Franco Colapinto es la renovada esperanza argentina para contar con un representante en la máxima división del automovilismo mundial, la Fórmula 1. Es el ídolo de muchos jóvenes que se sumaron al boom de la F-1 desde el estreno de la serie de Netflix “Drive to Survive”, y que confían en que el piloto argentino radicado en España cumplirá su sueño (y el de ellos).
Colapinto viene de dos temporadas en la Fórmula 3: después de sumar experiencia en el primer año, acabó cuarto en 2023, cuando en realidad apuntaba al subcampeonato. Las especulaciones sobre su posible avance a la Fórmula 2 –correrá en noviembre la última carrera del año, en Abu Dhabi, pero su participación en la categoría no está por ahora confirmada– hace que muchos de esos aficionados consideren como inexorable su desembarco en la Fórmula 1. Pero ninguna de ambas chances puede garantizarse.
Como escalón previo a la F-1, la F-2 acredita el papel de preparatoria. De los 22 pilotos que corrieron en F-1 este año, 13 pasaron por la F-2 o su antecesora, la GP2. De ellos, varios fueron campeones: Lewis Hamilton (2006), Nico Hulkenberg (2009), Pierre Gasly (2016), Charles Leclerc (2017), George Russell (2018), Nyck De Vries (2019) y Oscar Piastri (2021). Lando Norris, otro ídolo juvenil, fue subcampeón de Russell en 2018.
Sin embargo, la F-2 no garantiza nada. El campeón vigente, Felipe Drugovich, no consiguió dar el salto: apenas es piloto de reserva de Aston Martin, aportando dinero, y planea ir a correr la IndyCar en Estados Unidos en 2024. Otros campeones de F-2 como Davide Valsecchi (2011) o Fabio Leimer (2013) jamás corrieron un F-1.
Ninguno de los pilotos que se asegure el título 2023 de la Fórmula 2 en la mencionada carrera de Abu-Dhabi que cerrará el torneo, el francés Theo Pourchaire (piloto de la Academia Sauber) y el danés Frederik Vesti (de la academia Mercedes), correrá en la F-1 de 2024. No están siendo considerados por sus equipos.
Es cada vez más difícil “ascender” a la Fórmula 1: hay 30 aspirantes en F-3 cada año, otros 22 corren en cada temporada en F-2, pero a la Fórmula 1 suben por año uno o dos nuevos volantes, no más que eso. Las estadísticas son claras:
- En 2021 debutaron Mick Schumacher, Yuki Tsunoda y Nikita Mazepin. Los tres venían de la F-2: eran el campeón, el tercero y el quinto del torneo 2020, respectivamente; el segundo, Callum Ilott y el cuarto, Robert Schwartzman, jamás llegaron.
- En 2022 solo hizo su ingreso el chino Zhou Guanyu, que acabó tercero en el torneo 2021 de F-2; el subcampeón había sido Shwartzmann; el campeón Piastri debió esperar un año para debutar…
- Este año aparecieron Piastri (¡por fin!), el neerlandés Nyck De Vries, el estadounidense Logan Sargeant y el neocelandés Liam Lawson. ¿Se hizo más permeable la F-1? No tanto: De Vries duró apenas 10 carreras y Lawson fue sustituto; mientras que Sargeant (cuarto en la F-2 de 2022) es considerado el peor piloto de la temporada en la F-1.
Correr en la F-2 no asegura nada: el indio Jehan Daruvala, que corre con el auspicio de RedBull, dejará la categoría a fin de 2023 después de participar en los últimos cuatro torneos; fue séptimo en 2021 y 2022, está 12º en el torneo actual y el año que viene se irá a correr a la Fórmula E. El noruego Dennis Hauger, que en 2021 arrasó con el campeonato de Fórmula 3, fue décimo en su primer año en la F-2, en 2022; en esta temporada, en la que tenía que demostrar lo que realmente vale, languidece en el octavo lugar…
“Todo piloto con ambiciones, debe impresionar en su primer año en la Fórmula 2. Por eso Franco tiene que hacer un excelente trabajo. Si lo hace, en poco tiempo Argentina tendrá un piloto en la Fórmula 1…”, dijo esta semana en el Automóvil Club Argentino el manager de Colapinto, el expiloto de Le Mans Jamie Campbell-Walter. Esa es una clave: si el talento está, el interés aparece y el dinero se reúne. Así llegaron Alain Prost y Ayrton Senna a la Fórmula 1, sin pasar por la F-2. Así desembarcó también en la máxima categoría Max Verstappen, que no llegó ni siquiera a completar una temporada de F-3, que ya RedBull le ofreció su primer contrato.
Todo piloto con ambiciones, debe impresionar en su primer año en la Fórmula 2. Por eso Franco tiene que hacer un excelente trabajo. Si lo hace, en poco tiempo Argentina tendrá un piloto en la Fórmula 1…
Colapinto no es el único que intentará demostrar que es capaz de hacer un excelente trabajo. En la F-2 de 2024 deberá competir contra pilotos con experiencia en la disciplina y contra otros aspirantes que suben de la F-3, como el campeón, el brasileño Gabriel Bortoletto, o el subcampeón Zak O’Sullivan.
¿Es imposible vencerlos, superar todos los inconvenientes, llegar finalmente a alcanzar la meta? No. Pero la tarea será extremadamente ardua y la ley de probabilidades en general se pronuncia en contra.
Aunque nada impida soñar.
PV