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Días de la semana

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Los sábados son días en que, aun en este contexto acuciante, hacemos un intento por corrernos de la agenda mandatoria de los medios para darle la importancia que creemos que tienen algunos otros temas, esos que están en el corazón de las prioridades informativas de elDiarioAR. Aunque creo que, en vez de salir de la agenda, lo que hacemos es recorrerla lateralmente. 

Ayer decidimos hacer punta con dos notas: un informe exhaustivo de Emilia Delfino sobre el conflicto de interés de la secretaria de Ambiente de Río Negro (que está a cargo controlar empresas como la suya, que le vende insumos químicos a las petroleras) y una entrevista a Ana Fernández, que salió a relatar en un vagón de subte, a viva voz, las marcas que dejó la última dictadura en su vida. Esa acción es, explica ella, una micromilitancia en contra de un voto que niega los crímenes de esa época y la historia de su familia: una abuela arrojada viva al mar desde un avión, una madre torturada durante el embarazo; su propio nacimiento en el exilio. 

Los domingos, en cambio, nos entregamos a la agenda pura y dura; a la rosca maníaca de este país. ¿Cómo ves la elección? Es la pregunta obligada entre colegas (y familiares y amigos y vecinos). En su panorama político, Gabriel Sued (que le cuida el espacio por este domingo a Sebastián Lacunza) cuenta que, según un agregador de sondeos de intención de voto, las curvas de Massa y Milei acaban de confluir en torno de los 50 puntos y el resultado del balotaje “dependerá, como en esas finales en las que no se regala nada, de los detalles. Todo en potencia es determinante, en especial los errores”.

En el massismo, cuenta Pablo Ibañez, se ilusionan con que se repita la remontada de los últimos días previos a las generales, apelando a una combinación de estructura y micro militancia. Van por “la cruzada final” de un candidato que ya anota al menos dos anomalías: que como ministro de un gobierno en crisis y una economía incendiada haya sido competitivo y luego, ganador la general. En la pelea milimétrica que se anticipa, lo que ocurra en el debate de esta noche será decisivo. Para ir calentando motores: ésta nota sobre los detalles de “la última esgrima discursiva” y ésta otra sobre el debate como “fenómeno hipertelevisivo e hipertelevisable”.

Los miércoles son los días en que en la redacción tenemos reunión general de sumario. En la de esta semana discutimos si tenía sentido volver sobre las sospechas de fraude electoral que deslizó La Libertad Avanza. En algún punto, creo que todos sabemos que el sistema electoral argentino es sólido y funciona bien (puede servir como prueba el resultado que el propio Milei obtuvo en las PASO: arrasó un candidato sin aparato ni fiscales en la mayor parte del territorio). Finalmente, decidimos hacerla. Si el resultado de la elección se define a favor de Massa por unas pocas décimas, podría volver el argumento de la elección “robada” y, ante esa posibilidad, es bueno entender la trama. La estrategia de Milei, como gran parte de las coordenadas de su discurso, no es original. Victoria De Masi lo explica: es la misma trampa que hizo Donald Trump en Estados Unidos (y que derivó en la toma del Capitolio), Jair Bolsonaro en Brasil y Vox en España.  

Un nuevo caso de espionaje ilegal estuvo en el centro de la discusión los últimos días. Los medios lo abordaron desde distintas aristas. Algunos, por ejemplo, concentraron la atención en el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade, un foco que no es el de los investigadores por ahora debido a que el contenido de sus conversaciones con Ariel Zanchetta no arrojó la comisión de delitos ni el intercambio de dinero, como sí surge de las que tuvo el funcionario camporista “Conu” Rodríguez. Si te perdiste un poco entre tantas noticias con fragmentos de la trama, esta nota de Emilia Delfino –que ya explicó cómo funciona este circuito de información ilegal– te rescata una vez más con las diez claves para entender el el caso. Qué hay hasta ahora, cuáles son los protagonistas y qué nivel de implicancia tiene cada uno. Periodismo clásico. 

Otro tema ineludible: Taylor Swift. Este texto, escrito en la antesala del primer show, pinta la idiosincrasia de sus fanáticas. Y éste otro de Tamara Tenenbaum, el núcleo de la propia artista: no es graciosa, ni carismática –dice Tamara–; lo único que realmente le interesa es hacer música. 

Si creés en el periodismo con valores, si nuestro trabajo te importa y nos leés habitualmente, apoyanos para que podamos seguir siendo independientes. Hasta el domingo que viene. 

Los sábados son días en que, aun en este contexto acuciante, hacemos un intento por corrernos de la agenda mandatoria de los medios para darle la importancia que creemos que tienen algunos otros temas, esos que están en el corazón de las prioridades informativas de elDiarioAR. Aunque creo que, en vez de salir de la agenda, lo que hacemos es recorrerla lateralmente. 

Ayer decidimos hacer punta con dos notas: un informe exhaustivo de Emilia Delfino sobre el conflicto de interés de la secretaria de Ambiente de Río Negro (que está a cargo controlar empresas como la suya, que le vende insumos químicos a las petroleras) y una entrevista a Ana Fernández, que salió a relatar en un vagón de subte, a viva voz, las marcas que dejó la última dictadura en su vida. Esa acción es, explica ella, una micromilitancia en contra de un voto que niega los crímenes de esa época y la historia de su familia: una abuela arrojada viva al mar desde un avión, una madre torturada durante el embarazo; su propio nacimiento en el exilio.