Una mujer nacida tras una violación cometida a una menor de edad hace más de 40 años logró que la justicia británica condene hoy a su padre biológico a 11 años de prisión, informaron fuentes locales.
Carvell Bennett, de 74 años, fue declarado culpable por un tribunal de Birmingham, en el centro de Inglaterra, de una violación cometida en la década de 1970 contra una adolescente de 13 años y fue condenado a 11 años de prisión.
Esta decisión fue posible gracias al “empeño y determinación” de la hija biológica nacida de este crimen, que “buscó justicia en este caso para sí misma y para su madre”, y que proporcionó su ADN, destacó el juez Martin Hurst.
La demandante -que no puede ser identificada para proteger la identidad de su madre-, descubrió a los 18 años, cuando pudo consultar su expediente de adopción, que su madre biológica quedó embarazada después de la violación y, luego de dar a luz a la niña, la entregó en adopción.
La mujer manifestó al tribunal que éste fue un descubrimiento “aterrador”, lamentándose de ser “la encarnación de una de las peores cosas que puede ocurrirle a alguien”.
Tras ser archivado “por las autoridades en el momento de la infracción”, el caso se reanudó a partir de que la hija de la víctima hizo una campaña para la reapertura de la investigación y convenció a su madre biológica de presentar una denuncia.
El análisis de su ADN permitió identificar a Carvell Bennett formalmente como padre, pese a que él siempre lo había negado.
Sin embargo el acusado, que se negó a disculparse en el juicio, admitió que hubo una relación sexual, pero afirmó que la víctima había consentido y creía que tenía 16 años en el momento de los hechos.
DA