Juicio por la muerte de Maradona: un abogado afuera, la mega maqueta de Burlando y una lista de testigos “depurada”

Mientras una de las juezas del TOC N°3 advertía que en el tercer piso, donde están sus oficinas, no hay lugar suficiente, dos personas entraron con una mega maqueta. Fue un ingreso en tandas: primero una mesa, después una base sobre la que colocaron “la planta baja” y por último, el segundo piso. Es una reproducción a escala de la casa del lote 45, en el barrio San Andrés, donde Diego Maradona pasó sus últimos catorce días antes de morir. Un árbol, un auto, una ambulancia. Es blanca, lisa y rectangular, pero no está vacía. Mirada de cerca, dentro de la habitación de la izquierda, justo detrás de la parrilla, hay un muñequito recostado en una cama. En esa maqueta se apoyará Fernando Burlando, que representa a Dalma y a Gianinna en el juicio por la muerte de su padre, para demostrar que el exfutbolista no sólo estuvo aislado de su familia sino aislado en la misma vivienda donde se dispuso la internación domiciliaria.

Leopoldo Luque, el neurocirujano señalado como el médico de confianza que decidía sobre el tratamiento, no vio la miniatura de telgopor. Ya se había retirado de la sala porque decidió que sólo volverá recién para los alegatos, que podrían ser en cuatro meses. Prefiere no escuchar a los testigos. Agustina Cosachov, la psiquiatra, sí observó cómo iban armando pieza por pieza la casa donde visitó a su paciente. Pero será la última vez que se siente frente al Tribunal porque, explicó su abogado Vadim Mischanchuk, tiene que trabajar y no puede asistir a todas las audiencias salvo alguna que él considere necesaria. Carlos Díaz, el psicoanalista especializado en adicciones, permaneció hasta el final de la audiencia. Igual que los otros cinco acusados, ellos están imputados por homicidio simple con dolo eventual -que prevé una pena de 8 a 25 años de cárcel-, pero son para la Fiscalía y los querellantes los más comprometidos.
Rodolfo Baqué no podrá defender al enfermero
En el segundo día del juicio que arrancó el martes por la muerte del exfutbolista, los jueces Verónica Di Tomasso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach, apartaron al representante del enfermero Ricardo Almirón. Se trata de Rodolfo Baqué, que también es el abogado de Gisella Dahiana Madrid, la otra enfermera imputada que pidió ser juzgada aparte, en un juicio por jurados. Baqué dijo en una audiencia anterior al inicio del juicio que a “Maradona lo mataron y no fue (Gisella Dahiana) Madrid”.
Para el Tribunal ese dicho genera un conflicto de interés: Si Baqué defiende a ambos enfermeros pero incluye solo a uno en la acusación y a la otra no, ¿a quién defiende? Los jueces, entonces, lo separaron de la defensa del enfermero. Baqué la peleó hasta el final. Dijo que cuando declaró que a “Maradona lo mataron y no fue Madrid” no había nombrado Mariano Perroni -coordinador de Medidom-, ni a Nancy Forlini -de Swiss Medical- ni a Pedro Di Spagna -el médico clínico-, otros tres imputados. Insistió el abogado: dijo que hizo referencia a Luque, Cosachov y a Díaz. Y volvió a la carga: “Me quieren callar porque dije que a Maradona lo mataron”. No hubo caso, el Tribunal lo expulsó de la defensa del enfermero y tuvo que dejar la sala.

Franco Chiarelli, que ya era parte del equipo, deberá representar al enfermero Almirón. Pidió una semana “para poder reorganizarse”. Los jueces le anticiparon que no sería posible, que forma parte de la defensa desde el inicio y conoce la prueba. Baqué seguirá en la defensa de Madrid en el juicio por jurados. Miguel Angel Pierri, que patrocina a Perroni, se fue detrás de Baqué. Acusó cuestiones de salud, tenía en agenda un turno médico.
Los jueces pidieron que “depuren” la lista de testigos
En la segunda audiencia se resolvió, además, que las audiencias serán los días martes y jueves entre las 930 y las 18 hasta, por lo menos, el 17 de julio. Transcendió que en la lista de testigos que deberán hablar al Tribunal figuraban Marcelo Tinelli, Luis Ventura, Guillermo Coppola y Marcela Tauro. El Tribunal apuntó que desea un “juicio ágil pero no torpe” y pidieron a las partes que “depuren” la lista de personas que irán a declarar. El criterio pedido es que los testigos sean relevantes al hecho que se juzga, la muerte de Maradona.

Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, los fiscales, adelantaron que el martes -cuando se reanude el juicio- declararán tres efectivos: Lucas Farías, oficial de policía; los comisarios Lucas Borge y Javier Mendoza. Fueron los primeros en ingresar a la casa del barrio San Andrés, la que pretende emular la maqueta de Burlando. La estrategia de los fiscales es contar los últimos catorce días de vida del exfutbolista “como si fueran un cuento” y empezarán por aquel mediodía del 25 de noviembre de 2020, cuando Maradona murió. Luego será el turno de Dalma, Gianinna, Jana Maradona, las hijas, y su ex pareja, Verónica Ojeda. Son testimonios muy esperados.
VDM / NB
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