Tantos odios para curar, tanto amor descartable

0

Lo que se tira a escondidas, lo que debería ir a la basura pero alguien prefiere guardar en secreto, lo que se recicla, lo que se descarta sin más. Le doy vueltas a algo sobre desechos que intento escribir –no me pregunten cómo vivo– y, como pasa con las obsesiones, después todo parece girar alrededor de lo mismo.

Como todas las mañanas, ejem, abro elDiarioAR y leo un notón de Ale Rebossio con la lista de las más de 700 empresas, de esas archiconocidas, que contaminan el Riachuelo. Avanza el día, pongo el podcast Vidas, de mi amigo Tomás Balmaceda, y repaso con atención lo que ocurrió con algunos personajes televisivos de esos que parecían estar al aire todo el tiempo y que, luego del furor, se esfuman sin mucha explicación. El propio Tomás, en su rescate riguroso, bien narrado y lleno de detalles que recomiendo enfáticamente que escuchen, les da justamente una nueva vida a aquellos que quedaron enredados en esa cosa un poco bulímica que tiene la televisión.

Cierro la jornada con un programa de los tantos sobre acumuladores que nos ofrece el cable. Me asumo fanática de todos: los que muestran historias de familias que, desgarradas por la acumulación compulsiva de uno de sus miembros, piden ayuda a unos expertos bastante flojos de papeles; los que convocan a adictos a la limpieza y los meten adentro de las casas de los acumuladores para que les tiren todo –un dos por uno tan cruel como cautivante–; los que muestran las nuevas vidas de viejos acumuladores con el paso de los años.

Esta edición de Mil lianas está teñida por todo ese color. ¡A ver qué les parece!

1. Lemebel, de Joanna Reposi. “La literatura es trascendental, no recoge la basura con la que se topa cada día. Yo sí, yo la recojo y la hago brillar”. De esa manera define a su trabajo el escritor y performer chileno Pedro Lemebel. Lo hace en el documental Lemebel (2019), de la directora Joanna Reposi, que desde hace algunas semanas se puede ver por Amazon Prime Video y resulta una excelente oportunidad para aproximarse a uno de los artistas más radicales y sensibles de su país.

En esta obra la realizadora, como el propio Lemebel, junta fragmentos de la vida de su protagonista como diapositivas, registros de sus memorables performances como parte del colectivo de arte homosexual Las Yeguas del Apocalipsis en plena dictadura de Pinochet, apariciones televisivas incendiarias y memorias familiares. Hay algo crepuscular en la selección y en las capas de materiales que se van superponiendo, tan atractivas como corrosivas.

A diferencia de otros retratos audiovisuales, aquí el autor de Tengo miedo torero (de paso: una de las novelas más importantes de la literatura latinoamericana que volvió el año pasado a las librerías locales luego de años sinuosos en los que no se conseguía; se hizo una adaptación cinematográfica reciente del libro y está disponible también en Amazon) hace de la película un elemento más de su obra.

Hasta el final, inclusive cuando se empieza a apagar ese cuerpo –que puso al frente en tantas performances a lo largo de las décadas, que maquilló, que gritó, que besó, que corrió en medio de represiones, que subió a todo tipo de escenarios y hasta prendió fuego–, el artista le pide a la directora que no deje de grabar. Ella le hace caso y llega a registrarlo hasta los últimos días de su vida cuando Lemebel debió atravesar una enfermedad durísima que terminó en su muerte, en 2015.

El documental Lemebel está disponible en la plataforma de Amazon Prime Video.

2. Los visionadores, de Néstor Frenkel. Como contamos por acá cuando se estrenó en la última edición del BAFICI, este trabajo combina un paseo delirante con el documental. Es que, a lo largo de 51 minutos, se rescatan imágenes de largometrajes argentinos inolvidables, en todos los sentidos posibles, un collage que atraviesa el mundo del VHS, lo estruja y lo redescubre para ponerlo en circulación una vez más.

Con un par de amigos adictos a películas que rescatan en videoclubes como conductores de este viaje frenético y graciosísimo, Los visionadores es tan inclasificable como el material que exhibe, una verdadera declaración de amor a escenas imposibles con Rodolfo Ranni como protagonista, a insultos e insultadores cinematográficos memorables, a ficciones argentinas que indagan con torpeza en el mundo de lo que ellas mismas nombran como “las drogas”, a tiroteos y escenas de acción inviables.

Después del festival porteño, la película de Frenkel se convirtió en un suceso en la redes sociales, donde se multiplicaron los memes, con Ranni como protagonista excluyente.

Ahora Los visionadores puede verse a través de la plataforma Vimeo por aquí. La entrada es a voluntad, con el sistema de aporte económico llamado “un cafecito” (a propósito, esta semana Laura Marajofsky entrevistó para elDiarioAR al creador de esa plataforma, el desarrollador Damián Catanzaro).

3. Archivo de la memoria trans. En una edición anterior de Mil lianas hablamos de esta iniciativa y Matías Máximo por acá detalló bastante más. Ahora, la historia del proyecto que se propone recuperar la memoria trans y travesti a través de las fotos con el objetivo de visibilizar a este colectivo llega a la pantalla del canal Encuentro en una miniserie documental de cuatro entregas.

Pude ver el primer episodio y les aseguro que es súper conmovedor. Tiene como narradora principal a María Belén Correa, que es la fundadora del Archivo y una de las pioneras de la Asociación de Travestis Argentinas (ATA) en la década de los ‘90.

El relato de Belén combina su vivencia personal con la historia colectiva, a través de las fotos que se van sucediendo en la pantalla y también a partir del recuerdo de escenas que tanto ella como sus compañeras debieron vivir, entre allanamientos, clandestinidades, violencias, exilios y todo tipo de persecuciones.

El promedio de vida de las personas trans en la Argentina no supera los 40 años. Las fotos de las personas que ya no están y las voces de las sobrevivientes funcionan, entonces –y más que nunca– como un pedido de reparación urgente.

La dirección de la miniserie es de Mariana Bomba y Agustina Comedi (de quien les recomiendo, ya que estamos, el documental El silencio es un cuerpo que cae, disponible en la plataforma Cine.ar Play).

Archivo de la memoria trans se puede ver por Canal Encuentro. Tendrá un estreno especial por el lanzamiento de la temporada 2021 del canal el sábado 1.° de mayo a las 23.30. Luego estará en pantalla desde el 4 de mayo, los martes a las 22.

4. Brocha y muro. Lo presentan, sin rodeos, como “un espacio para problematizar el mural” y está producido por el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA).

Brocha y muro es un podcast bien específico y muy ajustado: una historia sobre el muralismo, el street art y el grafiti, que se cruza con el urbanismo, la ciencia política, el género, la economía y la arquitectura, entre otras variables.

Con la voz cantante de las muralistas Carolina Favale y Milu Correch y con entrevistas a investigadores y personalidades del mundo del arte latinoamericano, además de citas a grandes autores –aparecen, entre otros, Walter Benjamin y Susan Sontag– cada uno de los 9 episodios despliega un tema. 

En lo personal, y un poco en relación con la idea del descarte que mencionábamos al principio, me gustaron los capítulos sobre la gentrificación y el rol que juegan los murales en ese proceso de transformación urbana que implica siempre un deterioro y también una exclusión. 

Brocha y muro se puede escuchar en la plataforma de Spotify y también en la página del Centro Cultural de España en Buenos Aires.

¡Hasta la próxima!

AL