia, lo que impacta directamente en el tipo de contratación que se les ofrece.
En Argentina, a mayor antigüedad docente, mayor estabilidad de los contratos, es decir, mayor porcentaje de docentes que se desempeñan como titulares âque en total suman el 67% de los maestros argentinos, una proporción inferior al promedio regional del 71,5%. Entre los docentes con 5 años de experiencia, el 53% de los maestros cuenta con este tipo de contrato, mientras que, para aquellos con 10 años de antigüedad, la proporción asciende a 84%. Esto implica que los docentes más jóvenes y con más años de formación en la carrera, tienen menos posibilidades de ocupar cargos titulares.
Los otros dos tipos de contratos que analiza el informe de Argentinos por la Educación son los interinatos o suplencias largas y las suplencias cortas. Un total de 13,1% de maestros locales se desempeñan bajo la primera modalidad, mientras que un 16,3% cuenta con contratos del segundo tipo por plazos menores a un año âa comparación del 4,1% promedio de Latinoamérica. Desempeñarse en cargos con un grado de imprevisibilidad tan elevado motiva también a los docentes a aceptar cargos no vinculados a la docencia para solventar sus gastos en un contexto en el que la inflación interanual ya supera el 100%.
“Hay algunas características de la situación local que llaman la atención, como la cantidad de docentes con contratos de corta duración (posiblemente vinculados a suplencias cortas) o el porcentaje de docentes que trabajan en más de una escuela. Ambos aspectos impactan en la continuidad y la profundización del vínculo de los y las docentes con las situaciones específicas de cada institución educativa”, explica Mariano Alu, coautor del informe.
El documento revela los desafíos a los que se enfrenta la docencia âuna actividad altamente feminizada a nivel nacional dado que, hoy en día, el 94,6% de los maestros son mujeresâ en Argentina. El rol fundamental que tiene esta profesión en el éxito del proceso de enseñanza vuelve evidente la necesidad de abordarlos con urgencia.
ACM/MG