Circulan en TikTok, Telegram y X diferentes posteos que hacen referencia a declaraciones del Premio Nobel en Física John Clauser, quien en una conferencia en Corea del Sur el 26 de junio último sostuvo que “no hay una crisis climática” y cuestionó a científicos climáticos por exagerar los efectos de la suba de la temperatura.
Sin embargo, sí existe la actual crisis climática y, como se contó en esta nota, ya genera eventos climáticos extremos con impactos en todo el mundo. Clauser utiliza argumentos falsos, no tiene artículos académicos publicados sobre el cambio climático y forma parte de una organización que ha recibido fondos de empresas petroleras, de acuerdo a registros públicos de la organización.
Los posteos desinformantes tuvieron más de 5 mil retuits y “Me gusta” en X, más de 70 mil reproducciones en TikTok y 40 mil interacciones en Telegram, según los datos aportados por las propias redes sociales.
¿Quién es John Clauser?
Clauser, un físico experimental de Estados Unidos, recibió el Premio Nobel en Física en 2022 por experimentos pioneros con partículas de luz que ayudaron a comprobar elementos claves de la mecánica cuántica. Si bien su trabajo no tiene relación con el cambio climático, Clauser ha afirmado en varias oportunidades que la crisis climática no existe.
“No creo que exista una crisis climática”, sostuvo Clauser en su discurso en la conferencia Quantum Korea. Y agregó: “El mundo en que vivimos hoy está lleno de desinformación. Depende de cada uno de ustedes servir de jueces, distinguiendo la verdad de la falsedad basándose en observaciones precisas de los fenómenos”.
Para la doctora en Ciencias de la Atmósfera, Carolina Vera, investigadora del Conicet y profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires (UBA), lo que afirma Clauser no se compara con el consenso de cientos de miles de investigadores. “Somos científicos, tiene que haber evidencia y métodos detrás de las afirmaciones, no son simplemente opiniones”, explicó a Chequeado.
Más del 99.9% de las publicaciones científicas revisadas por pares afirman que el cambio climático existe y es principalmente causado por la actividad humana. La temperatura promedio global ya se ha incrementado 1,1 grados centígrados comparado con el período pre-industrial, lo que ha traído consecuencias como las descriptas en esta nota: aumento de la temperatura, pérdida de la superficie de los glaciares, sequías más prolongadas, olas de calor más frecuentes, entre otras.
Clauser forma parte del directorio de Co2 Coalition, una organización no gubernamental de Estados Unidos que sostiene que el dióxido de carbono (un gas de efecto invernadero) es beneficioso para la sociedad. La organización recibió donaciones de la Fundación Charles Koch del empresario multimillonario de la industria petrolera con el mismo nombre, de acuerdo a registros públicos.
Al igual que Clauser, Co2 Coalition está integrada por otros investigadores que ponen en duda la ciencia climática. El físico William Happer, uno de sus fundadores, es uno de los firmantes de una carta al ex presidente Donald Trump para que Estados Unidos se retire del Acuerdo de París de cambio climático, algo que finalmente ocurrió en 2020.
“Dicen que se basan en la ciencia pero es una ciencia bastante dudosa. No pueden probar nada de lo que dicen” afirmó a Chequeado Matilde Rusticucci, doctora en Ciencias de la Atmósfera y autora del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) . Y agregó: “El cambio climático avanza a pasos agigantados, como vemos con la ola de calor que está ocurriendo en el verano en el Hemisferio Norte.”
Los falsos argumentos contra la crisis climática
En su discurso en Corea del Sur, Clauser criticó IPCC, el órgano internacional encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático establecido por Naciones Unidas en 1988, por “promover desinformación y generar ciencia incorrecta”.
El IPCC es un órgano científico, pero no lleva a cabo investigaciones propias. Examina y evalúa la bibliografía científica, técnica y socioeconómica más reciente para la comprensión del cambio climático. En sus informes colaboran cientos de especialistas de todo el mundo, que proporciona una base científica para la toma de decisión de los gobiernos.
“Si existieran estudios que no estén siendo tenidos en cuenta por el IPCC, los revisores externos pueden sugerirlos y los autores tieen que dar respuesta a ello. Es un proceso transparente,” explicó a Chequeado Leandro Díaz, investigador del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA). Y remarcó: “El rol del IPCC es muy importante, sistematizando todo lo que se conoce”.
En su último ciclo de informes, el IPCC concluyó que la suba de la temperatura ha generado cambios en el clima de la Tierra que no tienen precedentes en la historia reciente de la humanidad. Los riesgos aumentarán con cada fracción de grado de calentamiento, sostuvo, y agregó que los combustibles fósiles son la principal causa de la crisis climática.
Clauser, al igual que el Co2 Coalition en su sitio web, también afirma que el dióxido de carbono (CO2) es “beneficioso para la naturaleza”. Si bien es cierto que las plantas necesitan CO2 para llevar adelante la fotosíntesis, esto no indica que el calentamiento provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero sea inocuo.
“Si hay más CO2 podemos entonces pensar que hay más nutrientes para que las plantas crezcan. Pero lo que este físico ignora es que el aumento del CO2 tiene un impacto en el balance de radiación en la atmósfera”, sostuvo Vera. Y advirtió: “La concentración de CO2 es la más alta en los últimos 800 mil años, de acuerdo al IPCC”.
Las publicaciones en redes sociales de las declaraciones de Clauser también hacen referencia a una anterior carta de otros 1.500 científicos climáticos, quienes rechazan la existencia de una crisis climática. En una nota anterior de Chequeado, se analizó la declaración y los falsos argumentos incluidos en la misma.
La desinformación climática
Las narrativas falsas como las de Clauser y el Co2 Coalition son frecuentes cuando se habla de cambio climático. Existe una expansión del negacionismo climático, su financiación y los impactos de sus narrativas en el público. El objetivo es generar dudas sobre la ciencia climática, de manera que se limite la reducción de las emisiones contaminantes.
“Como científico, es un problema que estas informaciones falsas o no fundamentadas en evidencia se expandan. Representan a un sector de la población que busca negar lo que hay que hacer para evitar los efectos de la crisis climática”, sostuvo Díaz. Y agregó: “En vez de ello, hay que seguir trabajando sobre el conocimiento del IPCC”.
Para Vera, las declaraciones de Clauser generan enojo y frustración. “Cualquier persona adulta se da cuenta que el clima en su región no es el mismo que cuando era chico. Esta evidencia es lo que nosotros tratamos de sostener con información fundamentada metodológicamente”, afirmó la científica de Conicet.
De desinformar sobre la pandemia a negar la crisis climática
Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, canales de Telegram con gran alcance en Latinoamérica y España consiguieron decenas de miles de seguidores mientras difundían todo tipo de desinformaciones y teorías de la conspiración en español sobre la no existencia del coronavirus, los barbijos o las vacunas.
En plena crisis climática, esos mismos canales desinformadores han mutado hasta convertirse en negacionistas del cambio climático. Dos claros ejemplos son los canales “Médicos por la Verdad” y “Plandemia Mundial Covid 2021, que compartieron el video sobre Clauser y su declaración falsa sobre la crisis climática.
También el canal de Telegram de TierraPura, un sitio web creado a principios de 2020 supuestamente por un grupo de voluntarios y que fue uno de los principales canales que desinformaron sobre la pandemia en el país, como se contó en esta nota.
Chequeado junto con Unesco ha trabajado en una guía para cubrir las noticias sobre cambio climático sin promover la desinformación. En ella se abordan ejemplos y herramientas útiles para abordar la crisis climática con un enfoque transversal y sin caer en los riesgos de la desinformación.