Unas 25.000 personas se manifestaron este domingo en Bruselas para pedir más esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, una movilización que se produce tras las dramáticas inundaciones de este verano en Bélgica y en vísperas de la COP-26 de Glasgow.
La marcha fue convocada por la “Coalición Clima”, que agrupa a unas 80 entidades entre ONG, sindicatos, organizaciones juveniles y movimientos ciudadanos, y no había salido a la calle en masa en el último año y medio debido a la pandemia de Covid-19.
“Esperamos medidas más ambiciosas, solidarias y coherentes”, dijo Nicolas Van Nuffel, presidente de la coalición que reclama una acción política más contundente para frenar el calentamiento global cuando falta menos de un mes para la COP-26.
La cita reunirá en Glasgow a decenas de países con el fin de avanzar hacia dos objetivos principales: mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados centígrados y lograr para 2050 la neutralidad climática -realizar solo las emisiones contaminantes que sean capaces de absorber-, metas que al ritmo actual de emisiones no se alcanzarán, según los expertos.
En la marcha tienen una participación destacada las víctimas de las inundaciones de este verano, que causaron más de 40 fallecidos y enormes daños materiales debido a unas lluvias torrenciales que triplicaron el volumen normal y que estudios científicos vinculan con el cambio climático.
“Yo soy una refugiada climática”, le dijo al diario Le Soir Bernadette Leemans, vecina de la ciudad valona de Chaudfontaine, en el sur del país, que tuvo que mudarse tras las inundaciones y considera que las acciones actuales para frenar el cambio climático “son irrisorias”.
“Yo tuve suerte. Fui acogida con brazos abiertos, pusieron comida ante mi puerta, no tuve que cruzar el Mediterráneo en una barca hinchable ni los Alpes a pie. No me recibieron a punta de fusil, fui ayudada por voluntarios que hablaban mi lengua”, añadió para contraponer su situación a la de otros afectados por el cambio climático en el mundo.
El Gobierno belga prevé presentar antes de finales de mes su plan para lograr el objetivo de reducir las emisiones contaminantes en un 55% con respecto a los niveles de 1990 para el año 2030, meta compartida por el conjunto de la Unión Europea.
Dentro de las medidas que contemplan está reforzar la producción de energía eólica en el mar del Norte, adaptar el sistema de transporte de la energía, cambiar la tributación de los coches de empresa para favorecer la electrificación y apostar por combustibles no fósiles como el hidrógeno o los biocombustibles.
CB con información de EFE