El escrito con el que esta semana los fiscales justificaron las imputaciones sobre los siete integrantes del cuerpo médico de Maradona, ubica en el centro de las responsabilidades al médico de cabecera de Diego, Leopoldo Luque, y a su psiquiatra, Agustina Cosachov. Como respuesta, los dos comenzaron su estrategia de defensa apuntando al trabajo de los peritos que integraron la Junta Médica, principal base argumental de los peritos judiciales para acusarlos. “El análisis de la pericia está llena de sesgo”, adelantaba esta semana el neurocirujano en su primera aparición pública luego de varios meses.
Luque sostiene que los peritos repiten el discurso que tuvo uno de los abogados de parte ante los medios. Cosachov también cuestiona a la Junta Médica porque señala que utilizaron un testimonio bajo juramento tomado como testigo para ahora interpretarlo en su contra. Esto surge de los descargos que hicieron en el pedido de nulidad de las conclusiones de los peritos, quienes sostienen que el equipo médico de Diego -que Luque y Cosachov dirigían- actuó con negligencia al elaborar y ejecutar el tratamiento. En base a esos argumentos, los fiscales los imputaron por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”.
El equipo liderado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, e integrado por sus adjuntos, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, y por la fiscal de Benavídez, Laura Capra, definió el accionar de los imputados en el informe presentado el miércoles.
“Colaboraron en colocar un cúmulo de factores y circunstancias notoriamente burdas, incrementando el riesgo por fuera del margen permitido y condujeron al fatal desenlace del paciente que, de lo contrario, hubiese podido evitarse”. Para este equipo , el cuerpo médico de Maradona realizó acciones “contrarias al arte de la salud y omitieron realizar los actos específicos que cada uno debía desarrollar (...) agravando el cuadro de salud de Maradona, abandonándolo a su suerte”.
“Luque y Cosachov omitieron asistir adecuadamente a Diego Armando Maradona, accionar con el cual, en definitiva, impidieron que recibiera la debida atención médica referida al campo cardiológico”, sostienen los fiscales en su escrito. Además argumentan que Luque no llevaba una historia clínica, que solo se le hacían controles standard y no sobre su patología específica del corazón. “El también decidió operarlo de la cabeza en la Clínica Olivos, luego de que en la clínica de La Plata dijeran que no había urgencia para hacerlo. El convenció a la familia de una internación domiciliaria, a pesar de la recomendación de internarlo en otros lugares, que le dieron en Olivos, antes de darle el alta”, le explicaron a elDiarioAr fuentes con acceso a la fiscalía.
“Yo soy neurocirujano, tenía una buena relación con diego y lo llevaba a los especialistas. Jamás me adjudiqué un rol de cardiólogo o de clínico. A Diego lo vieron más de 2 cardiólogos, clínicos, intensivistas, Diego estuvo internado en una terapia. En las terapias se hacen evaluaciones completas”, se defendió Luque en la entrevista que dio a Telefé Noticias.
“En relación al dictamen pericial en sí, esta defensa objeta, impugna y tacha de nulas todas y cada una de las consideraciones expresadas por los peritos oficiales, por arbitrarias, tendenciosas y faltas de objetividad”, dice el pedido de nulidad de los abogados de Luque. En el escrito acusan a la Junta Médica de beneficiar a las otras partes de la causa, en concreto al abogado de la ex pareja de Maradona, Verónica Ojeda. “Lo que él dijo ante los medios de prensa fue presentado casi textualmente en el informe pericial de la Junta”, sostiene la defensa del neurocirujano. También señalan que el informe de los peritos se basa solo “en el resultado obtenido a través de la autopsia, sin analizar los estudios médicos realizados en vida”.
En el caso de la psiquiatra Cosachov, la fiscalía señala que ella era responsable por la administración de los remedios y que no contemplaba la afección cardíaca crónica de Diego. “No aseguró la correcta administración de medicación y psicotrópicos que había indicado a Diego Armando Maradona, desentendiendose de los efectos adversos (...) y eludiendo los controles y/o estudios apropiados a los fines de su evolución, que en el caso de los estudios cardiológicos, clínicos y bioquímicos, implicaban un imperativo ineludible”, sostuvieron los fiscales al citarla a indagatoria.
La impugnación que Cosachov hace no es por cuestiones particulares del informe de la Junta Médica, ella señala que se toma parte de su testimonio como testigo para finalmente incriminarla. “Esto resulta ser una absoluta y clara violación a las garantías constitucionales de defensa en juicio y debido proceso”, explica en su presentación el abogado defensor de Cosachov, Vadim Mischanchuk.
A ella y al psicólogo Carlos Ángel Díaz, le endilgan conductas concretas que habrían perjudicado la sobrevida de Diego. “Ordenaron el retiro de los acompañamientos terapéuticos, dejaron que la enfermera dejara de entrar a su habitación para controlar sus signos vitales y permitieron que no se realizaran las visitas a los especialistas. Díaz opinaba e interactuaba con Cosachov y aislaba a Maradona de su familia”, explican las fuentes de la fiscalía.
A la enfermera Dahiana Madrid, quien primero dijo que había tomado los signos vitales de Diego el día de su muerte y luego se desmintió, se la acusa de no controlarlo y de redactar informes como si en realidad lo hubiera hecho. “Esa información era vital para saber cómo evolucionaba el paciente. Si lo omitís sabiendo lo que podía pasarle a Diego tenés responsabilidad sobre eso”, agregaron las fuentes judiciales. A su compañero, Ricardo Almirón le imputan comportamientos muy similares.
Por último, aparecen el jefe de los enfermeros Mariano Perroni, al cual lo acusan de no controlar y ocultar información en los informes, y la coordinadora de la internación domiciliaria, Nancy Forlini, a la que le achacan no haber entregado los elementos y el instrumental médico para los cuidados específicos que Maradona requería. Le endilgan no haber analizado las características de la casa de Tigre, entre ellas, que tuviera “un baño adecuado a un paciente con alto riesgo de caídas, una cama con protección y barandas; un sistema de control y monitoreo y la existencia de un servicio de ambulancia fijo a las puertas del domicilio”.
Los siete imputados, a los que se les prohibió la salida del país, deberán comenzar a declarar, a partir del 31 de mayo. Ese día comenzará el enfermero Almirón y cerrará Luque el 14 de junio. “Veremos ahora, que deberán comenzar con los actos defensa, si empiezan a cruzarse los relatos y las responsabilidades. Comienza una nueva instancia, que generará versiones diferentes”, esperan los fiscales. Luque, por su lado, también espera ese momento: “Yo no quiero que la responsabilidad de todos caiga sobre mí, sino que se determinen las responsabilidades que cada uno tuvo en lo que sucedió”.
AM