Ante el desfinanciamiento por parte del gobierno de Javier Milei, Argentina incumple acuerdos de cooperación científica con Francia. Así pudo determinarlo la Unidad de Investigación (UDI) de elDiarioAR tras las consultas a fuentes directamente vinculadas a la problemática.
Los acuerdos en tensión se enmarcan en un programa denominado ECOS-Sud, que funciona ininterrumpidamente desde hace más de 25 años y permitió avances científicos, patentamiento de hallazgos, el intercambio de más de 3.800 investigadores y la formación de jóvenes científicos.
La continuidad del programa, en riesgo ante la falta de desembolsos del Estado argentino, depende directamente de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, a cargo de Darío Genua. El incumplimiento argentino se da en un contexto de desfinanciamiento de la ciencia, como viene informando este medio, que reveló que la Agencia I+D+I, principal organismo de financiamiento de los científicos en el país, retiene al menos US$53 millones de préstamos internacionales. Tras la investigación de elDiarioAR, la entonces presidenta de la Agencia, Alicia Caballero, presentó su renuncia.
El programa ECOS-Sud se financia gracias al aporte de los ministerios de Europa y Asuntos Exteriores (MEAE) y de Educación Superior, Investigación e Innovación (MESRI) de Francia; mientras que del lado argentino, depende del ex Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT), ahora Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
El incumplimiento de los acuerdos por parte de Argentina dejó a muchos científicos sin financiamiento para continuar las investigaciones en conjunto, lo que los obligó a cancelar sus viajes y puso en riesgo la finalización de tesis doctorales de estudiantes de ambos países. Como paliativo, surgió una iniciativa de algunos investigadores franceses, quienes propusieron resignar uno de los dos intercambios de cada proyecto para que al menos un argentino pudiera viajar.
Antoine Rabatel es científico francés de la Universidad Grenoble Alpes y del Instituto de Geociencias del Ambiente y está de intercambio en Mendoza, en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales de Conicet. Allí, fue recibido por Lucas Ruiz, glaciólogo e investigador adjunto del Conicet para desarrollar un proyecto que busca comprender el impacto del cambio climático sobre los glaciares y el funcionamiento hídrico de la cuenca del río Santa Cruz.
Los directores de los proyectos del programa ECOS-Sud contactaron al embajador francés en Buenos Aires, Romain Nadal: “Le pedimos que intercediera con las autoridades en la Argentina, en este caso con el secretario del área, Geuna”, explicó a la UDI de elDiarioAR el científico Eduardo Barrio, director de un proyecto y miembro de la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICyT).
Este año, dos científicos franceses debían trabajar en Argentina y dos argentinos debían viajar a Francia a avanzar con las investigaciones. “Era un viaje de 15 días para un investigador del grupo y otro viaje de un mes para un estudiante de doctorado”, explicó el investigador argentino a elDiarioAR. Sin embargo, Ruiz aclaró que “como no hay financiamiento del lado argentino, los viajes no se podían realizar”. Por eso, explicó, la contraparte francesa ofreció una alternativa: que uno de los viajes de los franceses sea realizado por uno de los científicos argentinos.
Ante la consulta, el investigador francés reconoció que la falta de fondos para el programa es “una limitación muy importante porque efectivamente el hecho de que los colegas de Argentina no se puedan beneficiar de estos financiamientos obviamente limita los intercambios que podemos tener y va a tener impacto sobre los resultados esperados en este proyecto”.
Cuestión de números
Barrio, doctor en filosofía e investigador del Conicet, dirige un proyecto del programa ECOS-Sud basado en lógica matemática que busca avanzar en el desarrollo de sistemas de pruebas automáticos para fórmulas y teoremas. El científico relató a este medio que a pesar de haber presentado las rendiciones de cuentas y tener la aprobación del proyecto, la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología no desembolsó los fondos correspondientes.
“Mi proyecto se aprobó en 2022 y empezamos a trabajar en 2023. Durante 2023 tuvimos diversas expediciones de argentinos a París. Mi proyecto es con un centro de investigación que está en París y nosotros viajamos. Yo estuve un mes trabajando allá con la gente en Francia y vino gente de Francia a trabajar a mi instituto”, dijo.
Este año el proyecto debía continuar con el intercambio de investigadores de ambos países, pero Argentina estuvo en falta. Así lo describe Barrio: “En este momento, el segundo año, nosotros tenemos a un investigador trabajando en nuestro instituto con dinero francés, porque Francia sigue sus compromisos y sus contratos, pero lamentablemente no tenemos a ninguno de nuestros científicos trabajando en París, ya que el gobierno argentino decidió no cumplir el contrato firmado con Francia”, sostuvo el científico.
Según fuentes con conocimiento del programa ECOS-Sud, el monto de los proyectos del programa ECOS-Sud iban entre los €6.000 y €12.000 dependiendo de las áreas de trabajo y el tipo de insumos necesarios, y abarcaban desde inteligencia artificial y matemática hasta lógica y humanidades.
Se seleccionaban diez proyectos por año que recibían €10.000 para solventar gastos de traslado y estadía. Al durar cuatro años cada proyecto, en 2023 existían cuatro cohortes vigentes, por lo que el aporte de Argentina para sostener el proyecto ECOS-Sud, ascendía a €400.000.
Barrio sostiene que la decisión de discontinuar la colaboración con el país europeo es política: “Si Argentina no tiene €400.000 para mantener cooperación con Francia, es que no les interesa políticamente hacerlo”.
La incertidumbre
Por primera vez en 25 años el incumplimiento del acuerdo bilateral por parte de Argentina obligó a los investigadores de ambos países a buscar estrategias para mantener la continuidad del programa. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro y el agotamiento de recursos obligan a los científicos a hacerse la pregunta: ¿Cuánto más se puede sostener?
Rabatel intentó una respuesta: “Si la situación continúa de esta forma, veremos para 2025 si hacemos el mismo pedido del lado francés para tratar de financiar un viaje de un colega de Argentina o no. Y veremos si Francia sigue aceptando esto”, agregó.
El secretario Genua asumió el 6 de junio pasado con un recorrido como jefe de gabinete del Enacom durante la gestión de Mauricio Macri y como Secretario de Economía y Hacienda en el municipio de Pilar durante 2023, bajo la gestión del intendente del PJ Federico Achaval. El licenciado en Administración de Empresas desembarcó en la Secretaría luego de la salida de Alejandro Cosentino, quien estuvo al frente del organismo por cinco meses hasta la renuncia temprana del ex jefe de Gabinete Nicolás Posse, quien lo había designado.
Barrio relató que durante este año los directores de los proyectos seleccionados comenzaron a contactarse cuando empezaron los recortes. El científico rescató que durante la gestión de Cosentino recibían respuesta a sus preguntas de por qué no se ejecutaban las partidas, aunque dilatorias, como la ya conocida “vamos a hacer una auditoría” o “vamos a ver cómo se rindieron los proyectos”.
El científico sostiene que la auditoría sobre los proyectos no podría haber durado más de una semana: “Tenían que revisar las facturas y ver que se correspondían a los euros que se habían adjudicado, si es que no creía lo que habían hecho las anteriores autoridades. En el caso de estos proyectos con Francia hay ocho proyectos por año. La magnitud de la revisión es bastante pequeña porque tenía que revisar alrededor de 32 proyectos”.
Laurence Vignollet, agregada a la cooperación científica, tecnológica y descentralizada del Institut français d’Argentine respondió a elDiarioAR que en una reunión con el Embajador francés y el Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, mostraron la voluntad de Francia de continuar con el programa ECOS-Sud. Según la funcionaria, la respuesta de los representantes de Argentina fue que la ciencia, la tecnología y la innovación son muy importantes y que están reflexionando sobre cómo van a financiar las acciones. Asímismo, la representante francesa aseguró que para Francia fue importante escuchar aquella afirmación y que es optimista al respecto. Sin embargo, aseguró: “Pero por el momento, esa es toda la información que tengo”.
Vignollet confirmó estar al tanto de la decisión de algunos grupos franceses de resignar uno de los dos viajes de un científico francés en pos de que la contraparte argentina pueda cumplir con el intercambio, aunque aclaró que no es sistemática la decisión de la parte francesa y que no está escrito en el programa. Según Vignollet, la decisión se aceptó para ayudar a algunos proyectos a que pudieran viajar en ciertos momentos importantes, como eventos particulares en Francia o algunas experimentaciones ya pautadas. Asimismo manifestó incertidumbre sobre la devolución de esos aportes por parte de Argentina en el momento en que se reactiven los desembolsos correspondientes. La justificación de este aporte se debe a que desde Francia están intentando que los programas avancen: “Estamos siendo ágiles, flexibles”, agregó la funcionaria.
Al preguntarle sobre cómo evaluaban el incumplimiento por parte de Argentina, Vignollet respondió que se mantiene optimista y que considera que el país va a apoyar los proyectos de 2022 y 2023 aunque admitió que es difícil de evaluar.
La funcionaria sostuvo que sabe que los científicos argentinos atraviesan un período en el que no pueden saber si van a recibir financiamiento o no, pero que continúan trabajando en todos sus proyectos. Además, agregó que cree que con el apoyo puntual que los franceses hacen a los argentinos, los proyectos están desarrollándose. “Es lo que importa para nosotros, es lo que miramos, es que la ciencia pueda continuar, es que el trabajo pueda continuar aunque con más dificultades”.
Habló, además, de las expectativas para las próximas convocatorias del programa: “Esperamos mucho de la próxima respuesta del secretario para decir que en el 2025 podremos lanzar la próxima convocatoria para 2026”, dijo. “Pero no podemos decir nada porque es decisión de la Argentina. Pero Francia está lista”, concluyó.
La UDI de elDiarioAR se contactó con la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología para consultar por el estado del programa ECOS-Sud. Desde el organismo confirmaron que hay 37 proyectos bajo auditoría. Se están observando “gastos que no tendrían que haber salido” y “determinadas rendiciones que no se cumplieron”.
Barrio sostuvo que luego del desembarco de Genua la poca información oficial que recibían los científicos por parte de la institución se terminó: “En la actualidad no tenemos respuestas, la política comunicacional de las autoridades cambió”.
Es lo que importa para nosotros, es lo que miramos, es que la ciencia pueda continuar, es que el trabajo pueda continuar aunque con más dificultades
Entre los científicos empezaron a crecer las dudas sobre la continuidad del programa: “Nosotros presentamos notas formales por TAD (Sistema de Trámites A Distancia) y diversos reclamos. En ninguno de los casos los reclamos fueron respondidos”, afirmó Barrio.
Sin insumos
Mauricio Sica es investigador adjunto de Conicet y está a cargo del laboratorio de inmunología molecular en el Centro Atómico de Bariloche. El científico explicó a este medio el estudio que realizan con su equipo: “Nosotros estudiamos unas proteínas que se llaman receptores de factores de necrosis tumoral que regulan la función del sistema inmune en relación con otras células en procesos que pueden ir desde el cáncer hasta la inflamación”.
El laboratorio tiene adjudicados dos proyectos cuyos fondos están frizados, por lo que también se ven afectados por la falta de insumos que no se pueden comprar para avanzar en las construcciones genéticas necesarias. “Ya se nos están acabando los reactivos y no tenemos dinero para comprarlos y reemplazarlos” sostuvo Sica. Además comentó que la contraparte francesa, entendiendo la situación económica, mandó a hacer la construcción genética a Europa, lo que les hubiera llevado meses hacerlo de manera artesanal en el laboratorio, aún teniendo los reactivos: “Ellos saben la situación en la que nos encontramos nosotros y dijeron ‘No te preocupes, Mauricio, yo te la mando a hacer, y ya en dos o tres días de trabajo nos mandan a hacer cinco construcciones genéticas. Es una suerte tenerlos”, sostuvo el investigador.
Mientras los centros de investigación y laboratorios se quedan sin insumos y recortan expectativas en los proyectos, desde la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología respondieron a este medio que existiría voluntad para reactivar el programa ECOS-Sud: “Se le dio la palabra al embajador (de Francia) de continuar con eso y se va a activar”, sostuvieron.
Esta investigación fue realizada gracias al soporte del Consorcio para Apoyar el Periodismo Independiente en la Región de América Latina (CAPIR), un proyecto liderado por el Institute for War and Peace Reporting (IWPR).
ED