El juicio por la verdad por la Masacre de Napalpí, ocurrida en 1924 en Chaco, comenzó hoy en Resistencia, y aunque los responsables no podrán ser juzgados ya que todos fallecieron, sí será investigado el rol del Estado y su responsabilidad en los crímenes de lesa humanidad por la matanza de 400 integrantes de las etnias Qom y Moqoit.
En la primera audiencia del juicio oral y público que se extenderá hasta el 19 de mayo, la querella y los fiscales presentaron sus alegatos preliminares, una suerte de sinopsis del contenido y formato de sus respectivas acusaciones de las pruebas que las sustentan.
Ocurrida el 19 de julio de 1924, tampoco hay testigos vivos de la matanza. Sin embargo, si están los videos de las víctimas cuyos testimonios fueron grabados tiempo atrás por los fiscales Federico Carniel y Diego Vigay, de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal.
Así, el tribunal pudo escuchar a Pedro Balquinta y Rosa Grilo quienes murieron a los 105 y 114 años.
“Un avión arriba tiraba bolsas desde el avión, caían al piso y la gente iba a buscar y ahí las mataban. Y ahí, mi abuelo y nosotros disparamos porque queríamos vivir. Mi abuelo se llamaba Francisco Grilo y mi mamá Antonia Grilo. Mi abuelo, cazaba cualquier bichito para rebuscarse. Mi mamá me contó que le mataron a mi papá. No quiero ver que se repita. Duelen esas cosas, como uno no va a sentir la familia. Nunca se habló de lo que pasó, recién ahora se habla”, dijo en una de esas entrevistas Rosa Grilo.
El juicio oral por la Masacre de Napalpí tiene como objetivo establecer la verdad histórica como reparación a familiares de las víctimas y a sobrevivientes.
“Es muy triste para mí, porque mataron a mi papá. Casi no me quiero acordar, me hace doler el corazón. Mi abuelo y mi mamá dispararon en el monte, 'disparemos', 'disparemos', decían. No sé por qué mataron niños, grandes, mucho sufrimiento. Yo era niña pero no tan chica, por eso recuerdo. En el monte comíamos algarrobo, cualquier fruto de los árboles comíamos y tomábamos agua de los cardos”, recordó Grillo en la entrevista.
En otro de los videos proyectados ante el tribunal, el docente e historiador qom Juan Chico, uno de los principales impulsores del juicio quien falleció el año pasado, señaló: “Napalpí es un tema muy caro a nosotros, se invisibilizó, pero en el los últimos años empezó a levantarse, la memoria oral vino con los años pidiendo permiso, abriéndose paso en la historia oficial, sucede que es como dice Walter Benjamin; todo documento es documento de barbarie. Hay un conocimiento cultural, en las comunidades, que debe ser receptado en la Justicia”.
Pedro Balquinta había dado su testimonio el 18 de junio de 2014 desde la zona rural del Paraje San Lorenzo Colonia Necochea del Departamento de Chacabuco. El día de la masacre tenía 12 años. En lengua mocoví contó: “En la reducción Napalpí mataron a muchos. Los taparon en un pozo grande, un solo pozo (…)”.
También relató otro hecho represivo, ocurrido en el Zapallar en la provincia de Chaco, en 1933: “Era un pueblo chiquito pero había como tres mil personas cuando fueron para matarlos, pero no pudieron matarlos a todos. Había dos pastores allí, que cuando llegaron los militares se pasaron toda la noche orando para que nos les hagan nada. Los Mocovi fueron a buscar trabajo al Zapallar por eso llevaban sus caballos .Los cabecillas iban adelante por eso los mataron. Estaba el cacique Duran que vivía en las Tolderías esas tierras son de los criollos hoy”.
Este proceso tiene como antecedente directo los juicios por crímenes de lesa humanidad realizados en los años noventa en la investigación del destino final de víctimas de desaparición forzada por parte del terrorismo de Estado, cuando no podía avanzarse en la sanción penal de los crímenes a causa del “cerrojo judicial” que implicaban las leyes de obediencia debida, de punto final, y los indultos a cúpulas militares.
En 2014, la Unidad Fiscal de Derechos Humanos inició una investigación sobre la Masacre de Napalpí y en 2021 se presentó un pedido formal ante el Juzgado Federal número 1 para la realización de este juicio.
La jueza Zunilda Niremperger resolvió catalogar los crímenes como de lesa humanidad y, por ello, imprescriptibles, y ordenó la realización del proceso.
El debate oral y público se desarrolla desde hoy con audiencias dos veces por semana, con presencia de público, y transmitidas por medios digitales. El juicio será en las ciudades chaqueñas de Resistencia y Machagai, y también en el en el espacio por la Memoria de la exESMA, en la ciudad de Buenos Aires.
La Masacre de Napalpí ocurrió el 19 de julio de 1924 en la reducción indígena ubicada en el entonces Territorio Nacional del Chaco, cuando las poblaciones moqoit y qom llevaron adelante una huelga en reclamo por las condiciones de vida y trabajo infrahumanas que padecían en los obrajes madereros y de algodón.
Según la información recabada por historiadores y sumada al expediente por la Unidad Fiscal, se estima que durante 45 minutos la policía tiró más de 5 mil balas de fusil sobre la población de Napalpí.