Carlos Nayi, uno de los abogados querellantes en la causa que investiga las muertes de bebés, apuntó: “Desde un principio, en esta cadena de episodios trágicos que involucran a 13 casos, con 5 muertes y 8 bebitos que han sobrevivido, se barajaron tres hipótesis: una cadena de casualidades, mala praxis y asesinato serial”.
El abogado sentenció: “Las dos primeras hipótesis perdieron fuerzas y la que ha sobrevivido es la tercera, en base a pruebas contundentes, informes toxicológicos, testimoniales, indicios, presunciones”, y agregó que las autopsias realizadas a dos de los niños fallecidos fueron “reveladoras”.
Según Nayi, “los cinco bebés han sido muertos bajo sospecha, (las muertes) estarían vinculadas, en términos de probabilidad, de una actividad intencional”, ya que se constató una “hiperpotasemia, es decir la presencia de potasio, incorporado al organismo de un bebito recién nacido, sano, que estaba precedido de un embarazo controlado, a término, que no había riesgo prevalente, ni bajo peso, ni mal formación congénita”.
En este sentido, el letrado precisó que la presencia de potasio “es incompatible con la vida” y las autopsias demostraron que “fue inyectado intencionalmente y queda excluida la posibilidad de mala praxis o error”. Remarcó que “son 13 las víctimas, cinco muertes, pero hay 8 bebitos que convivieron y seguirán conviviendo con secuelas irreparables”.
Por último, dijo que Brenda Agüero, la enfermera de 27 años que se está detenida, “no tiene antecedentes” y que “hay un estado de probabilidad que la vincula con la responsabilidad y se sigue trabajando con mucho compromiso por parte del fiscal de la causa”.
El fiscal Raúl Garzón, quien lleva a cabo la investigación, presentó el pasado lunes los resultados preliminares de la autopsia. Antes de avanzar con la indagatoria y trámites procesales, el fiscal ordenó el relevamiento y análisis de documentos, como historias clínicas y protocolos y pericias psicológicas y psiquiátricas a la enfermera Agüero.
LC con información de agencia Télam