Cuando, en enero de 2021, Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos anunció que celebraría una Cumbre de 40 líderes mundiales para discutir la acción global sobre la crisis climática. Sería el 22 y 23 de abril en el Día de la Tierra, una de las fechas más importantes para la lucha ambiental. El objetivo de la Cumbre es garantizar los esfuerzos globales para mantenerse por debajo de 1,5 grados centígrados de calentamiento y ser “un hito clave en el camino hacia la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26)”. Dentro de los 40 invitados se encuentra Alberto Fernández. El evento será transmitido en vivo acá.
Con la finalidad de que no sea simplemente una Cumbre más de palabras vacías, sino una en donde se pueda avanzar hacia una Argentina más justa y sostenible, junto a más de 150 organizaciones socioambientales le escribimos una carta a Alberto Fernández para que “su participación honre no solo las necesidades de las generaciones presentes, sino también de las futuras”
La carta empieza describiendo la crisis sanitaria, ambiental, social y económica que estamos viviendo “cuya solución requiere modificar nuestros sistemas de consumo y producción de manera urgente, a una escala y velocidad sin precedentes, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% para el 2030 y alcanzar la carbono neutralidad antes del 2050”
En el plano regional, el 22 de abril entrará en vigencia el Acuerdo sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales, mejor conocido como Acuerdo de Escazú, que fue ratificado por nuestro país en enero del 2021. Adoptado en Escazú, Costa Rica, el 4 de marzo de 2018, el Acuerdo Regional, es una herramienta pionera para la protección ambiental y de los derechos humanos, haciendo especial énfasis en las personas defensoras de los derechos humanos en asuntos ambientales.
El acuerdo es abierto a los 33 países de América Latina y el Caribe, fue suscrito hasta abril del 2021 por 24 de ellos y tan sólo 12 lo han ratificado. Sin embargo, 9 países no han avanzado y otros 12 que han manifestado su interés con la firma pero les falta completar el proceso de adhesión. La carta le pide a Fernandez que “Argentina tome un rol activo promoviendo la adhesión de los países que aún no lo han hecho, ya que es una herramienta fundamental para fortalecer nuestras democracias de forma holística y proteger a quienes defienden el ambiente”
A la Cumbre están invitados líderes de los países que más contaminaron a lo largo de la historia, que a diferencia de los países del Sur Global, son los mayores responsables de la emisión de gases de efecto invernadero. Por eso, un punto central de la carta tiene que ver con poner en juego la cuestión de la deuda ecológica en esta cumbre.
“En el plano internacional, esta Cumbre representa una oportunidad trascendental para poner en debate con los países desarrollados, los mayores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, y con los organismos internacionales de financiamiento, la reestructuración de la deuda externa argentina, proponiendo invertir ese dinero en medidas de mitigación de gases de efecto invernadero y adaptación al cambio climático”
En el día de ayer, y posterior a recibir la carta, el Presidente expuso en la Cumbre Iberoamericana: “Un canje de deuda por clima debería ser el mecanismo capaz de vincular a los sistemas de pago de deuda con la acción climática. Es el puente intergeneracional que debemos ser capaces de construir en Iberoamérica”
La carta termina con un mensaje claro: “de las decisiones que tomemos este año nos llevarán hacia una sociedad justa, sana, regenerativa y sostenible, o a profundizar la injusticia social, económica y ambiental, regida por un colapso ecosistémico global”.
En el Día Mundial de la Tierra no podemos ignorar la emergencia: la pandemia nos está matando, hace siglos estamos destruyendo la naturaleza. Tenemos que ser lo suficientemente valientes como para imaginarnos un futuro realmente distinto para una real salida a la profunda crisis socio-ambiental, sanitaria y económica que estamos viviendo.
NB