Peter Higgs, el físico que descubrió una nueva partícula conocida como bosón de Higgs –un hallazgo que le valió el premio Nobel–, murió este lunes a los 94 años en su casa en Edimburgo.
El físico británico y el físico teórico belga François Englert postularon por primera vez en 1964 la existencia de lo que se popularizó en los medios como “la partícula de dios”. Ambos compartieron el premio Nobel en 2013 después de que una serie de experimentos que comenzaron en 2008 probaran la existencia de la partícula con una serie de experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en el CERN en Suiza en 2012.
En España, Higgs, Englert y el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), fueron galardonados en 2013 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
El campo que explica la masa de las partículas
Su descubrimiento apuntaló el modelo estándar de física que sustenta la comprensión científica del universo. La partícula de Higgs se origina en un campo invisible que llena todo el espacio y que explica el resto de comportamientos de la materia observados en los últimos cien años. “Incluso cuando el universo parece vacío, este campo está ahí”, explicó la Academia Sueca en la entrega del Nobel. “Sin él no existiríamos, porque es a partir del contacto con el campo que las partículas adquieren masa. La teoría propuesta por Englert y Higgs describe este proceso”.
“Peter Higgs fue un individuo extraordinario: un científico verdaderamente talentoso cuya visión e imaginación enriquecieron nuestro conocimiento del mundo que nos rodea”, aseguró Peter Mathieson, rector y vicerrector de la Universidad de Edimburgo. “Su trabajo pionero motivó a miles de científicos y su legado seguirá inspirando a muchos más para las generaciones venideras”.
El origen de la teoría de Higgs viene de una debilidad del conocido como modelo estándar, el llamado castillo de la física que explica muchas de las características del universo. El modelo tenía un pequeño gran problema: no explicaba la existencia de la materia. Para que lo hiciera debían existir lo que se llamó campo de Higgs y su partícula asociada, el bosón de Higgs, la pieza que faltaba en el rompecabezas. Esta infografía explica cómo el Gran Colisionador de Hadrones contribuyó a demostrar la existencia de la partícula.
El campo de Higgs sería una especie de continuo que se extiende por todo el espacio, formado por un incontable número de bosones de Higgs. ¿Y qué es un bosón? Las partículas subatómicas se dividen en dos tipos: fermiones y bosones. Los fermiones son partículas que componen la materia, y los bosones portan las fuerzas o interacciones. Los componentes del átomo (electrones, protones y neutrones) son fermiones, mientras que el fotón, el gluón y los bosones W y Z, responsables respectivamente de las fuerzas electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil, son bosones.