El proceso había comenzado hace un año. En enero volvieron a retomar y tuvieron varias reuniones de trabajo entre los Ministerios de Seguridad y Nación. En los medios se difundió la semana pasada que hoy a las 14 comenzaba la llegada de la Policía porteña a Puerto Madero, la villa 21-24 y Zavaleta. Pero a la misma hora que debían entrar los agentes nuevos, desde la Ciudad informaron que todo se posterga diez días por “razones operativas”, lo que supone que hubo apuros en cumplir con plazos que no fueron consultados a su propia fuerza. De esta manera, la imagen de la Prefectura dejando el territorio de CABA deberá esperar un tiempo más.
En febrero del año pasado, en el Consejo de Seguridad Integral que se realizó en Tucumán, los equipos de Seguridad de Nación y Ciudad firmaron un acta de compromiso para empezar con las conversaciones y reordenar la presencia de las fuerzas federales en esos tres barrios, donde la Prefectura se encarga de la vigilancia. Durante todo este tiempo, los dos Ministerios habían detallado cómo avanzaba la implementación de las medidas para que la Policía de la Ciudad tome el control en esos territorios y reconocían un buen diálogo con la otra parte. No fue un problema político el que provocó el retraso.
De hecho, en una entrevista realizada con elDiarioAR, la ministra de seguridad de la Nación Sabina Frederic confirmó que el comienzo de los desplazamientos iba a ser esta semana y desde la Ciudad entregaron detalles de cómo serían los nuevos operativos en Puerto Madero. Sólo faltaban los ajustes y, aunque había diferencias sobre los plazos de retiro de las fuerzas federales, igual siguieron adelante con el proceso. Incluso, hoy por la mañana, Ciudad y Nación confirmaron que todo seguía de la misma manera y que luego del mediodía los policías porteños iban a tomar control de los tres territorios. Pero sobre la hora, desde la Seguridad de CABA informaron que eso no se cumpliría pero explicaban que las reuniones de coordinación entre la Policía de la Ciudad y Prefectura comenzarían a realizarse y “que el proceso se había puesto en marcha igual”.
Hasta ayer estaba planeado que 355 policías porteños se iban a hacer cargo hoy de Puerto Madero y 350 de los otros dos barrios ubicados entre Barracas y Pompeya. En eso no había problemas. Había habido algunas diferencias sobre la salida de la Prefectura de estos dos últimos lugares. La Ciudad pretendía que se quedaran un tiempo extendido y la Nación respondió que acompañaba el traspaso en un territorio acotado por solo 10 días.
Las villas 21-24 y Zavaleta tienen problemáticas de seguridad más complejas, por territorio y delito, que Puerto Madero. En 76 hectáreas con varias áreas de difìcil de acceso viven cerca de 35.000 personas. Los homicidios escalaron en el último año y también hay aumentos de otros delitos con armas y operativos por drogas. Allí la Prefectura dejaría su edificio de Río Cuarto e Iguazú para que lo ocupen los oficiales de la Unidad de Prevención Barrial. La Prefectura propuso quedarse unos días en un triángulo formado por la avenida Zavaleta, Luna, las vías de ferrocarril y Cruz, una zona caliente.
En cambio, en Puerto Madero, viven unas 10.000 personas en 170 hectáreas. Los agentes de la Policía de la Ciudad se harán cargo de la vigilancia y de la respuesta al 911. Fueron instaladas 300 cámaras y la base de operaciones será en la Comisaría 1 E, en Garay y Huergo. La Prefectura quedará a solo cargo de la vigilancia del tránsito fluvial y tendrá agentes en el centro de monitoreo de las cámaras, que compartirán las dos fuerzas.
La presencia de la Prefectura y la Gendarmería en esos asentamientos de la Ciudad se remontan a 2011, cuando Cristina Kirchner firmó el decreto por el que 2.500 agentes pasaban a vigilar la zona y comenzó bautizado “Operativo Cinturón del Sur”. En ese momento la Policía Federal compartía allí la vigilancia. En 2017, con el traspaso de esa fuerza a la Ciudad, con un nuevo decreto Mauricio Macri derogó el Cinturón Sur. El planteo iba en la lógica de avanzar en la autonomía y con críticas sobre la rigidez del antiguo operativo. A pesar de eso, las fuerzas federales se mantuvieron hasta ahora.
Es un territorio más complejo. Luego de un par de episodios graves con agentes, repusimos el patrullaje en algunas zonas internas y estamos también profundizando trabajo con la justicia, para ver algunas causas que están ahí dando vueltas
Después de que en septiembre, Alberto Fernández le quitara un punto de la coparticipación en la Ciudad durante la crisis por las protestas en la Bonaerense, todas las discusiones en materia de Seguridad se tensaron. A pesar de que estaba adelantado el traspaso, plantearon que el recorte generaba un nuevo escenario, en el que ellos se tenían que hacer cargo de más territorio con menos presupuesto. Del otro lado, replicaban mostrando la cantidad de agentes en CABA. La Ciudad tiene 900 policías por cada 100.000 habitantes, más que ciudades bravas como Ciudad de México (con 420) y muchos más que las del resto del país.
El presidente decidió retrotraer parte del aumento que le había dado Macri a la Ciudad cuando transfirió la Policía Federal y subió por decreto la coparticipación de 1,4% a 3,75%. Ese aumento fue por decreto y Alberto lo modificó por la misma vía. El punto de coparticipación representa más de 30 mil millones de pesos.
En el barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, más conocido como Villa 1-11-14, la Gendarmería tiene 1.110 agentes y por el momento no se irán. Es el lugar más complejo de todos en los que las fuerzas federales estuvieron en estos años. A comienzos de enero se produjo una matanza por la pelea por el control del negocio de narcomenudeo en ese sector del Bajo Flores. Allí la Gendarmería realiza patrullaje, atención del 911 y tiene controles en el perímetro. Frederic y Santilli habían acordado que ahí la Gendarmería se quedara y que en breve los policías de la Ciudad comenzaran a participar de esas tareas.
“No va a ser corto. Es un trabajo de articulación con la Ciudad que demandará un tiempo hasta que se vaya Gendarmería”, así respondía la semana pasas a elDiarioAR Sabina Frederic sobre los tiempos para que esa fuerza abandone la 1-11-14. “Es un territorio más complejo. Luego de un par de episodios graves con agentes, repusimos el patrullaje en algunas zonas internas y estamos también profundizando trabajo con la justicia, para ver algunas causas que están ahí dando vueltas”, explicó.
AM